Errores que no debes cometer si te invitan unos días a un velero

Consejos para disfrutar de la experiencia y conocer los detalles necesarios para acoplarte a la vida náutica sin incomodar a tus anfitriones

Parece idílico lo de navegar en un velero ¿verdad? El ruido del viento, la sensación de libertad, llegar a lugares que no están al alcance de otros, bañarte en alta mar alejado de las multitudes. Pero detrás de todo ello hay mucho trabajo, mucha dedicación y una considerable inversión.

Si eres afortunado y te han invitado a pasar dos o tres días navegando en velero, aprovéchalo, disfrútalo. Merece la pena. Pero no te olvides de unas pocas normas sencillas que te ayudarán a no meter la pata.

A cambio tendrás experiencias únicas, consolidarás amistades, entenderás qué significa colaborar y estar pendientes de los demás, vivirás sin mirar el reloj, disfrutando de cada baño, cada cerveza, cada amanecer. Coleccionarás en tu retina (¡y en tu móvil, vale!) anocheceres en los que el sol se tiñe de toda la gama de rojos y anaranjados antes de meterse en el mar… solo para ti.

Fotos: Cuarto de Maravillas