¿De dónde viene la tendencia de la caligrafía? ¿Quiénes están detrás de las preciosas letras que vemos por todas partes?
No solo lo ves en las bodas (quizá donde más nos llama la atención), la moda del lettering se ha instalado en objetos de decoración, publicidad y en el textil con una aceptación masiva. Pero, ¿de dónde viene la tendencia de la caligrafía? ¿Quiénes están detrás de las preciosas letras hechas a mano que parecen sacadas del mejor programa de ordenador?
Bulevar Sur ha entrevistado a Jose Gil y Balbina Arias, dos calígrafos muy diferentes entre sí que nos acercan a este mundo de emociones y formas a través de las letras… Ambos forman parte de esa nueva comunidad del lettering que nos ha conquistado y que aspira a seguir evolucionando con este arte que ha renacido.
Jose Gil es un joven jiennense afincado en Madrid que tiene más de 119.000 seguidores en Instagram, followers que esperan que publique sus sencillos vídeos en los que solo podemos ver su mano escribir una palabra. A veces inspiradora, otras relacionada con la actualidad, otras motivadora… No sabemos por qué, pero engancha, la suavidad del trazo, lo que parece muy fácil pero es tremendamente complicado… Un arte más.
Este diseñador gráfico nos cuenta que antes le gustaba dibujar retratos y acompañarlos con título. «En 2012 empecé a interesarme por la caligrafía y el lettering y un día me di cuenta que solo pintaba letras. Ahora la caligrafía es mi único enfoque de negocio».
Por su parte, Balbina Arias es una diseñadora de moda sevillana, antes bióloga, que ahora reparte su tiempo también con el lettering. «La caligrafía para mi es como el dibujo. Es una forma de dibujar y particularmente en mi caso, hay esa necesidad de decir cosas. Siempre quiero contar historias. Era casi casi lógico que me atrapase el mundo del lettering», explica. Opina que aunque se tenga talento innato, es necesario formarse y tomar clases «sobre todo en técnicas, materiales, estilos…».
Tiempos
«Cada proyecto tiene sus tiempos. Suelo empezar a probar con diferentes lápices y plumas y empiezo a jugar con las palabras hasta que me hago una idea del estilo que busco según lo que me ha indicado el cliente. Le muestro varios bocetos para que elija y una vez que se deciden por uno, lo redibujo en Adobe Illustrator», nos cuenta sobre su forma de trabajar Jose Gil.
Para Balbina los trabajos se miden no en función de las horas empleadas, más bien por su complejidad. «No es igual dibujar con técnica de acuarela que con tinta -y no estoy diciendo que uno sea más complejo que otro o viceversa- ni tardas igual en función de la utilización de rotuladores o de pinceles».
Materiales
La favorita de Jose Gil es la pluma oblicua pero asegura que le gusta utilizar de todo; plumas, pinceles, rotuladores… «Aunque para hacer caligrafía solo necesitas lápiz y papel». Balbina adora la acuarela y también el pincel en todos sus formatos. «Aunque he de decir que descubrir el lettering a rotulador -con los rotuladores especiales de punta blanda- me ha cautivado por completo como técnica», añade.
Estilo propio
«En la caligrafía cada uno tenemos nuestro propio estilo y con el tiempo lo vas creando. Yo intento hacer las cosas bien y que estéticamente me convenzan», responde Jose Gil cuando se le pregunta por su estilo como calígrafo. Balbina considera que cada proyecto saca un estilo de sí misma. «Normalmente el propio proyecto es el que te va indicando la tipografía que, aunque dentro de la línea que terminas adoptando por tu propia personalidad, debe ser variable para poder adaptarse al proyecto», apunta.
¿Por qué está de moda?
«La escritura manual era un arte perdido y creo que hay nostalgia por las cosas hechas a mano. Además ¿a quién no le gusta tener una letra bonita?», nos dice Jose Gil para dejarnos reflexionando sobre el tema.
Para Balbina no ha sido una cuestión de modas, siempre ha escrito y dibujado cuando ha tenido ocasión. «Uno de los primeros regalos adolescentes que tuve fue un kit de escritura a plumilla, que por supuesto conservo y utilizo. Pero es innegable reconocer que el haberse puesto de moda ha sido un factor determinante para tomármelo un poco más en serio, por así decirlo», reconoce.
Trabajo
En el caso de Jose Gil los encargos más habituales son logotipos, vídeos, diseño publicitario, creación de tipografías e invitaciones. Balbina nos habla además de los diplomas conmemorativos que buscan salirse del concepto clásico, láminas con nombres propios y regalos para otros.
«Empecé compartiendo por placer las páginas de mi Moleskine y ahora gracias a Instagram puedo trabajar con gente y empresas nacionales e internacionales que habría sido muy difícil que viesen mi trabajo de otro modo», nos cuenta Jose Gil sobre su éxito en esta red social.
Sus «minivídeos» en Instagram son en realidad mucho más largos de lo que parecen, él mismo los acelera porque las redes sociales no consumen formatos largos. «Mis vídeos surgen del trabajo diario y mi pasión por las letras. Puedo hacer un vídeo con el título de la canción que estoy escuchando o solo porque me apetece probar una palabra».
