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«Llevar a las Fuerzas Armadas al debate político es un error extraordinario»

En la festividad de la Pascua Militar, destaca la necesidad de una España «con la idea de un futuro en común» para superar «este momento difícil» por los recortes

«Llevar a las Fuerzas Armadas al debate político es un error extraordinario» ignacio gil

esteban villarejo

Lo primero que constata el ministro de Defensa, Pedro Morenés, al ser interpelado en su despacho por la festividad de la Pascua Militar es «un profundo agradecimiento, como español, a todos y cada uno de los militares por su trabajo diario en defensa de los intereses generales de España y de los españoles».

Este ministro vizcaíno (Las Arenas, 1948) del Gobierno de Mariano Rajoy se muestra «optimista» sobre España. Sin embargo, matiza al instante: «Soy un optimista pero comprometido. De los que creen que las cosas se arreglarán trabajando bien, teniendo objetivos comunes, principios, valores, ilusión de proyección, ganas de competir, de que nos sintamos fuertes y que tengamos lo que ha sido muchas veces España: la idea de un futuro en común».

Tras un año al frente de la cartera de Defensa, Morenés es consciente de la complicada situación que atraviesan las Fuerzas Armadas (FF.AA.) por los recortes, con un descenso del presupuesto del Ministerio de Defensa de un 30 por ciento en los últimos cinco años. «Tenemos que pasar este momento difícil», reitera. En su discurso de hoy -ante Su Majestad el Rey, el presidente del Gobierno y la plana mayor de las Fuerzas Armadas- incidirá en esas ideas y en la necesidad de que la Defensa sea punto de encuentro, una política de Estado «ajena al ruido inmediato de la política en general».

-¿Qué balance hace de su primer año de gestión de la política de Defensa?

-Ha sido un año interesante, en el que no solamente ha habido una toma de contacto con los problemas que tiene la Defensa. Hemos planificado, ejecutado y controlado esa ejecución desde el ministerio para adaptar a nuestras Fuerzas Armadas a la realidad política y social de la España de estos días.

-¿Lo peor de este año al frente de la Defensa?

-Los militares que han perdido la vida en cumplimiento de su deber, tanto dentro como fuera de España. En las operaciones en el exterior, salvo por un fallecimiento por enfermedad, solo hemos tenido que lamentar heridos, que es duro, pero no fatal. Y también, y por qué no decirlo, las dificultades económicas que tiene el ministerio que afectan fundamentalmente a algunas disponibilidades que antes tenían las Fuerzas Armadas y ahora no podemos dárselas.

-¿Lo mejor?

-El equipo que he formado dentro del ministerio y con las Fuerzas Armadas.

-¿Qué mensaje lanza a los militares?

-Un profundo agradecimiento como español por la tarea que desarrollan en defensa de los intereses generales de España y de los españoles. Además, les dirijo un mensaje de esperanza en que las cosas van a mejorar, en que las Fuerzas Armadas tienen y van a seguir teniendo la máxima consideración por parte de la sociedad española y que están desarrollando una tarea que les honra a ellos y honra a España también. En definitiva, esperanza, ilusión, trabajo, sacrificio, esfuerzo y honorabilidad de la tarea que están desarrollando.

-El jefe del Estado Mayor de la Defensa advirtió en el Congreso sobre el riesgo de «tener unas FF.AA. huecas y obsoletas» si persisten los recortes. ¿Tan grave es la situación?

-España tiene un presupuesto de Defensa realmente exiguo, con una inversión histórica en Defensa muy por debajo de lo que necesitaría para poder homologarse con los países aliados. Habida cuenta del panorama mundial de inestabilidad en el que nos movemos día a día, y que afecta a España de manera muy especial, al estar cerca de los núcleos de desestabilización que existen, por ejemplo, en el Sahel, España necesita contribuir a la estabilidad desde el punto de vista de la seguridad y la defensa de una manera solvente. España tiene que tener una vocación impulsora de su capacidad de exportación, de sus intereses y de su presencia en el mundo, y para eso se necesita contribuir desde el punto de vista de la seguridad.

-¿Qué medidas adoptará su departamento en 2013 para ahorrar y contribuir a la gran amenaza nacional del déficit?

