Manuel Carrasco es un enamorado de Sevilla. Ese sentimiento suele ser mutuo en sus conciertos en la capital hispalense y los sevillanos se rinden a los pies del cantante en cada espectáculo, de hecho las entradas se agotan en pocas horas. Por eso, cada vez que pisa la ciudad esa sensación de encontrarse en casa es más que evidente. Para el artista la semana previa a la celebración de los Grammy Latinos fue todo un acontecimiento, pues no solo estaba nominado en la categoría de Mejor álbum de pop tradicional, participó en la gala y, además, pudo interactuar con sus fans.
En un vídeo publicado en sus redes sociales, Carrasco hace un resumen de cómo vivió esos días especiales, en los que la música latina se convertía en el epicentro de la capital hispalense. Desde los ensayos en el Palacio de Exposiciones y Congresos junto al cantante Camilo, uno de lo más nominados, hasta en siete categorías, y la brasileña Iza. Las puestas en escena sobre el escenario con los bailarines y la música en directo por bandera, a los encuentros con sus fans en las salidas y entradas del hotel donde se alojó en plena Avenida de la Constitución.
Carrasco junto a Camilo hicieron un pequeño concierto improvisado solo para los más afortunados en plena calle justo a las puertas del hotel del Casco Histórico, cuando cantaron su último gran éxito juntos, ‘Salitre’. Fue un momento muy especial que quedará en el recuerdo de todos. Igualmente, el onubense asistió a los diferentes actos para los nominados en las diferentes localizaciones en la ciudad, como la recepción en los Reales Alcázares o alguno de los conciertos previstos en la Plaza de España.
Las vistas desde el hotel a la Giralda, las entrevistas con los medios de comunicación, los encuentros con los fans a las puertas del hotel sin importar las horas, las idas y venidas a Fibes, los ensayos, el backstage… Todo suma para que el cantante no quiera separarse de esta ciudad en la que ha encontrado su sitio. Carrasco deja un mensaje claro: «Me fui con ganas de quedarme, pero Sevilla… nos volveremos a encontrar». ¿Será quizás la última flecha en el corazón directo de la ciudad?