Desde el primer año de casados se le pone nombre al aniversario de boda, y al igual que a los tres nombres de aniversario que más conocemos, cada año tiene el nombre de un material diferente.
Para cada aniversario, cumpleaños o celebración uno de los principales quebraderos de cabeza puede ser qué regalar, a veces cuesta decidir para acertar, pero en este caso el nombre de cada aniversario puede servir de inspiración para regalar algo relacionado con el material de cada aniversario.
Nombre por año
Al primer aniversario se le llama ‘bodas de papel’, un buen momento para regalar fotos impresas de los mejores momentos de la boda o una carta escrita a mano.
Cuando se cumplen dos años de casados se celebran las ‘bodas de algodón’, cuando ya la relación se está consolidando y la convivencia fluye con más naturalidad. El nombre de este aniversario de bodas está basado en la constancia y aprendizaje. Para regalar se puede optar por una prenda de algodón o por un ramo con plantas de algodón secas, que en algunos países simboliza el matrimonio perfecto.
Bodas de cuero se le llama a los tres años de casados, que hace referencia a una relación resistente, flexible y fuerte, con capacidad para superar las dificultades que se puedan presentar. Se puede regalar algo hecho con este material, puede ser una cartera, una mochila o un maletín, por ejemplo.
Mientras que cuando llega el cuarto aniversario, el nombre que recibe es ‘bodas de lino’, una fase en la que la relación ya es muy fluida después de haber superado diferentes situaciones. Alguna prenda o algún complemento puede ser un buen regalo para este aniversario.
Las bodas de madera llegan en el quinto año de matrimonio, porque llegados a este punto se compara la relación con un árbol que crece y necesita una base sólida para continuar. E inspirándonos en el material que pone nombre a este aniversario, se puede regalar algún objeto de mobiliario para compartir en común.
Se le llaman ‘bodas de hierro’ al sexto aniversario de casados, un momento en el que la relación ya está consolidada y es lo suficientemente fuerte como para que nada externo le influya. En este caso también podría ser una buena idea regalar algún objeto simbólico, hecho con hierro.
El séptimo aniversario representa la calidez de la relación que han construido hasta el momento, por eso se le llama ‘bodas de lana’. Un jersey o una bufanda puede ser una buena idea para regalar.
Al cumplirse el octavo año de matrimonio se celebran las ‘bodas de bronce’ que simbolizan también la fortaleza de la relación que se puede deteriorar por fuera como el bronce pero nunca llega a romperse por dentro. Un buen regalo podría ser un llavero de bronce grabado o una pequeña escultura.
Las relaciones se construyen con el tiempo y se transforman, al llegar al noveno aniversario el objeto que simboliza la relación es la arcilla. Cuando llegan las ‘bodas de arcilla’ quiere decir que están trabajando para que su matrimonio se edifique y se consolide. Por esto aquí un buen regalo podría ser un curso de arcilla para hacerlo juntos y compartir tiempo.
Si la relación es duradera, flexible, ligera y brillante, quiere decir que han llegado las ‘bodas de aluminio’, el décimo aniversario. Y para esta cifra redonda igualmente el regalo puede estar inspirado en un objeto de aluminio como una caña de pescar o un reloj.
A partir de aquí los nombres de los aniversarios de bodas se ponen de cinco años en cinco años. Así que la siguiente celebración sería en el decimoquinto año de matrimonio con las ‘bodas de cristal’. Seguida de las ‘bodas de porcelana’ a los veinte años, que preceden a las ‘bodas de plata’.
Después de las ‘bodas de plata ’ los encargados de dar nombre a los aniversarios son las gemas y los materiales preciosos. A los treinta años de matrimonio se le conoce como las ‘bodas de perlas’ y las ‘bodas de rubí’ al alcanzar los cuarenta años juntos. Y el aniversario más conocido, ‘las bodas de oro’, que se celebra a los cincuenta años de matrimonio.
Pero las celebraciones no quedan ahí, continúan hasta los cien años: las bodas de esmeralda (55 años), diamante (60 años), platino (65 años), titano (70 años), brillantes (75 años), roble (80 años), mármol (85 años), granito (90 años), ónix (95) o las de hueso (nada menos que ¡100! años).