Al igual que ocurre con otros ámbitos de nuestra vida, cada vez nos preocupa más el impacto de nuestro consumo en el medio ambiente y esto incluye los productos cosméticos. Porque cada vez somos más conscientes de que está en nuestra mano hacer del mundo un lugar mejor, y eso incluye el uso de productos de belleza éticos. Pero, ¿qué significa la cosmética ética?. Significa respeto al medio ambiente, consumo responsable de recursos, desarrollo sostenible, así como respeto a los animales y la biodiversidad.

Cada vez son más las marcas que se suman a las prácticas éticas en sus procesos de producción a la vez que lo convierten en un valor añadido de sus cosméticos. Así, sellos como el «cruelty free» se han posicionado en el sector como una cualidad buscada y valorada por los consumidores de productos de belleza.

Cómo encontrar productos de belleza éticos

Las marcas de cosmética sostenibles son aquellas que se sirven de materiales e ingredientes de manera respetuosa, de forma que no potencien el agotamiento de los recursos naturales disponibles. Esto supone restaurar parte de los recursos que se consumen durante el proceso de producción de los cosméticos. Por ejemplo, aquellos que consuman madera, pueden reparar el daño plantando árboles para equilibrar el ecosistema. Otros recursos de los que se sirve la industria cosmética son los aceites esenciales, los combustibles fósiles o el agua.

La sostenibilidad también implica un cuidado especial en lo referente a la mano de obra y la localización de la producción. Marcas como Lush y L’Occitane favorecen la capacitación y el desarrollo de zonas menos prósperas del planeta, potenciando el empleo entre los sectores más desfavorecidos, como pueden ser las mujeres o los pueblos indígenas. En este sentido, las etiquetas de comercio justo se han popularizado por promover relaciones comerciales voluntarias y justas con los productores.

A su vez, las marcas de belleza éticas se caracterizan por realizar un esfuerzo orientado al diseño de embalajes más ecológicos y que generen menos residuos. Es el caso de la marca de brochas So Eco, que emplea un «packaging» biodegradable, procedente de materiales sostenibles.

Los logotipos que debes buscar

En general, te será fácil identificar las marcas de cosmética que comercializan productos de belleza éticos porque son cualidades que suelen resaltar en su etiquetado y en sus campañas de publicidad. La marca Lush, por ejemplo, publica periódicamente en su página web artículos sobre sus prácticas éticas, desde la lucha contra el testado en animales hasta la compra sostenible de materias prima, pasando por su popular apuesta por comercializar cosméticos sin embalaje.

También la firma Kiehl’s publicita con orgullo sus buenas prácticas en lo referente al uso de ingredientes procedentes del comercio justo, etiquetas y tarros reciclados, así como sus diversas campañas solidarias por todo el planeta.

Pero además, existe un buen número de certificados oficiales que garantizan las prácticas éticas de las marcas en diferentes ámbitos. Destacan algunos como:

– Cruelty Free: el sello más popular que significa que estás ante un producto no testado en animales, práctica que, por cierto, en Europa está prohibida. Encontrarás diferentes versiones, todas ellas protagonizadas por un conejo.

– Ecocert: se trata de una famosa certificación francesa que garantiza que las materias primas procede de fuentes renovables y se procesan de forma respetuosa con el medio ambiente. También indica que los productos están libres de organismos genéticamente modificados) y productos animales que no se produzcan de forma natural por ellos. Además certifica que el embalaje es biodegradable o reciclable.

– Cosmebio: etiquetan productos con gran contenido en ingredientes de procedencia ecológica y sin ingredientes o conservantes cuyo uso se considere perjudicial para la naturaleza. Además, este sello francés controla que los procesos de fabricación no incorporan contaminantes a los productos finales.

– ACENE: es una asociación española que se encarga de certificar, entre otras cosas, productos que no han sido testados en animales con un mínimo de ingredientes ecológicos y de origen natural.

– ICEA: este instituto italiano vela por el origen sostenible de los cosméticos, garantizando que respeten el medio ambiente, que estén elaborados con sustancias biodegradables y que generen el menor impacto en cuanto a residuos y gasto energético. También cuenta con un sello «bio» que garantiza el uso de ingredientes procedentes de agricultura ecológica o recolección silvestre, en productos y embalajes
que no contengan componentes irrespetuosos con el medio ambiente. Además, premia el uso de envases reciclables y reciclados.

– Natrue: de origen belga, certifica productos que no se han probado en animales, y que están comprometidos con la agricultura ecológica y el respeto por la biodiversidad.

– BDIH: sello alemán que certifica que los productos no se han probado en animales, y respalda el cuidado del medio ambiente en lo referente a las materias primas, envasado y producción, así como las prácticas de comercio justo.

– Bio-inspecta: es un sello de origen suizo que avala aquellos productos que no han sido testados en animales y cuyo proceso de fabricación no perjudica al medio ambiente.

Marcas de cosmética ética

– The Body Shop: esta marca es de sobra conocida por su compromiso con el medio ambiente con objetivos ambiciosos como el de reducir el uso de envases plásticos derivados de combustibles fósiles en un 70% para el año próximo. También trabaja con proyectos de comercio justo y aboga por desterrar las pruebas en animales.

– Lush: como ya hemos mencionado, destacan sus proyectos en comunidades de todo el planeta, así como la aspiración de eliminar los envases de algunos de sus productos,

– L’Occitane: otra marca conocida por su compromiso con el medio ambiente, con el uso de materiales responsables, y minimizando el uso de embalajes, siempre elaborados con materiales reciclados. También apuesta por el uso de recursos renovables y bosques gestionados de forma sostenible. Otro de los aspectos en los que destaca es el de la reducción de las emisiones, a través de la limitación del uso del transporte aéreo y del uso de energías renovables para el y transporte.

– So Eco: una marca de brochas 100% ecológicas que cuida tanto sus productos como sus envases desde el punto de vista medioambiental. Incluso las tintas que emplean son «eco-friendly». Sus brochas son totalmente biodegradables y están fabricadas de manera sostenible para crear el mínimo impacto ambiental. Asimismo, apuestan por la sostenibilidad colaborando en la plantación de árboles.

Otras marcas que trabajan productos de belleza éticos: Tata Harper, Aveda, Apivita, Ecotools, Apoem, Mádara, StriVectin, Ami Iyök, etc.