-Tenemos que hacer lo mismo que el resto de administraciones (central, periférica y local) y, en general, que toda la sociedad española. Tenemos que administrar mejor nuestros recursos, en momentos de escasez y también en aquellos en los que la situación pueda ser mejor. Hay que buscar la eficiencia absoluta en lo que estemos haciendo. El Gobierno es consciente de que nuestro nivel de recursos está en una situación especialmente límite.

-¿Cómo será la nueva reestructuración del Ejército de Tierra para adaptarse a la nueva realidad económica? El jefe de Estado Mayor del Ejército ya subraya la importancia del concepto de «brigada polivalente»...

-Estamos buscando cuál es la unidad de combate operativa más eficiente dentro del Ejército de Tierra. La «brigada polivalente» nos permite adaptar una estructura militar a la realidad cambiante de un escenario de riesgo y amenaza que ya no es ni parecido al que era cuando se concibieron conceptos como brigada o división.

-¿Qué novedades podemos esperar de la Armada, cuyo buque insignia, el portaaviones «Príncipe de Asturias», ya se ha dado de baja?

-El «Príncipe de Asturias» es un buque que se acerca a los treinta años de vida, y tenemos el buque de proyección estratégica «Juan Carlos I». En estos momentos, tenemos una Armada extraordinariamente competente y dotada de unas plataformas navales con las que no había contado a lo largo de toda su historia. Contamos con un poder naval notable.

-¿Y qué podemos esperar del Ejército del Aire?

-Tenemos que conseguir que el avión de combate Eurofighter sea una realidad desde el punto de vista operativo, algo muy importante para España y para la industria europea. Es verdad que tanto en el Ejército de Tierra como en la Armada y en el Ejército del Aire tenemos dificultad de allegar toda la cantidad de combustible que nos gustaría poder allegar. Pero, con todo lo que podemos hacer, el Estado Mayor del Ejército del Aire me ha presentado un plan de adiestramiento que se sitúa en el borde de lo que afectaría a la operatividad desde el punto de vista del adiestramiento de los pilotos. Tenemos que pasar este momento difícil sin que eso suponga un perjuicio irreparable para la operatividad. Por otro lado, el Ejército del Aire tiene que empezar a pensar ya en lo que creo que es el futuro de la aviación: los aviones no tripulados.

-Declaró recientemente que «el Ejército está tranquilo» con la situación en Cataluña. ¿No cree que este debate se ha desmadrado?

-Me da mucha pena que se utilice a las Fuerzas Armadas con una intención política, flaco favor se les hace así. Las Fuerzas Armadas son conocedoras de su misión, el Gobierno es conocedor de su misión y, por lo tanto, aquí todo el mundo está a lo que tiene que estar. Cualquier utilización o extrapolación de alguna opinión sesgada particular de algún miembro o exmiembro de las Fuerzas Armadas sobre este asunto de ninguna manera refleja el sentir de las Fuerzas Armadas como institución. Pido responsabilidad para no llevar a las Fuerzas Armadas al debate político diario, porque es un error extraordinario. Además de hacerles daño, se le estaría faltando al respeto a una institución que, en los ya largos últimos años, ha demostrado una convicción democrática y de Estado de Derecho fuera de toda duda.

-¿Cómo podrían tenderse puentes de diálogo entre el Gobierno central y el de la Generalitat catalana gobernado por CiU y sostenido por ERC?

-Estoy convencido de que pueden y deben tenderse puentes. A todos los españoles, catalanes o no catalanes, nos interesa especialmente que España sea fuerte. Por tanto, para que exista esa unión tienen que existir objetivos comunes como los que han existido a lo largo de toda nuestra Historia. La fuerza de Cataluña es la fuerza de España, y la fuerza de España es la fuerza de Cataluña. El Gobierno está obligado a hacer todo lo que sea para contribuir a esa unión que hace la fuerza, como también está obligada la Generalitat. El Gobierno de Mariano Rajoy ya ha ofrecido esos puentes, y estoy seguro de que la sensatez del Gobierno catalán más pronto que tarde hará que esos puentes se crucen.

-¿Suspenderá el Gobierno la autonomía catalana si el desafío del presidente catalán, Artur Mas, de convocar un referéndum sobre la independencia llega a sus últimas consecuencias?

-El Gobierno no habla en hipótesis.

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