Familias y empresas andaluzas han ahorrado casi 24.000 millones de euros desde el Covid
datos del banco de españa
Los depósitos bancarios crecen en Andalucía hasta los 145.556 millones de euros
Se dispara el dinero que tienen en los bancos por el menor consumo e inversión, así como por el desplome de la Bolsa
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La crisis de 2008 pilló a las familias y empresas con un elevado endeudamiento y pocos depósitos en el banco. En la crisis post-pandemia y siete mes después de la invasión de Ucrania por Rusia, la radiografía financiera de las familias y empresas de ... Andalucía es bien distinta. No están mucho más endeudadas que antes del Covid y, por el contrario, han ahorrado como 'hormiguitas' desde marzo de 2020 y se han disparado sus depósitos hasta los 145.556 millones de euros, un 19,6% más que cuando apareció el Covid, lo que se traduce en 23.951 millones más en cuentas a la vista y a plazos. Desde que hay series históricas de depósitos, nunca antes se había alcanzado en Andalucía esa cifra. Sólo entre marzo y junio de 2022, los andaluces han ahorrado 6.259 millones de euros, a razón de 69 millones de euros cada día, según datos del Banco de España.
El 45% del ahorro de familias y empresas en Andalucía se concentra en las provincias de Sevilla y Málaga: 32.968 y 32.124 millones de euros, respectivamente. Le siguen Granada (16.958 millones), Cádiz (16.234), Córdoba (15.146), Almería (13.033), Jaén (11.701) y Huelva (7.389).
En cuanto a los créditos, los andaluces tenían antes del Covid 143.055 millones de euros en créditos, una cantidad que sólo ha crecido en un 4,9% desde entonces (+7.132 millones), situándose ahora 150.192 millones de euros.

Fernando Faces, profesor de San Telmo Business School, declara que los depósitos en España y Andalucía se han disparado «porque la gente está muerta de miedo y huye del riesgo. Ante la actual situación económica, las familias están consumiendo menos, aunque su capacidad de ahorro es limitada por la alta inflación, y las empresas están realizando menos inversiones productivas en, por ejemplo, bienes de equipo o mobiliario».
«Un mayor ahorro no explicaría por sí solo el aumento de depósitos bancarios», matiza Faces, quien asegura que «se está produciendo un trasvase importante de activos financieros, procedentes del ahorro de otros años, a depósitos sin riesgos. Al haber caído la Bolsa un 20% y los bonos entre un 15 y un 18%, muchas familias y empresas han preferido vender sus acciones, fondos u otros activos financieros y meter el dinero en depósitos, siendo el único riesgo la pérdida por la inflación».
Además, este economista, destaca que «los tipos de interés están empezando a subir y eso hace más atractivos los depósitos, algunos de los cuales se remuneran con el 1 o el 2% de interés, cuando hasta hace poco a las familias y empresas tenían que pagar por tener el dinero en la cuenta bancaria. Estoy seguro de que veremos crecer aún más los depósitos por el aumento de los tipos, la ralentización del consumo y el trasvase de activos financieros».
El hecho de que los depósitos hayan crecido un 19,6% y los créditos sólo un 4,9% es, a su juicio, lógico: «Si tienes temor a lo que vaya a ocurrir no vas a pedir créditos». Por otra parte, asegura que dentro de los créditos hay que diferenciar los de consumo y los hipotecarios, «y ya estamos viendo que el sector inmobiliario se está desacelerando porque hay una menor inversión en vivienda por el aumento de los tipos de interés y los precios».

