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CORONAVIRUS ANDALUCÍA

Las empresas sevillanas se reinventan con el Covid-19 y aprovechan las nuevas oportunidades de negocio

Robots que trasladan la comida de un sitio a otro, tornos que miden la temperatura o una App para clases online de idiomas sin reserva previa, algunas de sus nuevas actividades empresariales

De arriba abajo y de izquierda a derecha, Anselmo Valdés, Frederic Días, Víctor Martín, Nicolás Tapia y Carmen Quintero, cuyas empresas han reorientado sus actividades para responder desde Sevilla a las demandas generadas por el Covid-19 ABC

Elisa Navas

Dicen que las adversidades agudizan el ingenio, que las dificultades provocan una reactivación de las ideas. Y es precisamente esto lo que le está ocurriendo a un amplio abanico de los sectores productivos de nuestro país y, por ende, de Sevilla. Robots humanoides que detectan los primeros síntomas del Covid-19, tornos que miden la temperatura corporal e higienizan las manos antes de entrar al trabajo, cabinas desinfectantes para carritos de la compra, clases instantáneas de idiomas… Son algunos ejemplos de cómo la empresa sevillana abre nichos de mercado nuevos ante una nueva situación. Y los encargos han empezado a llegar cuando otra parte de la actividad tradicional se ralentiza por la crisis sanitaria.

Martín, CEO de Macco, una empresa radicada en la isla de la Cartuja, en Sevilla ABC

En la isla de la Cartuja tiene su sede Macco, que desarrolla y fabrica robots desde finales de 2013 dirigida al sector gastronómico. Restaurantes, hoteles y bares son sus clientes que, a partir de ahora, tienen también la posibilidad de adquirir una gama de robots enfocados a la desinfección de espacios y a la detección de los primeros síntomas de Covid-19. Víctor Martín, CEO de Macco, explica que ante la nueva situación «hemos adaptado dos de nuestros robots. El primero, Dbot, es una plataforma automatizada que lleva comida de un punto a otro, con lo que se evita el contacto entre personas», argumenta Martín, quien añade que se le ha integrado unos dispensadores desinfectantes, más luz ultravioleta, que le permite limpiar automáticamente el local.

Bibot V.4 es un humanoide que interactúa con el cliente, incorpora lectores de toma de temperatura, es capaz de conectarse con servicios de terceros y sistemas externos: desde base de datos a aplicaciones. El equipo de Macco lo ha equipado para realizar los primeros reconocimientos de los síntomas iniciales del coronavirus. Asimismo es capaz de conectar con un médico en caso de detectar alguna anomalía en el cliente. La empresa también dispone del T herme Reader Station, un dispositivo sin contacto que reconoce también los primeros síntomas del Covid-19, mide la temperatura en dos segundos y envía sus notificaciones en tiempo real.

Son algunos de los cinco modelos de robots de Macco, que ha cerrado operaciones de venta en Nueva York y «estamos en conversaciones con grandes cadenas de exportación en España y Caribe», explica Víctor Martín. En la compañía trabajan 45 personas repartidas entre Sevilla e India y con oficina en Nueva York. La apertura de una segunda en Miami «la frenó precisamente el virus», puntualiza Martín.

Carmen Quintero, directora de MP Productividad ABC

Por su parte, MP Productividad es otra empresa ha que sabido dar un giro a su actividad a raíz del Covid-19. Sus clientes les llamaron preocupados «por no tener un sistema que permitiese medir la temperatura a sus empleados sin tener que tener a una persona que lo hiciera manualmente, con los riesgos que conlleva y los cuellos de botella que provoca», expone l a directora de MP Productividad Carmen Quintero . Y en tiempo récord sus ingenieros se pusieron manos a la obra «porque ser ágiles en las respuestas es una de nuestras señas de identidad». Idearon un torno que mide la temperatura corporal «y además incorporamos un sistema lavamanos para su desinfección. De esta forma, si la persona que accede no cumple con las condiciones el torno no se abre, incluso estamos valorando la posibilidad de reconocimiento facial de mascarilla», revela esta misma fuente.

