Las residencias estudiantiles agitan el mercado sevillano del alquiler

A corto y medio plazo, este déficit se va a corregir en buena parte con la puesta en carga de la decena de nuevos proyectos de alojamiento para la comunidad académica que están desarrollando destacados operadores del mercado. Son casi 4.000 nuevas camas las que se están gestando en diferentes zonas universitarias de la capital y alrededores. Ya para el próximo curso, al menos cuatro nuevas residencias abrirán sus puertas.

Expertos consultados consideran que esta nueva oferta aliviará la presión de los precios de los alquileres de los llamados pisos de emancipación para jóvenes. Si los estudiantes de otros puntos de España y del extranjero que llegan a miles a Sevilla cada curso optan por las residencias, habrá más volumen de viviendas en el mercado abierto y los precios podrán moderarse. Hay que tener en cuenta que en Sevilla la oferta de pisos de alquiler se ha reducido casi a la mitad durante la pandemia y las rentas han subido un 3,5% en el último año .

Los promotores de las nuevas residencias universitarias empiezan a comercializar las plazas a precios competitivos y cambiando el modelo para integrar a los estudiantes en entornos urbanos, con un diseño a medida, que combina habitaciones o estudios individuales con el 'coliving' o piso compartido.

El concepto de estos alojamientos de nueva planta es muy diferente al de los típicos colegios mayores tradicionales ubicados en los campus y alejados de las zonas de servicios y ocio que ofrece la ciudad. No se trata ya de hacer una casa grande donde los jóvenes se alojen en habitaciones convencionales, sino de diseñar un complejo dividido en estudios individuales o estancias compartidas, con cocina y baño independientes para inquilinos más autónomos y responsables, explica Berta Guillamón, directora general de Nodis , la gestora de las residencias de estudiantes que ha levantado Grupo Moraval en el suelo que ocupaban las antiguas cocheras de Tussam en el barrio de El Porvenir. Un gran edificio situado estratégicamente en las inmediaciones de los campus de la Pirotecnia y Ramón y Cajal, y también próximo al distrito universitario de Reina Mercedes.

Se trata de la mayor residencia de estudiantes de España y Portugal, con 1.127 plazas. Las obras están muy avanzadas y terminarán en el mes de julio para que pueda abrir ya en el próximo curso que arrancará en septiembre.

La promotora Moraval , en 'joint venture' con EQT (dueño de Idealista), abandera este proyecto, que supone una inversión de 60 millones de euros. El Fondo de Desarrollo Urbano de Andalucía lo respalda con una financiación de 15 millones de euros. Arcano Capital ha sido el intermediario que ha canalizado estos recursos, que forman parte del gran fondo suscrito entre el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Junta de Andalucía para proyectos de desarrollo y restauración de zonas urbanas.

El complejo de Moraval, en la avenida Ramón Carande de Sevilla, ocupa una superficie construida de 29.000 metros cuadrados, de los cuales, alrededor de 10.000 son zonas comunes que evocan la oferta hotelera o los pisos turísticos. Así, incluye una piscina en la azotea con terraza mirador, jardín 'chill out', gimnasio, salas de estudio y audiovisuales, biblioteca o comedor con servicio de media pensión o pensión completa para quienes quieran olvidarse de cocinar.

La residencia consta de tres bloques distribuidos tanto en estudios individuales como en los alojamientos compartidos. En concreto, de las 1.227 plazas totales, 524 son estancias para un estudiante con una pequeña cocina, zonas de office y estudio y baño. Otras 603 se reparten entre los denominados 'threedios' , que son tres habitaciones independientes que comparten dos baños y una zona de estar completa para que convivan tres inquilinos como si se tratase de un piso de estudiantes.

Nodis está ya comercializando la residencia a precios a partir de 460 euros para los estudios individuales y a 590 euros por cama en el caso de los 'threedios'.

El Covid ha modificado la equipación de las estancias, donde hay monitores ambivalentes, que sirven para ver la televisión y también para las clases o el estudio online. La domótica y la sostenibilidad son otros rasgos de este complejo, al que se accede con móvil o huella dactilar, y que utiliza placas solares y sistemas electrónicos que detectan intrusos y apagan las luces cuando no hay nadie en la habitación.