Por su parte, Manuel Alejandro Cardenete, catedrático de Economía de la Universidad Loyola en Sevilla y exconsejero de la Junta de Andalucía, afirma que «el miedo ante la incertidumbre derivada tanto de la subida en la subida de los tipos de interés que están encareciendo las hipotecas, el descontrol de los precios con inflación cercana a dos dígitos y la guerra de Ucrania con el desconocimiento de su finalización, están frenando el consumo y aumentando el ahorro. Incluso comienza a observarse un tímido incremento de la petición de créditos para hacer frente a pagos sobrevenidos».
«La crisis financiera del 2008 trajo consigo un incremento de créditos y reducción de depósitos en la economía española y andaluza. Esa tendencia tan negativa para las familias andaluzas fue perdiendo intensidad conforme se acercaba la recuperación económica a partir del 2019. La tendencia se invirtió y comenzó a incrementarse el volumen de depósitos y de ahorro con una gran estabilidad en el volumen de crédito solicitado por las familias andaluzas», indica.
Nueva crisis
Sin embargo, este economista subraya que «la pandemia provocó una subida exponencial en el volumen ahorrado debido a la imposibilidad de incurrir en gasto ante el cierre total del país y las restricciones de los meses subsiguientes. Cuando todo parecía indicar que se iba a producir un decremento de los depósitos por un incremento del consumo, la nueva crisis qué se está fraguando, ha vuelto a incrementar el volumen de depósitos y de ahorro».

José María O'Kean, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y profesor asociado en el IE Business School, así como autor de varios libros sobre economía, dice que «ni las familias ni las empresas están muy endeudadas. Los créditos que piden las familias para consumir o las empresas para invertir no son demasiados, lo que nos da una idea de que no tienen mucho deseo de gastar ni tampoco de invertir. En otras palabras, están esperando a ver qué pasa porque la incertidumbre es bastante grande».
Llama la atención O'Kean sobre el incremento de los depósitos de familias y empresas en Andalucía, hasta los 141.229 millones de euros en junio de 2022. «Eso tiene dos explicaciones. La primera es que están disminuyendo su consumo y aumentando las cuentas corrientes, es decir, el dinero que tienen en el banco no lo gastan y prefieren reducir su consumo o inversión porque no saben qué puede pasar. Ese ahorro embalsado obedece a una actitud de precaución ante la incertidumbre», indica este economista.
«La segunda explicación del mayor ahorro de los andaluces puede deberse a que estamos haciendo una política monetaria muy restrictiva de subida de tipos de interés para que, de esta manera, los precios se moderen y retirar dinero de la economía, lo que hace que la gente venda las acciones y los activos financieros y el precio de la Bolsa caiga y los tipos de interés suban». A su juicio, «es posible que las familias y empresas que tenían activos financieros, al ver que la Bolsa se ha desplomado y no haber expectativa de que se recupere en el corto plazo, prefieren tener parte de su riqueza financiera en cuenta corriente, en efectivo, en lugar de tenerla en activos cuyo valor se va a desplomar».

¿Donde están reduciendo el consumo la inversión los andaluces? Principalmente en la cesta de la compra y en los comercios, aplazando además grandes inversiones, como la compra de un vehículo o una vivienda. Por su parte, Carmen B. Moreno, presidenta de la Asociación de Concesionarios de Turismos, Motocicletas y Vehículos Industriales de Sevilla (Asconse), advierte que «la venta d coches es un perfecto termómetro de la situación de la economía. Llevamos meses padeciendo los efectos colaterales de la subida desbocada de los precios y la incertidumbre existente de cara al futuro, situaciones que han llevado a las familias a ajustarse el cinturón más que nunca».
Compra de vehículos
Moreno añade que además «la falta de semiconductores, la futura normativa sobre los motores de combustión y la confusión existente entre los consumidores sobre el futuro de la movilidad y las alternativas existentes actualmente en el mercado, también son factores que explican la ralentización que está sufriendo nuestro sector».
No obstante el sector de los concesionarios espera que «los buenos datos registrados en el mes de septiembre, cuando s vendieron 6.981 unidades, con un repunte de ventas del 13,2% en Andalucía respecto al mes del mismo mes del año anterior, supongan el inicio de una senda de recuperación en nuestro mercado».
«En un contexto de enorme dificultad como el actual, desde los concesionarios estamos trabajando a marchas forzadas para adaptarnos a todas las exigencias que se nos imponen y con el objetivo de acercar una movilidad accesible y asequible para todos. Siendo conscientes de que el futuro para por la sostenibilidad y las 0 emisiones, abogamos por una transición ordenada y justa en la que se favorezcan los intereses de los conductores y la renovación del parque, y donde no se demonice ninguna tecnología».
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