Encontrar el rímel perfecto puede ser tan difícil como dar con el sujetador ideal para cada tipo pecho. Porque cada mujeres tiene las pestañas diferentes: largas, cortas, naturalmente rizadas, lisas, hacia abajo, poco abundantes, rubias, etc. Por eso, muchas se pasan la vida probando nuevos modelos de máscara de pestañas con cepillos de diferentes formas que no acaban de adaptarse a sus necesidades. Unos dejan demasiado grumos, otros apenas engrosan las pestañas, otros no las definen, otros parece que no alargan, otros las dejan demasiado rígidas, …
Y es que, dependiendo de cómo sean nuestras pestañas, necesitaremos uno u otro tipo de máscara de pestañas, ya que cada cepillo está diseñado para obtener un efecto concreto. Por norma general, los de diseño más ancho están pensados para engrosar y ganar volumen, mientras que los que cuentan con formas curvadas permiten rizar la pestaña y los más finos, definir y alargar.
Pero, a medida de que los departamentos de I+D de las compañías cosméticas desarrollan nuevos diseños, las combinaciones se complican y la decisión se hace más difícil. Aquí, un poco de ayuda para encontrar la máscara de pestañas perfecta.

– Cepillo plano y fino: es un cabezal pensado para ofrecer una gran precisión sin apelmazar las pestañas. Por eso, es ideal para mujeres con pestañas bien visibles (con buen grosor y color) que solo necesitan un poco de definición. Este tipo de cepillos es perfecto también para definir las pestañas inferiores y las más cortas de las superiores sin dejar grumos.
– Cepillo delgado rígido: son cabezales que a menudo suelen ser de silicona, por lo que las cerdas son más rígidas que en otras versiones, aunque también los encontramos con cerdas finas y suaves. Están pensados para proporcionar longitud y definición sin aportar grosor ni dejar grumos. Son apropiadas para pestañas naturalmente rizadas y con cierto grosor.
– Cepillo recto con cerdas separadas: este diseño está pensado para dar grosor a las pestañas muy delgadas, ya que deposita más cantidad de producto que otros cepillos, haciendo que las pestañas se dispongan en mechones más gruesos.
– Cepillo tipo peine: este diseño permite alargar y separar las pestañas para evitar que queden poco definidas o con grumos. Es ideal para mujeres con pestañas rebeldes que necesitan controlar bien el acabado.
– Cepillo recto clásico: las máscaras que cuentan con este tipo de cabezales, con forma recta, cerdas no muy largas e igualadas están pensadas para pestañas que no tienen necesidad de alargar o curvar, sino solamente de marcar y engrosar. Son cepillos tupidos que tiñen la pestaña generosamente en cada pasada. Por eso son ideales para aquellas mujeres con pestañas delgadas o rubias, que buscan definición.
– Cepillo cónico: la forma de este tipo de cabezales está diseñada para abrir las pestañas, haciendo énfasis en la mitad externa. La parte más fina permite teñir y abrir las pestañas más cortas, de la parte interna del ojo; mientras que la más gruesa se adapta a la parte externa. Es ideal para mujeres con las pestañas exteriores con suficiente longitud, pero rectas, porque consigue levantarlas y rizarlas eficazmente, haciendo que el ojo parezca más almendrado y levantado.
– Cepillo helicoidal: es una forma de cabezal muy llamativa, pensada para aquellas con pestañas cortas y finas. Y es que este tipo de cepillos con silueta sinuosa permiten alargar visualmente las pestañas a la vez que engrosarlas depositando más cantidad de producto en cada pasada que los cepillos tradicionales.
– Cepillo curvo: hay mujeres que cuentan con unas pestañas largas y bien definidas, pero con una forma totalmente recta. Para ellas están pensados este tipo de cabezales curvados que permite rizar las pestañas hasta abrir la mirada. Lo ideal es combinar este tipo de máscaras con rizadores para conseguir un moldeado perfecto.
– Grueso y tupido: es un tipo de cepillo pensado para dotar de un mayor volumen y definición a las pestañas. Es ideal para pestañas medias y largas pero finas o con un tono claro que las hace pasar desapercibidas. Y es que este tipo de cabezal consigue hacerlas notablemente más visibles en unas pasadas.
– Cepillo grueso con cerdas alternas: este tipo de cepillos buscan dar volumen con un extra de grosor, al contar con cerdas de diferente longitud que depositan diferente cantidad de producto en cada sección. Es un tipo de cabezal apropiado para pestañas finas y poco abundantes.
– Cepillo grueso con cerdas finas y suaves: este tipo de máscaras permiten un acabado más natural y menos recargado que el resto de cabezales gruesos. Eso sí, ganando definición y forma, pero sin grumos ni exceso de producto que endurezca la pestaña.
– Cepillo reloj de arena: esta peculiar forma está pensada para abrir las pestañas, aportando volumen y dejando un acabado curvado. Es apropiado para pestañas finas y rectas porque permite abrir la mirada y definir el pelo que al natural pasa desapercibido.
– Cepillo redondo: nos referimos a ese diseño peculiar en el que las cerdas se disponen en forma de círculo en el extremo del cepillo. Este tipo de máscaras se utilizan para ganar precisión a la hora de aplicar el producto en cualquier parte de la línea de las pestañas, desde cualquier posición. Así, nos sirve tanto para repasar las pestañas inferiores, como para levantar las exteriores o definir las más cercanas al lagrimal.