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Nuevo presidente de Fadeco Contratistas

Rafael Sánchez Alcalá: «La ampliación del puente del Centenario es un globo sonda»

Este empresario de Morón de la Frontera quiere borrar la caricatura del empresario de la Construcción como un especulador del ladrillo con el puro en la mano

El nuevo presidente de los constructores andaluces, a las puertas de la sede de la CEA en Sevilla MJ López Olmedo

E. Freire

Nació en Madrid pero se siente de Morón de la Frontera, donde vive desde los dos años. Preside un grupo familiar, Estudios y Ejecuciones , cuya actividad principal es la construcción, y que tiene también una ingeniería y proyectos en otros campos, como la medicina y la energía, con una planta de ciclo hidráulico en Zaragoza. Arquitecto técnico de formación, Rafael López Alcalá cultiva su faceta humanística con «un proyecto de corazón, no de negocio», la editorial Victoria , que publica libros de escritores noveles singulares. El pasado 1 de junio asumió la presidencia de Fadeco Contratistas, patronal que representa a más de 1.500 constructoras andaluzas, entre ellas Azvi, Martín Casillas, Rusvel, Otero o Miguel Rebollo. Su empeño personal es abrir «un nuevo ciclo» en Fadeco que devuelva al sector el «prestigio social» perdido.

—¿Qué quiere cambiar en Fadeco?

—Hace 23 años fundamos la asociación de empresarios de Morón y desde el primer día su financiación solo ha sido la cuota de los asociados, sin entrar en otras historias. Esa es nuestra filosofía, la tenemos escrita en nuestros estatutos y es la que yo quiero trasladar a Fadeco. También queremos promover la unidad de las ocho provincias. La primera reunión la hemos celebrado en Almería, un síntoma de ese cambio de ciclo y de actitud. Hemos dado cabida a todos los representantes provinciales y la idea es que los empresarios sean los que dirijan las asociaciones empresariales. Queremos trabajar con un planteamiento de prestigiar al sector y defenderlo ante la administración.

—¿Cree que los constructores están desprestigiados?

—Nuestro sector está muy desprestigiado a nivel social y para nosotros es fundamental en esta nueva etapa de Fadeco prestigiar a la empresa constructora. No nos merecemos el trato que la sociedad muchas veces nos da. Para ello vamos a llevar la Responsabilidad Social Empresarial hasta la última empresa constructora, con la prevención y el respeto al equipo humano y al entorno medioambiental como premisas. Cuando hay un accidente laboral es muy fácil para los sindicatos culpar siempre al empresario. Eso no es serio, porque es un tema de todos. Los empresarios empujamos en la misma dirección, somos compañeros de los que trabajan directamente en la obra. Hoy hay técnicos muy formados que se preocupan de la prevención. Cuando hay una desgracia lo bueno es analizarlo, corregirlo y trasladarlo a todos los implicados para que no se vuelva a repetir, antes que acusar a una parte. Tenemos depositada la competencia de la seguridad en la Fundación Laboral de la Construcción, que es un órgano paritario donde se abordan todas las necesidades.

—¿La especulación, el «pelotazo» que se achacó al sector en la época del boom, no la ve del lado del constructor?

—No, no, no. El boom ayudó a las constructoras a tener más trabajo, pero las plusvalías, cuando las había, han ido fundamentalmente al sector de la promoción inmobiliaria. La constructora contrataba una obra para un plazo de 16 y 24 meses, normalmente a precio cerrado. El concepto es distinto.

Rafael Sánchez Alcalá asumió la presidencia de Fadeco Contratists el pasado 1 de junio MJ López Olmedo

—¿Qué pesa más en el negocio andaluz de la Construcción, el sector público o el privado?

—Ahora mismo, el que sostiene de verdad a la empresa constructora es el sector privado. Está claro que hay muy poca obra pública. Los presupuestos de las administraciones para infraestructuras solo se cumplen en un 40% o 50% máximo; puede ser por negligencia, falta de interés o incapacidad, y esto no nos parece serio. Ello va en detrimento de algo muy importante, el empleo. Si se ejecutaran las inversiones presupuestadas habría menos paro. Nuestro sector es una locomotora que genera mucho empleo, porque mueve muchos subsectores, como la madera, el aluminio, el cristal, el cemento o la maquinaria.

—¿Qué opina de los últimos anuncios del ministro de Fomento, como la ampliación del puente del Centenario de Sevilla?

—Entendemos que son globos sonda. La ampliación del puente del Centenario no creo que sea la solución. Sevilla necesita la SE-40 y que no gastemos bromas con este proyecto. El ministerio está haciendo una política de ocurrencias. El ministro vino a hablar de la reanudación de los túneles bajo el Guadalquivir en la SE-40, tema que ya había anunciado su antecesor, y lo que dice ahora es que hay que ponerle dos aleros al puente del Centenario. Es ridículo que tengamos un puente con dos vías y media por cada sentido cuando la SE-30 viene con tres. Eso es algo que no entiende nadie. Pero que ahora vengamos con esa ocurrencia me parece una broma. Sevilla lo que necesita es la SE-40, donde hay una inversión importante ya realizada y una tuneladora que lleva un montón de años parada, con un coste mensual importante. Andalucía se merece que sus representantes políticos exijan al Gobierno central, sea del signo que sea, que las infraestructuras se tomen de una forma seria. Porque hay dinero. Ya estamos viendo que a otras comunidades, como Cataluña, se les da el dinero muy fácilmente, y muchas veces el silencio de nuestras instituciones es un silencio cómplice.

—¿Los constructores locales están captando negocio en los nuevos desarrollos residenciales privados?

—Las empresas locales están entrando en este negocio, lo que ocurre es que el factor precio es fundamental. La materia prima está subiendo entre el 12 y el 18% y eso influye en obras que están contratadas hace un año y que no tienen revisión de precios. Para mi, el sector no ha salido de la crisis. Algunas empresas hemos entrado en obras para mantener nuestra estructura, sin posibilidad de beneficio, pero si se sobrepasa la línea de la rentabilidad y entras en pérdidas, las empresas se lo están replanteando. O negocian y actualizan los presupuestos o paran, como ya está ocurriendo en algunas obras.

—¿Es cierto que hay perfiles profesionales que no encuentran las constructoras en el mercado laboral andaluz?

— Hace falta mano de obra en oficios muy singulares, de últimas tecnologías, pero el sector no va a permitir la vuelta masiva de personal sin que tenga la cualificación ni la formación que se necesita. Ahora se exige una cartilla profesional que acredite la formación y la experiencia en el sector.

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