Las expertas de Koss, boutique de cosmética coreana y natural, nos revelan los mejores consejos para una piel hidratada y libre de acné.
Todo empieza por una buena limpieza
Tener el rostro limpio es el primer paso y el más importante para evitar el acné. Desde Koss recomiendan una doble limpieza. La rutina coreana contempla la limpieza de la piel como uno de los pilares básicos para una piel sin granos. Para mantener el rostro limpio de impurezas y bacterias nos recomiendan usar dos tipos de limpiadores. Primero de aplicaría un limpiador de base oleosa como, por ejemplo, Pore Cleansing Oil BHA de Hanskin, seguido de un limpiador de base acuosa como el Gel Limpiador Purificante de Patyka. El aceite se aplica sobre el rostro seco, se masajea, luego se aclara con agua y, seguidamente, extendemos el gel limpiador con la piel húmeda. De esta manera tu piel quedará limpia y será mucho menos propensa a tener imperfecciones.
Rutina de ácidos exfoliantes
La exfoliación es fundamental para poder mantener los poros limpios y renovar la piel. Si tienes una piel con tendencia al acné lo más recomendable es incorporar productos con BHA o PHA que ayudan a purificar y difuminar las marcas de acné gracias a la exfoliación químoca que realizan estos activos. Según indican en Koss, aminoácidos como el ácido salicílico o el ácido lactobiónico ayudan a equilibrar la piel, regulando el exceso de sebo y favoreciendo la renovación para tener un rostro liso y uniforme. Productos con BHA como el Chesnut BHA 2% Clear Liquid de Isntree están usualmente indicado para pieles mixtas o grasas, los cosméticos con PHA como el Calming Care Moisture Pad de Banobagi están indicados para pieles sensibles que se irritan con facilidad.
Evita tocarte la cara
Es algo que todos sabemos pero aún así muchas veces nos cuesta evitarlo. Lo cierto es que las manos están llenas de bacterias y si insistimos en acabar con un gratino es muy probable que empeoremos la situación. Lo primero es siempre lavar las manos antes de comenzar la rutina facial para no crear brotes de bacterias. Para refrescarnos y calmar la piel podemos usar brumas hidratantes como la Awakening Rose Mist de Shigeta que gracias a su aplicador en spray no es necesario usar las manos.
Productos calmantes y antibacterianos
Siempre es mejor prevenir que curar y por ello si eres propenso a tener granos lo ideal es que busques cosméticos con ingredientes antibacterianos y con acción calmante. Por ejemplo, el tónico antioxidante Green Tea Fresh Toner de Isntree con té verde es ideal para hidratar y calmar la piel irritada, mientras que el sérum Full Fit Propolis Light Ampoule de Cosrx con base de propóleo está especializado en tratar el acné y regular la producción sebácea.
Mascarillas faciales
Para controlar los brotes de acné y disminuir la apariencia de los poros, desde Koss recomiendan usar mascarilla una vez a la semana. Las mascarillas Marine Anti-Blemish Mask y la Pore Control Charcoal, ambas de Dr. Althea. La priemera contiene activos calmantes como el hinojo marino, ceramidas y ros damascena, que ayudan a mejorar la barrera cutánea y a cicatrizar granitos. Y la segunda es más que idónea para mantener los poros limpios gracias a ingredientes como la arcilla blanca, arcilla volcánica, que tienen acción purificante, e higo chumbo, que actúa como ingrediente calmante y antioxidante.
La importancia de la protección solar
Aunque el sol es necesario para una buena salud de la piel, nunca se debe exponer sin protección. La crema solar se debe aplicar a diario. Si tu piel es propensa al acné el sol puede agravar la situación acentuando las marcas. El Hyaluronic Acid Watery Sun Gel de Isntree es un protector solar súper ligero ideal para pieles mixtas y grasas que mantendrá la piel protegida del sol y evitará que empeoré la condición del acné. Es importante recordar que no basta con una única aplicación al día. Si vamos a estar expuestos al sol debemos reaplicar la protección al menos cada dos horas.
Más allá de la cosmética
Llevar unos hábitos de vida saludables es primordial para tener una piel sana. La alimentación, el ejercicio y un buen descanso son rutinas que influyen mucho en el estado de la piel. Además, las cosas más cotidianas que pasamos por alto pueden estar provocando una piel con acné. Por ejemplo la funda de la almohada o la toalla con la que nos secamos la cara. Son focos de bacterias y suciedad a los que hay que prestar atención. Se recomienda cambiar la toalla cada dos días y la funda de la almohada al menos una vez a la semana.