Los errores con el sérum facial que impiden que funcione en tu piel

¿Podrías estar usando mal este cosmético con fórmula superconcentrada? ¡Descúbrelo!

El sérum es el cosmético de moda, ese que no puede faltar en el tocador si quieres que tu rutina facial realmente tenga resultados. Y es que se trata de un producto superconcentrado y de textura ligera capaz de penetrar en la piel para complementar y reforzar la acción de los tratamientos que te apliques a continuación. Todas lo usamos, pero no todas lo hacemos bien. ¿Sabes cuáles son los errores con el sérum facial que podrías estar cometiendo?

No en vano, se trata de un cosmético rico en ingredientes activos cuya eficacia es vulnerable y dependerá en gran medida de cómo usemos el formato del envase. Además, el orden de los productos en la rutina facial es esencial, así como la preparación previa de la piel y la aplicación posterior de productos que la protejan.

¿Lo estás haciendo bien realmente?

Diez errores con el sérum facial que son frecuentes

Compruébalo repasando estos diez errores típicos que muchas cometemos y que pueden evitar que el sérum dé los resultados esperados sobre tu piel.

Aplicarlo en orden incorrecto

¿Cuándo se aplica el sérum? Debe hacerse tras la limpieza del cutis y antes de la hidratante o contorno de ojos. En el caso de que utilices habitualmente tónico tras la limpieza facial para equilibrar el PH de la piel (que suele alterarse con los productos de higiene), será tras este cuando debas aplicar el sérum.

No limpiar (bien) el cutis

El sérum es un cosmético que se caracteriza por una gran concentración de activos y una textura liviana que favorece la rápida penetración de esos ingredientes en las capas profundas de la piel. Aunque puede que estés aplicando el sérum facial en el orden correcto, tras la limpieza del cutis, es posible que esta sea deficiente y queden restos de suciedad o, lo más habitual, de maquillaje. Aparte de favorecer otros problemas de la piel, esto entorpece la penetración de los activos que contiene el sérum en las capas más profundas de la piel y, por consiguiente, evita esos resultados visibles y más acelerados que se le presuponen a este cosmético.

Para no desperdiciar su potencial, te recomendamos recurrir a la doble limpieza del cutis antes de aplicar el sérum, especialmente en la rutina de noche y si has llevado maquillaje durante el día. Esto supone realizar una primera limpieza con un producto que se aplique con algodón, como agua micelar, aceite o leche limpiadora. A continuación, deberías limpiar el cutis con un producto que necesite aclarado, como un gel, de manera que te asegures de que eliminar todas las capas de producto que has aplicado ese día sobre la piel del rostro.

Aplicar poca o demasiada cantidad

Como norma general, se necesita muy poca cantidad de sérum para cubrir el rostro ya que se trata de un producto de textura muy ligera y que cunde enormemente. Precisamente por eso es bastante fácil excederse en la cantidad. Además, puesto que su fórmula está concentrada y contiene normalmente hasta el triple de activos que un cosmético normal, la cantidad estándar suficiente sería la equivalente a un guisante.

Aparte de esta referencia general, siempre debemos consultar las recomendaciones de cada marca para usar el producto, ya que encontraremos sueros de diferentes texturas que pueden requerir otras cantidades.

Pensar que sustituye a la hidratante

El sérum es un cosmético muy concentrado pensado para complementar y reforzar la acción de la hidratante, bien con el mismo tipo de activos (hidratantes, antiarrugas, antimanchas, etc.) o con otros que la crema no tiene. Por eso nunca podremos sustituir el paso de la hidratante con un suero, ya que este no puede cumplir la misma función humectante por una simple cuestión de textura. En todo caso, podrías prescindir del sérum.

No esperar a que se absorba

Aunque el sérum suele tener una textura ligera y de rápida absorción es necesario que te cerciores de que se absorbe por completo antes de aplicar el siguiente paso de la rutina. De lo contrario podrías interferir en la acción de este cosmético e impedir que sea todo lo efectivo que debería.

No usar protector solar

En general, los dermatólogos nos recomiendan integrar este producto en la rutina cosmética todo el año (no solo en verano) por el efecto antiedad que produce en nuestra piel. Aunque si además usas un sérum con ingredientes fotosensibles (que pierden efectividad con el sol) o fotosensibilizantes (que causan reacción en al piel bajo el sol) la recomendación se convierte en un imprescindible. ¿Te imaginas desperdiciar un lujoso sérum por no aplicar a diario el protector solar en el rostro?

Olvidar el cuello

Al igual que se recomienda con la crema hidratante, también el sérum se aplica por el cuello, tras haberlo limpiado correctamente a la vez que el cutis. ¿Acaso no quieres beneficiarte de los mismos resultados en esta zona del cuerpo?

Dejar el envase abierto

Algunos activos como la vitamina C o el retinol pierden efectividad en contacto con el aire o la luz, por lo que las formulaciones más interesantes son aquellas que se presentan en envases herméticos y opacos, que ayudan a preservar esos ingredientes. Si no es el caso, dejar el envase abierto durante varios minutos todos los días podría dar al traste con la efectividad de la fórmula. Por ello, te recomendamos aplicar la cantidad necesaria sobre la palma de la mano y cerrar inmediatamente el envase hasta el próximo uso.

Usar el aplicador directamente sobre la piel

Tanto si se trata de una fórmula con gotero como con dosificador, no es una buena idea que estos entren en contacto directamente con la piel. Como ya hemos comentado, las fórmulas más potentes suelen ser las más sensibles a los agentes externos y no deberíamos contaminarlas de esta manera.

No ser regular

Utilizar el sérum de forma esporádica impedirá que podamos observar resultados sobre el cutis. De hecho, en el mercado hay muchas fórmulas intensivas pensadas para tratamientos de X semanas que consiguen resultados visibles sobre la piel. Incluso si no aplicamos a diario la dosis de suero recomendada podría echarse a perder el producto y perder toda su eficacia al tenerlo abierto más tiempo del necesario.

En este sentido, solo hay una excepción y son los sérum de retinol, un activo antiedad que puede causar reacción en el cutis y se recomienda implementar de forma gradual en la rutina de cuidado facial hasta que se compruebe que la piel lo tolera perfectamente.

Ahora que ya conoces estos errores con el sérum facial típicos, solo te queda revisar tu rutina para comprobar que no los cometes y diseñar tu ritual de belleza ideal. ¿Aún no conoces el skin cycling?