Esta es la alternativa a las esponjas de baño que sí recomiendan los expertos

Te contamos todo lo que no sabías sobre esta alternativa a las esponjas tradicionales

Las esponjas de baño han sido un elemento esencial en nuestras rutinas de higiene diaria. Sin embargo, las tradicionales esponjas sintéticas están siendo reemplazadas por opciones más saludables y ecológicas. Una de estas alternativas destacadas es la esponja de celulosa. Y aquí te contamos qué son, sus beneficios y por qué los expertos las prefieren.

Qué son las esponjas de celulosa

Las esponjas de celulosa están hechas de fibras naturales, específicamente de pulpa de madera. A diferencia de las esponjas sintéticas, que suelen estar hechas de materiales derivados del petróleo, las esponjas de celulosa son biodegradables y sostenibles. 

Este factor ecológico es una de las razones por las cuales han ganado popularidad entre los consumidores conscientes del medio ambiente.

Como mencionamos, las esponjas de celulosa son biodegradables. Esto significa que, una vez que hayan cumplido su vida útil, no contribuirán a los vertederos ni a la contaminación ambiental.

esponjas de celulosa

Estas esponjas, que puedes encontrar fácilmente en sitios como Amazon, Temu, Primor o Shein, por menos de 5 euros, están libres de productos químicos agresivos, colorantes y fragancias artificiales. Esto las convierte en una opción segura y suave para todo tipo de piel, incluyendo pieles sensibles y propensas a alergias.

Las fibras naturales de la celulosa son excelentes para exfoliar suavemente la piel, eliminando células muertas y dejando la piel suave y renovada. Además, su estructura porosa permite que generen una abundante espuma con una pequeña cantidad de jabón.

Y es que, aunque son biodegradables, las esponjas de celulosa son sorprendentemente duraderas. Con el cuidado adecuado, pueden durar tanto como las esponjas sintéticas, proporcionando una excelente relación calidad-precio.

Una de las mayores preocupaciones con las esponjas de baño es la proliferación de bacterias. 

Al igual que nos cuidamos con productos de higiene íntima, también debemos cuidarnos con tanto mimo el resto del cuerpo, y las esponjas de celulosa, cuando se secan adecuadamente después de cada uso, son menos propensas a convertirse en un caldo de cultivo para bacterias en comparación con sus contrapartes sintéticas, convirtiéndose en un aliado, sobre todo en nuestra rutina facial.

Cómo cuidar bien de tu esponja de celulosa

Para prolongar la vida útil de tu esponja de celulosa y mantenerla libre de bacterias, sigue estos simples consejos. Lo primero, después de cada uso, asegúrate de enjuagar bien la esponja para eliminar los restos de jabón y células muertas.

Coloca la esponja en un lugar donde pueda secarse completamente entre usos. Evita dejarla en un entorno húmedo.

Puedes desinfectar tu esponja sumergiéndola en agua hirviendo durante unos minutos.

Y es que, si estás buscando una opción de limpieza que sea tanto eficaz como ecológica, las esponjas de celulosa son definitivamente la elección correcta. Los expertos coinciden en que, al hacer este cambio, no solo mejorarás tu rutina de cuidado personal, sino que también contribuirás a un planeta más limpio y saludable.