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Obras en Triana

Los dueños del bar «Las Golondrinas» promueven el hotel de Cerámicas Montalván

El nuevo establecimiento llevará un restaurante en su planta baja

El nuevo hotel de Triana llevará también un restaurante J. M. SERRANO

E. FREIRE

La familia Arcas, una de las más conocidas de Triana , dueña del bar «Las Golondrinas» de la Calle Antillano Campos, y de su sucursal moderna de Pagés del Corro, es la promotora del hotel con encanto que dará nueva vida al histórico inmueble de Cerámicas Montalván.

Este nuevo alojamiento singular del barrio de Triana está muy próximo al bar familiar y tiene fachada a tres calles: Alfarería, Antillano Campos y Covadonga. Las obras del hotel, que entrañan gran complejidad al tratarse de un edificio protegido, comenzaron en septiembre de 2016 y se espera que estén terminadas en un plazo de cuatro meses para que pueda inaugurarse antes de que termine este año.

El establecimiento contará con 21 habitaciones espaciosas, tipo «suite junior» , que se distribuirán en un espacio que ha estado ocupado por cinco casas de distintas alturas, sobre una superficie construida de 2.250 metros cuadrados.

La Calle Antillano Campos, donde está el bar «Las Golondrinas» J. M. SERRANO

En la decoración se respetarán los antiguos paramentos de cerámica y se reutilizarán los azulejos de gran valor del sello Montalván , algunos centenarios.

En la zona que sirvió de tienda exposición a la antigua empresa de cerámica irá un restaurante, en el que la familia Arcas renovará su carta tradicional, aunque sin desviarse de su vocación de cocina sencilla. «No queremos un bar de turistas, sino que venga la gente de Triana y también los visitantes», señala uno de los cuatro hijos de Francisco Arcas, el hostelero dueño de «Las Golondrinas», que fue también político en los primeros años de la democracia y ocupó el puesto de teniente de alcalde de Triana como recuerda una placa bien situada en el barrio.

El progenitor está detrás de sus cuatro hijos en esta nueva aventura empresarial de altos vuelos, ya que el proyecto hotelero de cuatro estrellas está llamado a ser uno de los más emblemáticos de Triana en plena fase de ebullición turística.

La familia Arcas compró el edificio a los herederos de Saturnino García Montalván , el fundador de esta firma de cerámica artística que sucumbió en 2012 más de un siglo y medio de vida.

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