sevilla
Primera lección del programa de formación Sputnik: nadie dijo que emprender fuera fácil
Los fundadores de Twenix, Chekin o Geographica cuentan en este programa de talento las turbulencias de sus historias de emprendimiento
Juan Jesús Velasco, vicepresidente de Genially: «Las aceleradoras ayudas a las startup a hacer el camino del desierto más rápido y llevadero»
Sputnik descubre el ADN de los ganadores

Ni trabajar para otros ni ser funcionarios. Ninguno de esos objetivos entraban en los planes de la mayoría de los emprendedores de éxito que han pasado por la nueva edición del programa de talento Sputnik, lanzado hace tres años por el empresario y tecnólogo Juan Martínez Barea, y al que han acudido esta semana quinientos jóvenes estudiantes y titulados universitarios becados por empresas. En esta ocasión, empresarios de éxito han relatado en este seminario las turbulencias vividas en sus historias de emprendimiento, y profesionales del mundo del capital riesgo han contado los pros y contras de esta forma de financiarse.
Ana Molina, CEO de Odders Lab, una empresa andaluza de videojuegos de realidad virtual, recordó su experiencia profesional como arquitecta por cuenta propia durante diez años antes de lanzarse al mundo tecnológico. La crisis de 2008 tocó de lleno a los arquitectos y Molina armó un plan B. Acudió a Startup Week Sevilla, un evento que reúne a emprendedores y grupos de profesionales de todos los ámbitos. «Aquello cambió mi vida. De allí salió mi primera startup», relata Ana Molina, que creó Oblumi, un termómetro smart, que terminó vendiéndose en 26 países y era el único que se hacía en España.
Llegó la pandemia y su principal partner en Oblumi cayó y hubo que pasar el plan C. «En el confinamiento tenía a 16 personas en la compañía y convocamos un consejo de administración en el que decidimos en cinco horas iniciar un proyecto de realidad virtual, pasando de la salud a los videojuegos», relata esta CEO de Odders Lab, que ha sacado al mercado ya tres videojuegos: Ohshape, Chess Club, LesMills Bodycombat. Y como guinda del pastel, Meta ha nombrado a LesMills Bodycomat Mejor App de 2022. Ya Mark Zuckerberg se apoyó en el videojuego sevillano Chess Club, un simulador de ajedrez, para mostrar las capacidades del 'hand tracking' de su plataforma de realidad virtual Meta Quest y la mencionó como un ejemplo un 'post' de su red social.
Jorge Moreno, cofundador y CEO de Twenix, admite que era un verso libre en la Universidad, donde la mayoría de sus compañeros querían trabajar en el sector público. «Yo quería hacer cosas diferentes», confesó. Como tenía dificultades para aprender inglés, convirtió una necesidad propia en un negocio. Con otros dos socios crearon esta startup de formación online de inglés para empresas, en la que invirtieron el poco dinero de que disponían como estudiantes universitarios: 10 euros para comprar un dominio en internet.
Con el tiempo y financiación, Moreno y sus socios crearon su propia plataforma y en 2020 pasaron de 2 a 23 empleados. En 2021, su facturación pasó de 300.000 a un millón de personas, y su plantilla la integraban 57 trabajadores. Este año alcanzaran los tres millones de ingresos esta empresa, que en el camino ha tenido como compañeros de viaje fondos de inversión. Este emprendedor destacó la importancia de los valores y de divertirte mientras emprendes. «Si no te diviertes, no tiene sentido», subrayó.
El gran dilema
Y cuando llega el éxito a una startup y surge un comprador, la decisión tampoco es fácil. Ante ese dilema se encontró Héctor García, cofundador de la startup Geographica, adquirida por la multinacional Carto. Este geógrafo, ahora director de estrategia de Carto, hacía mapas en papel para paradas de autobuses. Cuando surgió Google Maps no se amilanó y se subió a la cresta de la ola, ofreciendo servicios de localización geográfica a multinacionales. Poco después se incluyó a Geographica en el top 50 de las mejores empresas del mundo de geolocalización inteligente. «Antes de tomar una decisión hay que hacer una 'due dilligence' y ver si la empresa que te quiere comprar tiene cadáveres tras de sí. Es un proceso que hay que hacer de forma ordenada. Y tras el noviazgo llega la boda, donde hay que decidir la forma, el dinero y las acciones», explicó.
El ingeniero de telecomunicaciones Samuel Gil, socio y director de inversiones de la sociedad de capital riesgo JME Ventures, así como profesor del Instituto de Empresa, introdujo a los participantes en el mundo del 'venture capital' como alternativa a la autofinanciación, los business angel y el crowdfunding. «El 'venture capital' permite acelerar el crecimiento a las startup, acceder a grandes cantidades de dinero, que no se logran con los business angel», explicó Gil, quien dijo que en etapas tempranas pueden financiar hasta 5 millones, y cientos de millones en etapas posteriores.
«Lo bueno -dijo- es que si salen mal las cosas no tienes que devolver el dinero, pero eso es a cambio de permitir al 'venture capital' participar indefinidamente en los beneficios de la compañía. Es una financiación cara porque se trata de empresas con grandes riesgos que hacen cosas difíciles y que tienen una alta tasa de fracaso. Lo normal es que en estas operaciones vendas el 20% del capital y el emprendedor pierde control», admitió.
Montaña rusa de emociones

Por su parte, Juan Jesús Velasco, que durante años estuvo al frente de la aceleradora El Cubo y actual vicepresidente de la startup Genially, recordó que una «startup es una montaña rusa de emociones», de moco que un día estás en la cresta de la ola y otro, hundido. En este sentido, destacó que las aceleradoras permiten canalizar ese proceso, desde que surge la idea hasta que logra tener una facturación «porque importante es tener una idea y detectar una necesidad, pero más importante es la ejecución de esa idea para que sea exitosa». «Las aceleradoras ayudan a hacer ese camino del desierto más rápido y llevadero», dijo Velasco, quien recordó que «si quieres llegar lejos, mejor ir acompañado».
También ha participado en Sputnik Antonio Bustamante, fundador de la startup Chekin, quien acaba de lanzar Qamarero, una empresa del setor de la restauración; así como Rosa Siles, directora general de la Fundación Andalucía Emprende. Juan Martínez Barea ha anunciado en esta edición que en enero se lanzará la 'Red Sputnik' para conectar, aprender y lanzar nuevos proyectos entre los estudiantes que han participado en este programa. Además, ha presentado su nuevo plan para crear un 'ejército' de 300 estudiantes que han pasado por Sputnik para ser embajadores de este programa, crear equipos de voluntarios, buscar financiación para nuevas becas..
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