MP Productividad realiza servicios de mantenimiento, proyectos relacionados con maquinaria industrial y gestión de compra y almacenes para la industria. Quintero asegura que la «adaptación» del equipo a estos nuevos sistemas ha sido «muy rápida» por la experiencia acumulada. Algunos de estos tornos ya se han instalado en Aceitunas Guadalquivir y explica que sus clientes son principalmente españoles.

Frederic Días, CEO de Bumdary ABC

En la industria de la educación, hace un par de semana se puso en marcha Bumdary, una startup que pone en contacto a profesores y alumnos de idiomas on line de forma instantánea. E l CEO de Bumdary, Frederic Días , asegura que se trata de la primera App de idiomas que «permite tener clases inmediatas sin reservas ni esperas», un proyecto apoyado por la Escuela de Organización Industrial. Está satisfecho porque en la primera semana esta plataforma ha conseguido captar la atención de 200 profesores de todo el mundo. Explica que el alumno decide qué tipo de clase quiere, en qué idioma y durante cuánto tiempo. En principio las clases pueden durar desde 15 a 60 minutos, «porque la flexibilidad de nuestro sistema es una pieza fundamental, como también lo es el precio que se paga», señala Días.

Así, ni profesor ni alumno tienen que ser siempre los mismos, pueden interactuar con otros para familiarizarse con otros acentos «porque a ambos se les permite esa libertad, tanto a la hora de dar como de recibir la clase». También existe la posibilidad de que las empresas compren créditos a sus trabajadores que los podrán usar en cualquier momento.

Nicolás Tapia, gerente de ICM Talleres, ubicada en la localidad sevillana de Los Palacios

En Los Palacios se encuentra ICM Talleres (Ingeniería, Calderería y Mecanizados), que da empleo a 47 personas y donde la nueva situación ha conllevado nuevos servicios a sus clientes. El gerente de ICM Talleres, Nicolás Tapia, indica que ya han realizado mamparas protectoras, previo encargo, a distintos establecimientos, entre ellos farmacias. «También nos las demandan ayuntamientos y empresas como medida para evitar contactos». Un segmento que no habían tocado antes pero donde ya se han puesto a trabajar porque otros servicios tradicionales “están ahora más parados», reconoce Tapia.

En estos momentos, lo más difícil es encontrar el material con que se fabrican estas mamparas, como el metacrilato, «debido a la alta demanda existente en el mercado. Nuestros proveedores creen que hasta finales de mayo o primeros de junio será complicado tenerlos aquí, por lo que ahora trabajamos intensamente en su obtención a través de otros canales».

ICM ha presentado estos días distintos bocetos al sector de la restauración diseñados por ellos mismos «como cúpulas o campanas transparentes par a aislar a grupos de comensales», ante la certeza de que los restaurantes que hemos conocido hasta ahora no podrán seguir funcionando sin medidas que eviten el contacto.

También proyectan unas cabinas donde introducir los carritos de los supermercados «para desinfectarlos de forma automática, sin que medie la labor humana» y que, a juicio de Tapia, podría ver la luz en unas dos semanas.

Anselmo Valdés, propietario del restaurante Decuchareo, de la capital andaluza ABC

Y de otro lado la restauración ahora con las puertas cerradas al público. Pero no toda. Algunos restaurantes han decidido dar comidas a domicilio, previo encargo. Tal es el caso de Decuchareo, 28, inaugurado hace cuatro años y que desde hace dos semanas optó por reabrirlo con esta nueva modalidad.

Anselmo Valdés, el propietario del restaurante Decuchareo, ha elaborado una carta ex profeso y otra sin gluten para esta situación anómala, «puesto que la tradicional no la podíamos hacer para trasladarla al domicilio porque se podía estropear el plato», argumenta. Define su cocina como «tradicional con un toque de alta cocina, es decir, bien elaborada», lo que le ha reportado una clientela fiel a su carta tradicional, y que son precisamente muchos de estos comensales los que ahora le llaman para los encargos. Valdés asegura que elaboran una media de 20 platos diarios para 3 o 4 pedidos «porque nos piden comida para varios días».

Afirma que cuando pueda abrir mantendrá este nuevo servicio porque su aforo es de 40 personas y con las futuras limitaciones se reducirá a la mitad o más porque no dispone de terraza. Lo que si tiene claro es que mantendrá su horario habitual, solo comidas a mediodía de lunes a sábado.

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