Juan Francisco Iturri: «Hay que rebelarse para que Andalucía dé un salto adelante»
Se pone al frente de Cesur para los próximos tres años, una etapa marcada por la «oportunidad histórica de aprovechar bien los fondos de la UE»

Asumió el pasado mes la presidencia de Cesur, tomando el testigo de Ricardo Pumar. Aunque se trata de un empresario discreto, ha dado un paso adelante guiado por un sentimiento de inconformismo. «En esta asociación amamos el Sur de España y no nos gusta cuál ... es su situación actual; nos rebelamos para lograr que nuestra tierra, además de tener una gran calidad de vida, genere riqueza y empleo gracias al crecimiento de nuestro tejido productivo», afirma Juan Francisco Iturri. Para «dar un salto adelante» hay que luchar contra estereotipos que hacen un gran daño. «En Andalucía y Extremadura somos muy serios, lo cual es compatible con ser alegres, y hay que reivindicar nuestra imagen de alegría pero también de rigor».
¿Cuál es su principal objetivo al frente de la asociación?
Cualquier esfuerzo debe ir encaminado a apoyar la industrialización de nuestra región y al apoyo de nuevas vocaciones empresariales. Tenemos magníficas compañías, pero son pocas y de escasa dimensión, así que deben ser la base para crecer con nuevas empresas, que son las únicas que pueden garantizar la riqueza de cualquier sociedad.
Por un lado habrá una inversión de 70.000 millones de euros en fondos ; por otro, ya hay economistas que ya advierten cómo hasta 2024 no volveremos a la situación de 2019. ¿Cuál es su previsión para los próximos años?
Hemos vivido una auténtica calamidad, social y económica, una situación indeseada que ahora tenemos la obligación de reconvertirla en una oportunidad. Habrá una inversión muy relevante en los próximos años y el objetivo no debe ser tratar de volver a 2019, sino asumir que estamos ante el desafío de avanzar hacia un verdadero cambio de modelo económico. Las líneas que están marcadas son muy claras: hay que incidir en la transición digital, la sostenibilidad y el cambio de modelo energético... Y en todo ello tenemos mucho que decir. Nunca ha existido una cantidad de fondos semejante para invertir en la transformación de la economía, así que estamos ante un desafío único. Malgastar esta oportunidad será una irresponsabilidad histórica que pagarán las futuras generaciones.
Polos industriales como los de Huelva y Algeciras se ha convertido en el motor de nuevas tecnologías como el hidrógeno verde. ¿La transición energética es la gran oportunidad para relanzar la industria ya existente?
Para Cesur la industria es clave. Tenemos una comisión en este sector que trabaja con mucha seriedad y tiene como objetivo colaborar con la administración para hacer un plan realista y realizable con medidas a corto y medio plazo, donde la simplificación burocrática es clave. Los polos de Huelva y Algeciras son críticos para nuestra economía, como también lo es el sector minero y toda la cadena de valor del cobre, desde su extracción y refino hasta la transformación;y también la aeronáutica. En Andalucía hay además empresas magníficas que son muy desconocidas.
¿El covid ha demostrado que la dependencia total de la industria de terceros países es peligrosa para la UE?
A corto plazo ha demostrado que debemos tener una reserva estratégica de todos aquellos materiales que son necesarios para afrontar una emergencia, bien sanitaria o bien aquellas producidas por catástrofes naturales. En el caso del temporal de Filomena se constató que debíamos contar con sal almacenada para mitigar los efectos de la nevada. A medio y largo plazo los países de la UE no deben renunciar a participar en aquellas capacidades y tecnologías que son esenciales para el crecimiento de la economía. La globalización es un proceso que no tiene marcha atrás, pero es compatible con que Europa también desarrolle conocimientos sobre litio, clave para las baterías, o del silicio, para los paneles fotovoltaícos, y que aproveche todas las materias primas que hay en su territorio.
En Andalucía existió en la tecnología del silicio la empresa Isofotón, que recibió cuantiosas ayudas públicas a pesar de ser inviable...
Hay dos cosas de las que debemos huir. Una de ellas es la de sostener con dinero público aquellas empresas que no pueden ser viables, porque son ayudas que no ayudan. Y en paralelo, la sociedad debe dejar de estigmatizar a todos aquellos empresarios y profesionales que emprenden, se arriesgan, se equivocan y no logran que sus empresas finalmente salgan adelante. Es un estímulo negativo que bloquea la iniciativa empresarial.
Ahora se avecina una oleada de concursos de acreedores. ¿A veces da más miedo el desprestigio social que la quiebra económica?
Si un empresario vende su empresa en un momento propicio y se retira a vivir de las rentas a Sotogrande, es un triunfador; si se arriesga para seguir al frente de la empresa y luchar por ganar más dimensión en su entorno, que sea un legado para las siguientes generaciones, y finalmente no le salen bien sus planes, bien porque se equivoca o bien porque llega una crisis inesperada, no puede ni pasear por Sevilla sin que le señalen. Socialmente el fracaso está castigado severamente, y esa mentalidad debe cambiar porque hace un gran daño.
¿Qué medidas va a impulsar para luchar contra esa mentalidad?
Mi presidencia coincide con un plan de acción de tres años en el que vamos a realizar, por ejemplo, un plan para fomentar el emprendimiento femenino. La influencia de las mujeres no solo debe crecer en los puestos directivos, sino que es necesario que existan más empresarias, porque tienen una visión a largo plazo y una constancia en sus planteamientos que las convierten en magníficas emprendedoras. También enseñamos emprendimiento en la escuela con programas como Growlab. El compromiso de Cesur es total, como demuestra el hecho de que con el Covid hemos logrado el mayor número de socios.
Usted conoce cómo funciona la industria en países como Alemania. ¿Realmente la formación profesional dual es un estímulo tan importante para el crecimiento de este sector?
Sin duda lo es, y hemos tardado demasiado tiempo en entenderlo. En la mayoría de las industrias que hay en Andalucía uno de los principales problemas par crecer es la carencia de profesionales que tengan la formación adecuada en mecánica, electricidad o electrónica. No solo estamos colaborando al refuerzo de la formación profesional dual, sino que también entre estos estudiantes vemos que existe un campo muy relevante para buscar a nuevos emprendedores que decidan emprender sus propios negocios.
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