Secador, plancha o tenacillas son herramientas que usamos habitualmente para peinar y arreglar el pelo. Con la llegada del frío se hacen aún más necesarias y dejar el cabello secarse al aire ya no es una opción. Si utilizas alguno de estos aparatos con mucha frecuencia, te interesará saber algunas cuestiones sobre ellos.
Aunque estas tres herramientas están pensadas para el cabello, no todas tienen el mismo impacto sobre nuestro pelo. Los expertos en materia de Pilexil aseguran que “La plancha para alisar el pelo es uno de los aparatos que pone en riesgo la salud capilar. Tiene un gran potencial a nivel estético pero implica un peligro para el pelo debido a las altas temperaturas a las que lo somete. El abuso o mal uso de la plancha y otros elementos para el cabello podrían acelerar su caída, volviéndolo quebradizo o provocando sequedad capilar”
Hay que tener en cuenta que cada cabello es distinto y por tanto reacciona de forma diferente a la exposición del calor. Sin embargo, el secador dañará menos que la plancha o tenacillas de forma generalizada. La razón es que la temperatura de la plancha está más expuesta al pelo que la del secador. Para reducir los daños causados por el secador, la plancha o las tenacillas resulta de gran ayuda aplicar un protector térmico, sobre todo si el uso es frecuente. Usa la cantidad recomendad para evitar que el cabello te quede graso.
Trucos al usar la plancha
La plancha es el aparato que más estropea el pelo por su alta exposición al calor. Si a pesar de ello te encanta usarla, para conseguir el acabado pelo liso, ten en cuenta estos trucos para dañar tu pelo lo menos posible:
- Tras usar la plancha dale un toque de aire frío a tu pelo. Conseguirás enfriar el cabello y fijar el alisado.
- Para una melena normal o un poco ondulada, la temperatura correcta de la plancha debe estar entre los 160º y 200º y el tiempo de uso no debe superar los 15 minutos aprox.
- Usa una plancha profesional. Las planchas con placas de cerámica soportan mejor las altas temperaturas sin dañar el cabello.
- Para un pelo fino y frágil, la temperatura no debería ser superior a los 120º, para un pelo liso, grueso y resistente los ideal serían los 190º. Lo más recomendable es comenzar con una temperatura baja e ir en aumento según la necesidad.
- Cuanto mayor es el número de pasadas, más riesgo habría de que se produzca algún daño. Se recomienda coger mechones pequeños y no hacer más de dos pasadas. En caso de necesitar otra, es mejor esperar a que el pelo se enfríe.