Espacio
Objetivo lanzar Andalusat, el primer satélite 100% andaluz
Una veintena de actores impulsan este nanosatélite concebido para seguimiento de fauna y monitorización de parámetros medioambientales

La popularización de los nanosatélites abre la puerta a la democratización del espacio y a una industria de expectativas muy alentadoras, más allá de los países y las grandes multinacionales. Andalucía aún no tiene un satélite propio pese a que en el pasado hubo algún ... intento. Otras comunidades, como Galicia, Madrid o Cataluña, si han entrado ya en la carrera espacial y tienen prototipos en órbita. La región tiene masa crítica empresarial para abordar este desafío. En su histórica industria aeronáutica el espacio pesa cada vez más y ya supone el 9% de toda la facturación del sector (casi 200 millones de euros). Es el momento de dar el salto y ya hay un proyecto serio en fase de despegue.
La empresa sevillana Solar MEMS, fabricante de sensores solares para satélites, con más de una década en el mercado, abandera esta iniciativa, junto al clúster Andalucía Aerospace y la Universidad de Sevilla a través de Aicia (la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía). Objetivo: lanzar Andalusat, el primer satélite 100% andaluz.
Las tras dos compañías andaluzas con mayor negocio espacial, Alter Tecnologies y DHV, también se han embarcado en este proyecto. Ya hay una veintena de interesados, entre ellos, otros dos campus universitarios, el de Cádiz y Loyola, además del centro tecnológico Fada-Catec.
El primer nanosatélite diseñado, fabricado y puesto en órbita íntegramente en Andalucía, Andalusat, pesará unos cuatro kilos de peso y tendrá pequeñas dimensiones: 30x10x10 centímetros. Inicialmente, está concebido como avanzadilla de un sistema satelital andaluz de seguimiento de fauna y monitorización de parámetros medioambientales. Sus aplicaciones serían el seguimiento de animales, la protección de especies en peligro de extinción y del medioambiente, el control de los niveles de contaminación, la observación del cambio climático y la desertización y funciones meteorológicas y oceanográficas.
«No se trata de observación terrestre, no estamos hablando de cámaras para fotografiar desde el espacio, sino de monitorizar, por ejemplo, Doñana, que se está desertificando a un ritmo alarmante. Podríamos poner sensores en el suelo del Parque Nacional, en lugares de difícil acceso, que midan los parámetros medioambientales. Esta información se transmite al satélite, que la procesa para ver en tiempo real qué está ocurriendo. Conseguiríamos así una información valiosa y propia que serviría a la administración en la toma de decisiones», explica a José Miguel Moreno López, socio y director gerente de Solar MEMS. La gestión de la gua o el seguimiento en tiempo real de los linces de Doñana, a los que se colocarían collares sensorizados, son otras aplicaciones útiles de Andalusat.
Así está definida la propuesta que los impulsores han presentado ya al Gobierno andaluz, en concreto a las consejerías de Transformación Económica y Medioambiente. La inversión estimada se sitúa entre tres y cuatro millones de euros durante cuatro años de desarrollo. El periodo electoral ha demorado el avance de las conversaciones con los responsables de Ejecutivo regional para definir la financiación y los plazos de este proyecto público-privado, que se pretende retomar tras el verano.
El único intento anterior lo protagonizaron hace ocho años Abengoa Hidrógeno y empresas como Solar MEMS y Alter Technologies, que diseñaron un pequeño satélite andaluz que no llegó a lanzarse y que se quedó solo como proyecto de investigación.
Ahora, el objetivo es «fabricar un demostrador de tecnología avanzada con las capacidades de todas las empresas implicadas, que pueda aportar un servicio que sea útil a la Administración», explica José Miguel Moreno. Según el diseño previsto, Andalusat tendrá huecos libres en su interior para que otras empresas del clúster Andalucía Aerospace puedan embarcar su tecnología y sus experimentos en el nanosatélite y diversificar su negocio. La otra vertiente es dotarlo de una aplicación para la administración andaluza.
Si se aceleran los plazos, Andalusat podría estar en órbita en el año 2025 e inauguraría la carrera espacial andaluza.
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