Barcelona
La planta calcinada en Barcelona es de la firma sevillana Ditecsa
La empresa asegura que tiene seguros para afrontar los daños del incendio
«La planta de tratamientos de residuos Derpin en Montornés del Vallés lleva veinte años funcionando y nunca hemos tenido un accidente significativo ni en esa planta ni en ninguna de las doce que tenemos en España». Manuel Roca, director general de Ditecsa, respondía así a las preguntas de ABC sobre las causas que han provocado la destrucción de ese centro de tratamiento de disolventes y la contaminación del río Besòs. A falta de que culminen las investigaciones oficiales, Roca explica que los trabajadores aseguran que «el incendio se inició al arder un bidón de disolvente» y propagarse el fuego al resto de productos almacenados: unas 150 toneladas de productos peligrosos.
Asimismo, Roca afirma que l a planta tiene en vigor la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y que cuentan con seguros contra incendio, de responsabilidad civil y responsabilidad ambiental para hacer frente a los daños a la compañía, al medio ambiente y a terceros. Además, indica que la planta ha quedado totalmente carbonizada y que la intención de Ditecsa es invertir unos cinco millones de euros en levantar un nuevo centro para comenzar a operar de nuevo en doce meses.
El incendio en la planta de Ditecsa en la provincia de Barcelona se originó este miércoles cuando en su interior estaban trabajando cuatro empleados en el turno de mañana y cuando en su interior había almacenadas unas 150 toneladas de disolvente. « La planta fue construida en 1992 o 1994 por Befesa, antigua filial de Abengoa . Ditecsa la compró hace unos diez años. Actualmente se dedica a la valorización de disolventes usados en la industria farmacéutica, automoción, petroquímica, talleres o fábricas de pintura», explica este directivo de Ditecsa, empresa propiedad de Gonzalo Madariaga.
Recuperacion de disolventes
La compañía recoge disolventes de distintas empresas y en distintos envases, los destila para quitarles el agua e impropios, y termina vendiendo de nuevo el disolvente recuperado, según las mismas fuentes. «Nosotros no admitimos sustancias carburentes, radioactivas o infecciosas. Antes de destilar los disolventes, analizamos lo que dicen las empresas que nos mandan», añade Manuel Roca.
¿Cuál es la versión de los trabajadores de la planta sobre lo sucedido? «No hemos podido entrar en la planta, que ha quedado totalmente carbonizada, pero -dice el directivo de Ditecsa- por lo que nos cuentan los cuatro trabajadores que estaban en la empresa, y la versión que han dado a la Policía, es que fue un accidente fortuito que se produjo cuando un bidón con disolvente salió ardiendo de forma espontánea».
«Dentro del desastre ocurrido, no ha habido que lamentar daños humanos gracias a que los Bomberos han hecho su trabajo de manera muy diligente y evitaron que el fuego se propagara a otra naves, a pesar de que era un incendio difícil de contener», añade.
Niega la empresa que no cuenten con protocolos y planes de seguridad . «Para poder extinguir cualquier incendios contamos con 200 metros cúbicos de agua, así como extintores. Los trabajadores intentaron sofocar el incendio del bidón que salió ardiendo pero cuando volvieron comprobaron que el fuego se había extendido a otros bidones».
Roca asegura que, en contra de lo que se ha publicado, «nosotros estamos sometidos a reglamentación local, comunitaria, nacional, autonómica e internacional, y contamos en vigor con la Autorización Ambiental Integrada (AAI) , que especifica qué sustancias podemos valorizar y qué tratamientos usar».
Inspecciones, sanciones y certificaciones
Admite Ditecsa que la Agencia Catalana de Residuos sancionó en 2018 a la planta Derpin con dos multas, una de ellas por detectarse almacenamiento superior a la capacidad permitida y por acumulación de materiales fuera de lugar, «pero fueron sanciones leves que no supusieron perder la Autorización Ambiental Integrada». Subraya que e n octubre de 2019 la Agencia Catalana del Residuos inspeccionó la planta e hizo un informe favorable ; pasamos una auditoría de Aenor, que certificó nuestros sistemas de gestión de calidad, de prevención de riesgos laborales y de gestión medioambiental; y hemos superado recientemente una inspección de nuestros sistemas antiincendio».
Sobre la contaminación del río Besòs, la empresa lamenta lo sucedido y aclara que «se produjo por el agua usada en la extinción del incendio. Nosotros tenemos sistemas de recogida de disolventes, de modo que si un bidón se rompe siempre hay una cubeta de contención debajo ». Agrega Roca que «los daños al medio ambiente, a terceros y propios están cubiertos porque tenemos seguros contra incendio, de responsabilidad civil y de responsabilidad medioambiental. No somos unos piratas. Llevamos muchos años en este negocio, somos una empresa seria que sabe que se dedica a actividades con mucho riesgo».
Ditecsa explica que en sus planes entra volver a la actividad de valorización de disolventes en Derpin en el plazo de doce meses, para lo cual tendrían que hacer una inversión de unos cinco millones de euros en un nuevo edificio.
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