Muchos de nosotros tenemos algo en común: nos encantan las revistas de decoración, disfrutamos visitando las tiendas y comprando muebles y artículos para nuestro hogar, pero luego no sabemos cómo sacar partido a esos elementos en nuestro hogar. Porque las casas que vemos en los catálogos de decoración probablemente nada tienen que ver con la nuestra y difícilmente podemos aplicar las soluciones de decoración que se nos proponen.
Lo que sí podemos evitar a la hora de decorar nuestro hogar es caer en los errores de decoración que se repiten con más frecuencia entre quienes no somos profesionales.
Cortinas oscuras y mal colocadas

Las cortinas son un elemento con mucha presencia en las estancias de nuestro hogar y elegirlas con acierto puede cambiar por completo su apariencia. Por un lado, es esencial que las cortinas dejen pasar la luz para iluminar adecuadamente las estancias, más si no contamos con grandes ventanales por los que entre mucha luz. Por eso es esencial elegir tejidos traslúcidos en tonos neutros y prescindir de los colores oscuros y los estampados que resten luz.
Por otro lado, es muy importante la manera en la que colocamos las cortinas. Para ganar sensación de espacio y no restar iluminación en los espacios, debemos colocar las barras de las cortinas o estores con cierta separación de las ventanas. Así conseguiremos que estas parezcan más altas de lo que son. Igualmente, la barra debe alargarse por los laterales más allá de las dimensiones de la ventana, de manera que cuando abramos las cortinas la entrada de luz quedará totalmente despejada. Además, así también conseguiremos que la ventana parece más ancha.
Cuadros flotantes o aislados
Es un clásico entre los errores de decoración que se comete en casi todos los hogares. Hablamos, por un lado de colgar cuadros con demasiada distancia de los muebles cercanos, de manera que pierden la referencia y parecen quedar flotando en la pared. Por ejemplo, si los colocamos sobre un aparador, conviene centrarlos o combinarlos (en caso de conjuntos) de forma que ocupen el ancho. Lo mismo se puede aplicar a todo tipo de elementos colgantes.
Por otro lado, hablamos también de cuadros altos al referirnos a los que colocamos demasiado alto, cuando deberían estar ligeramente por encima de la altura de la vista. La medida general viene de dividir el alto de la pared en cuatro niveles, de tal manera que el ideal para nuestros cuadros quedaría en el tercero contando desde el suelo.
Otro error habitual es decorar paredes grandes con cuadros demasiado pequeños (lo que se puede solucionar combinando varios para ocupar el espacio) o paredes no tan grandes con cuadros inmensos que se ven desproporcionados.
Demasiados muebles
A veces nos empeñamos en encajar muebles en los diferentes espacios solo porque nos encanta su diseño o nos hemos mudado y nos da pena tener que desperdiciarlos. Pero optimizar el espacio es esencial en decoración y siempre es mejor que las estancias queden con espacio libre a que las copemos de muebles en cada rincón.
Para salir de dudas podemos realizar el ejercicio mental de dividir el espacio en tres partes y comprobar si los muebles cabrían en una de ellas. Si no es el caso, nos sobran muebles.
Otro problema recurrente es el de los muebles que no se ajustan al espacio disponible. Hablamos de piezas que compramos porque nos parecen bonitas sin ni siquiera atender a la pertinencia o a las medidas. Y luego, una vez en casa, no nos queda más remedio que colocarlos en espacios que quedan muy forzados y que restan amplitud a la estancia. A la hora de comprar, es mejor comprobar las medidas y pensarlo con detenimiento.
Usar colores que oscurecen
Especialmente si hablamos de casas a las que no les sobran precisamente los metros cuadrados ni son demasiado luminosas. Por muy atractivos que nos resulten, los colores oscuros tienden a empequeñecer los espacios, especialmente en lo que a paredes y muebles se refiere. Para pintar, nada mejor que colores que reflejen la luz de la gama del blanco, beige, tostados o cálidos empolvados.
Abusar de estampados o del blanco
Todo en su justa medida. Si abusamos del blanco el espacio parecerá monótono y sin matices. Y si nos pasamos con los estampados, crearemos una estancia agobiante y empequeñecido. Lo mejor es combinar el blanco y los colores claros en paredes y muebles con elementos estampados bien estudiados. Esto significa que guarden una unidad cromática (no hace falta que todo vaya a juego, pero que haya coherencia en los colores) y que se apliquen en elementos concretos como cojines, mantas, sillas, etc.
Alfombras pequeñas
Las alfombras deben cubrir de forma generosa los suelos, tomando como referencia los elementos que tienen encima. Para ello basta con que observemos desde arriba las dimensiones de los muebles y calculemos que la alfombra tiene que sobresalir de ellos a lo largo y a lo ancho de manera suficiente.
Falta de coherencia en el estilo
A veces nos dejamos llevar por las modas y las tendencias y adquirimos muebles o detalles de decoración que chocan entre sí. No se trata de decorar nuestra casa según un estilo único, sino de jugar con el eclecticismo de manera coherente. Así, podemos reservar estilos diferentes para distintos rincones o estancias de nuestro hogar, de modo que guarden sentido en sí mismos.
Olvidar la iluminación
Es muy habitual dar prioridad al mobiliario, los tejidos y los elementos pequeños de decoración y caer en último término en las necesidades de iluminación. Esto nos lleva a dejar cables a la vista, llaves de la luz tapadas y, en general, soluciones temporales que estropean el resultado final de la decoración.
Para evitar estos problemas, lo mejor es planificar la colocación de los muebles y los objetos teniendo en cuenta las necesidades de iluminación (luces encastradas, cenitales, lamparillas de mesa, lámparas de pie, etc.) y tener en cuenta elementos como enchufes, llaves de la luz y tomas de techo desde el principio.
Sillones dando la espalda al entrar
Encontrar un sillón de espaldas al entrar en una estancia de la casa provoca una sensación poco acogedora. Lo ideal es tratar de evitar esta configuración en nuestro hogar, pero si resulta imposible, podemos minimizar ese efecto colocando un mueble tipo consola o aparador para tapar la espalda del sillón.
Prescindir de las plantas
Dan calidez y naturalidad a los espacios, por eso son imprescindibles para cualquier decoración. Solo tenemos que buscar plantas de interior y colocarlas de manera que las condiciones de luz y humedad sean óptimas. Hay muchas opciones: colgantes para el techo, en macetas para estantes, pequeños árboles para rincones, etc.