CUENTA ATRÁS PARA LA MINA DE AZNALCÓLLAR
Sevilla
Grupo México prevé obtener la autorización ambiental en 2023, seis años después de iniciar los trámites
Domingo de Ramos en Sevilla, en directo

Minera Los Frailes, filial de Grupo México, multinacional dueña de la mayor reserva de cobre del mundo, prevé que su primer proyecto en Europa, la reapertura de la mina de Aznalcóllar en Sevilla, tome impulso a partir de mediados de 2023. La compañía, que ... está participada en un 97,3% por el grupo mexicano y en un 2,7% por la empresa cordobesa Magtel, ganó en 2015 el concurso minero internacional convocado por la Junta de Andalucía para la explotación de esta reserva de mineral de 50 millones de toneladas de cinc, plomo y cobre. Un proyecto industrial que incluye el compromiso de restaurar medioambientalmente la zona que dejó devastada la rotura de la balsa minera en 1989, cuando la sueca Boliden Apirsa operaba el yacimiento sevillano.
El camino ha sido proceloso: por un lado, el frente judicial abierto por su contrincante en el concurso, Emérita Resources, aún no se ha zanjado, a la espera de que el Juzgado señale la fecha de juicio. Por otro, toda la tramitación ambiental del proyecto, que se inició en junio de 2017, sigue en curso seis años después. La perspectiva de Minera los Frailes, tras diversas modificaciones en el expediente, es que a mediados de 2023 la Junta de Andalucía dé luz verde a la Autorización Ambiental Unificada (AAU) y que, a partir de ese momento, se pueda dar el banderazo de salida en la corta de Los Frailes. Una vez que se consigan los permisos, son tres años los que tiene programados la empresa para vaciar, depurar las aguas y construir la mina.
«Para obtener la Autorización Ambiental necesitamos primero un informe de admisibilidad del vertido de las aguas tratadas, y en eso estamos», señalan fuentes de la compañía. Con este objetivo, se ha modificado el proyecto inicial. «Originalmente pensábamos verter el agua tratada al río Guadiamar, pero decidimos hacer un cambio a sugerencia de algunas autoridades, como la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y ahora vamos a verter al río Guadalquivir, que es un dominio hidráulico-marítimo-terrestre«, explican.
Al ser una mina subterránea, la empresa necesita obtener el permiso de la CHG para la concesión del agua que el yacimiento tiene en su interior, que no es muy abundante, y también de la que está depositada en superficie sobre el bloque mineral.
«Encima de las cortas sí que tenemos bastante agua que hay que depurar y purificar para poder verterla al río en condiciones ambientalmente aceptables y poder construir la mina«, señalan desdeMinera los Frailes. «Estamos asesorados por empresas importantes con dilatada experiencia en este tipo de actividades. Hemos montado un laboratorio, hecho muchísimas pruebas y estamos seguros de poder limpiar el agua a niveles aceptables«, recalcan las fuentes.
Depuración del agua
Tras ganar la concesión, Minera Los Frailes recibió 2.183 hectáreas en Aznalcóllar dividida en 72 cuadrículas mineras. En esta superficie se encuentran la corta de Los Frailes, donde se va a construir la mina, que contiene un agua bastante limpia, aunque todavía necesita una depuración para poder ser vertida al río; la corta de Aznalcóllar; una escombrera Este, que ya fue restaurada; y una segunda escombrera Noroeste, que tiene que restaurar la empresa, donde se acumula el agua de lluvia, que en contacto con el azufre del mineral de cobre, forma ácido y ese ácido disuelve los metales. «Por eso el agua de Aznalcóllar es ácida y lleva metales disueltos», aclaran.
«El proyecto que puede ser modélico. La gran apuesta es realizar la restauración ambiental durante la operación minera»
«El compromiso de esta concesión es que la empresa que ganara el concurso minero tendría que restaurar toda el área. Es un proyecto de restauración ambiental sustentado por la misma operación minera. Mantener a raya todo para que no hubiera un daño ambiental le estaba costando mucho dinero a la Junta de Andalucía«, subrayan las fuentes. Actualmente, el gasto anual de gestión de pasivos y mantenimiento de instalaciones supone 2,5 millones de euros.
Aparte del pasivo ambiental que venía con la concesión, existía un pasivo laboral que absorbió Minera Los Frailes, en concreto 28 empleados que sigue manteniendo como plantilla.
Los cálculos de la empresa son que en el primer año de operación se crearán, aproximadamente, mil empleos en Aznalcóllar. Los plazos marcados son tres años de construcción y desagüe, 17 años de operación y producción (que pueden ser más, según los últimos cálculos), cinco años de desmantelamiento de lo lo que se haya construido para dejar limpio todo y otros cinco años para terminar la restauración. Esta es la cronología de un proyecto que superará los 300 millones de euros de inversión previstos inicialmente. Hasta ahora, Grupo México ha desembolsado 45 millones en distintas actuaciones (gestión de pasivos, investigación, desarrollo del proyecto y obtención de permisos).
«Es un proyecto muy bonito que puede ser modélico. La gran apuesta es realizar la restauración ambiental sustentada por la misma operación minera. Y es la visión que tuvo la Junta de Andalucía cuando sacó a concurso internacional este reserva de mineral. Durante los años de explotación se hace la restauración, pero para todo se necesita permisos y lo que nos tiene detenidos son los permisos, las autorizaciones», recalcan desde la compañía.
El anuncio del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en el Mining and Minerals Hall (MMH) de Sevilla, de que «esta Legislatura será la de la autorización de los grandes proyectos mineros» pendientes, entre los que se encuentra el de Aznalcóllar, ha sido recibido como un bálsamo por el sector.
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