La polémica entre Sofía Suescun y Maite Galdeano está servida. Las que parecían inseparables ya no lo son tanto, y no han dudado en compartir con sus seguidores todos los problemas que han tenido causados, según Sofía, por los comportamientos tóxicos de su madre a lo largo de los años.
La separación de uno de los ‘tándems’ más famosos de la farándula se ha producido oficialmente cuando se ha sabido que Maite ya no vive con Sofía, ni mantiene ningún tipo de relación con ella ni con su novio Kiko Jiménez.
Tras el bombazo, Sofía concedió el fin de semana pasado una entrevista en ‘De Viernes’ para hablar sobre las razones que la llevaron a echar a su madre de su casa. Y como no podía ser de otra manera, después de pasar este mal trago, la influencer ha decidido alejarse de cualquier foco mediático y se ha marchado a Linares, en Jaén, donde la familia de Kiko Jiménez la ha esperado.
Una calurosa bienvenida
Teniendo en cuenta que la pareja siempre muestra todas sus aventuras por redes sociales, esta vez no iba a ser menos. La tierra natal de Kiko ha sido como un bálsamo para las heridas de ambos, que iban en busca de paz y cariño familiar. Y así ha sido.
La propia Sofía ha publicado en sus stories de Instagram varias fotografías y vídeos de su viaje por las tierras andaluzas. De Jaén a Granada con muy buen sabor de boca: “Después de pasar un día increíble en Linares rodeada de amor nos vamos dirección Granada”, escribía la influencer mientras en la fotografía se veía lo bien que ambos disfrutaban de un desayuno típico andaluz.
Pero esto no es todo, tanto Sofía como Kiko han estado promocionando diferentes productos andaluces que han tenido la suerte de probar, como aceite de Jaén o un jamón de lo más apetecible, que acompañaban de un “Viva Andalucía” en sus posts.
Sin duda, este viaje en pareja para desconectar está siendo todo un éxito y están aprovechándolo al máximo sin cortarse un pelo con los lujos. O así lo muestran en sus publicaciones, en las que graban la casa en la que se están quedando en Granada, su piscina, los perros que tanta alegría le dan a Sofía y las comodidades y desayunos de las que disfrutan en su interior.
Parece que tanto Sofía como Kiko van a volver renovados de esta aventura por el sur y que Andalucía va a curar todos sus males, al menos momentáneamente. ¿Estará Maite igual de contenta?