La moda de Frida Kahlo llega a Sevilla

No es una moda nueva, pero actualmente se reúnen varios elementos que la consolidan en nuestra ciudad y en Andalucía. El pasado 12 de mayo se inauguró en la sala Apeadero del Ayuntamiento de Sevilla la exposición pictórica de Fausto Velázquez "Frida Kahlo: la vida como obra de arte" (que estará hasta el 26 de junio) con 22 retratos de la conocida pintora mexicana. Tras su parada en la capital andaluza, esta muestra viajará a otras ciudades de la comunidad -Málaga, Cádiz, La Algaba, Almería, Ronda y Antequera- e incluso saldrá fuera de España para ir hasta Nueva York, París, Basilea, Tokyo y México D.F., terminando su recorrido en Madrid. Pero esta no es la única exposición que acerca la figura de la mexicana más universal a Andalucía. En La Térmica de Málaga han tenido hasta el pasado 29 de mayo una muestra de fotografías de Leo Matiz en la Casa Azul, y hasta el 12 de junio se puede visitar la exposición-taller "Frida y yo" en el Espacio Público Joven del Centre Pompidou Málaga que invita a descubrir, especialmente a los más pequeños, el universo de Frida través del juego y la interacción con elementos claves en su vida y obra. Y eso no es todo, este museo alberga una pequeña y coqueta obra de la artista que es una de las más visitadas por los que entran en sus salas, "El marco" (1939), lo encontrarás junto al resto de Autorretratos de los que dispone el Pompidou en su colección. Pero como esta moda no queda solo en el ámbito artístico, buscamos su influencia en la moda e incluso la decoración, yendo mucho más allá de la pintura. Para eso no hay mejor lugar que la tienda Linda y Querida (calle Álvarez Quintero, 24 en Sevilla) porque desde fuera ya sabemos que Frida va a estar presente en todas partes, su logo es la silueta reconocible de la pintora (con sus flores y archiconocidas unicejas). Este céntrico establecimiento abrió sus puertas hace poco más de dos años gracias a Fernanda, una joven de Cancún enamorada de un sevillano. Con ella repasamos cada rincón de la tienda en busca de Frida, ella y su espíritu están por todas partes. "Me sorprende lo mucho que la conocen y la admiran aquí", reconoce la propietaria. Lo que más se vende son las camisetas de Frida Kahlo En nuestro análisis del espacio encontramos desde el huipil (blusa de tehuana que vestía normalmente Frida), hasta cojines, muñecas de manta, coronas de flores, camisetas, pañuelos, colgantes, pendientes o anillos, cuadros, libretas, monederos... Todo con el rostro de Frida o una reinterpretación del mismo. "Lo que más se llevan son las camisetas y las tenemos de Frida, de Frida niña, de Frida mezclada con calavera...", nos explica la dueña. Si Frida construyó parte de su identidad utilizando los elementos de la indumentaria, ahora su imagen se ha convertido a la vez en un icono que en el siglo XXI ha enamorado a la industria de la moda. Ya se han servido de su obra y fotografías diseñadores de todo el mundo como la española Maya Hansen, Osman Yousefzada, Missoni, Valentino, Alberta Ferretti, Lena Hoschek, Moschino, Kenzo, Raffaella Curiel, Jean Paul Gaultier, Galliano... Recientemente se ha publicado "Frida Kahlo: Fashion as the art of being" de la periodista española Susana Martínez Vidal (editorial Assouline), un libro-joya en el que se hace un genial repaso por esa estela de inspiración que tanto Frida, como su estilo, vida y obra, han dejado en la moda a lo largo del siglo XX y XXI. Todo lo que encontramos en la tienda Linda y Querida viene de México, concretamente son artículos hechos por artesanos o diseñadores y artistas mexicanos como Miguel Martiñón. "Pensé en una tienda como esta para mostrar la cultura de mi país y para ayudar a los que viven de la artesanía. Viajo a las diferentes zonas porque cambian mucho los productos y quiero ir conociendo y trayendo de todo", añade Fernanda, que es diseñadora gráfica. Curiosamente Fernanda y Fausto Velázquez se conocen, el artista incluso le pidió algunas prendas de ropa como los huipiles que vende para retratar a Frida con nuevas prendas de la cultura mexicana similares a las que lucía. Y que podemos ver actualmente en la exposición. Además de una Frida realista, Fausto ha hecho reinterpretaciones de icónicas fotografías de la pintora vestida con un mantón de Manila (diseñado por Victorio & Lucchino) o con pendientes de corales. Una opción que, para los que conocen el gusto de la mexicana por vestir de forma diferente y apostando siempre por la cultura y los orígenes históricos, no resulta para nada desproporcionada ni excéntrica. ¡Ay, si Frida hubiera visitado Sevilla...!