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Elecciones en Andalucía 2018

La posible irrupción de Vox y los pactos entre los partidos marcarán el futuro de las elecciones andaluzas

Casado deja claro que pactará con Ciudadanos aunque no sea la fuerza más votada

Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez en una visita a la cooperativa San Isidro de El Ejido Efe/Carlos Barba

Stella Benot

El análisis más certero de lo que suponen las elecciones andaluzas lo hacía este jueves el presidente del PNV, Andoni Ortuzar . «Hay muchas cosas en juego, ver el nivel de aguante del PSOE en un momento en el que en Andalucía pasan por problemas, también ver si el tirón de Sánchez cuaja allí, se va a ver cómo va la pelea en la derecha española entre PP y Ciudadanos; si el fenómeno de Vox es verdad, o no, si es ruido o más nueces. Hay muchas cosas para ver».

Porque, por mucho que quiera Susana Díaz, por más que los principales candidatos a la Junta se desgañiten haciendo propuestas regionales, la realidad es que lo que pase en las urnas dentro de dos domingos va a medir la temperatura política en España y va a marcar las decisiones estratégicas de las distintas formaciones en las próximos meses.

Porque el domingo 26 de mayo habrá elecciones. Está por ver si será un «súperdomingo» con elecciones generales, municipales y europeas (además de autonómicas en 14 comunidades), o si las generales se quedan para más adelante pero se repartirá el poder institucional en la administración más importante de todas, los ayuntamientos.

Tomando como referencias las últimas elecciones que se han celebrado, las de Cataluña, donde nadie daba por ganador a Ciudadanos, y siguiendo las encuestas que muestran bastante igualdad entre los partidos, las urnas andaluzas darán certeza a lo que, hasta ahora, son sólo especulaciones.

Es cierto que el PSOE andaluz no es el mismo PSOE que el federal, pero cua lquier movimiento en el Sur puede hacer cambiar de opinión a Pedro Sánchez sobre las elecciones generales . Si en el feudo de Susana Díaz, los resultados son malos, se encenderán todas las señales rojas. Sin Andalucía (y sin Cataluña que ya se perdió), Sánchez no podrá aspirar a muy buenos resultados en las generales. Susana Díaz no quiere ni pensar que una eventual convocatoria de elecciones generales vaya a frenar la conformación de su Gobierno. O, peor. Que la Junta se convierta en moneda de cambio de los partidos nacionales.

También está por ver cómo le afecta la confluencia de Adelante Andalucía, una propuesta de la que está en contra Pablo Iglesias aunque vendrá, junto a Alberto Garzón, el próximo sábado a apoyar a Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo. Sus portavoces aseguran que son una alternativa real para gobernar la Junta. Este jueves Teresa Rodríguez aseguraba que la corrupción del PPy el PSOE «lastran a la economía andaluza, al desarrollo económico y perjudican a la sanidad y la educación».

Reparto por la derecha

El equilibrio de poderes por la derecha también está en juego. Sobre todo teniendo en cuenta la incógnita que representa Vox para estas elecciones. Las encuestas auguran que habrá que tener en cuenta a esta formación que, consiga o no entrar en el Parlamento andaluz, tanto PP comoCiudadanos temen que la pérdida de votos reales les quite mucho más en cuanto a los restos provinciales que pueden decidir varios escaños.

Por el momento, Pablo Casado va a ampliar su presencia en Andalucía en la última semana de campaña. Y este jueves desvelaba sus cartas sin complejos, mostrándose dispuesto a pactar con Ciudadanos aunque su partido no sea el más votado: «No puedo salir al ring con una mano en la espalda» , aseguraba mientras Juanma Moreno iba avanzando en su programa de Gobierno y aseguraba que creará dos vicepresidencias en la Junta. Una de Economía, Hacienda y Turismo; y otra de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca.

También Ciudadanos se está moviendo porque confía en duplicar sus resultados. Juan Marín daba ayer la vuelta al reiterado argumento de Susana Díaz sobre el bloqueo. «¿El PSOE va a permitir en Andalucía un gobierno con Podemos, o usted se echará a un lado y dejará que Ciudadanos y PP gobiernen?». La formación naranja, que actúa como un bloque en toda España, ha hecho una apuesta muy arriesgada para el final de la campaña retando a los andaluces a que suban un selfie a las redes sociales convirtiéndose ellos en protagonistas de los carteles de Ciudadanos. Si sale bien, será un éxito pero, ¿y si fracasa?

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