Hace algo más de 20 años Daniel Maldonado y Luciano Galán dejaron de ser dos artistas para convertirse en un dúo, The Exvotos. Entre sus éxitos, el haber creado un estilo propio que eleva las artes decorativas y convierte sus piezas en joyas que se heredarán en las familias de cualquier parte del mundo.
Una trayectoria que no ha pasado desapercibida y que se va a reconocer con el Premios Bulevar Sur Trayectoria 2022. Más de dos décadas creando y fusionando cerámica, pintura, escultura, bordados… e inspirándose en el sur, su cultura, su luz, su religiosidad popular, el cine y la música. Una pasión que surge como idea y que les sale por las manos…
¿Qué habéis sentido al saber que sois el Premios Bulevar Sur Trayectoria 2022?
«Estamos muy emocionados con este premio porque es a la trayectoria. Después de cerca de 22 años trabajo en los que nos hemos hecho a nosotros mismos. No hay precedentes artísticos en nuestras familias y económicamente no teníamos nada, hemos ido de abajo abajo hacia arriba. Nos sentimos triunfadores y nos encanta que sea en Sevilla, hemos trabajado mucho para fuera, incluso fuera de España, y que sea aquí es muy emocionante. Además, es el reconocimiento al esfuerzo, han sido años de mucho trabajo, relaciones y momentos duros a pesar de que nos encanta este trabajo».
Y a estas alturas ha llegado vuestro esperado cambio de taller
«Estamos en la Calle Castellar, un lugar donde aún se siente pueblo, hay tiendas de personas de allí y hay vida de barrio. Es maravilloso porque hemos conseguido lo que buscábamos desde que comenzamos el proyecto. Es una casa donde trabajar y vivir, este taller es un sueño. Nos aporta más dedicación y rendimiento si cabe… Hay gente que decide tener hijos o mascota y nosotros hemos apostado por el trabajo y vemos cómo va creciendo, se hace mayor… A nosotros nos gusta trabajar donde vivimos porque somos organizados y tenemos mucha disciplina, separamos bien el trabajo de la vida cotidiana, tenemos horarios de trabajo, de creación y de vida y todo en el mismo espacio nos ha hecho evolucionar y ahorrar tiempo».
Estilo The Exvotos
¿Por qué The Exvotos se mantiene en Sevilla?
«El sur nos ha dado todo, la luz, la inspiración, el ambiente y cómo se siente aquí. Tuvimos propuesta de irnos a varios sitios como Francia, EEUU, Baleares…, pero vivir donde te gusta es calidad de vida. Cuando te dedicas a esto tienes que ser feliz porque se nota en el trabajo. Lo que no nos hace feliz o nos crea conflicto a nivel laboral o personal, lo alejamos. La felicidad y el amor son fundamentales para el trabajo. Hay que ganar dinero, claro, pero no todo en la vida es eso».
Y en Sevilla encontráis esa inspiración que os ha hecho conocidos…
«Nosotros somos de la religiosidad popular, la transmitida de generación en generación. Esa historia que se vive en el sur de ateos que rezan a la Macarena, aunque no es nuestro caso, pero son personas que tienen vírgenes en casa sin ser creyentes, por ejemplo. Entendemos ese lenguaje y lo hemos interpretado en nuestro trabajo sin ser irreverentes. No queremos serlo, ni ofender a nadie, pero aportamos humor a todo en la vida y a la religión también. Pintamos San Fernando y San Antonio con un estilo peculiar… Otras inspiraciones para nosotros son el cine -porque cualquier fotograma de repente nos aporta algo-, también la música. En el taller siempre hay música clásica sonando y, por ultimo, la naturaleza».
¿Por qué The Exvotos?
«El nombre nos vino como anillo al dedo y es totalmente el adecuado porque el pueblo habla. Trabajamos la escultura, pintura y en todo tipo de materiales y una de las cosas que hacemos son los exvotos. Daniel es de Arahal y yo de Utrera, es algo que hemos vivido desde la niñez. Cuando nos poníamos en mercadillos, en ferias de arte y antigüedades y la gente venia, iba diciendo vengo de “lo de los exvotos”. Un día, un chico nos dijo directamente “Exvotos” al dirigirse a nosotros y lo vimos claro».
¿Cómo os compagináis en el trabajo? ¿Qué aporta cada uno?
«Dividimos el trabajo en dos partes. Creación y producción. Creativamente intervenimos los dos, no sabemos donde empieza uno y termina el otro, sin cortarnos y sin complejos, todo pasa por las cuatro manos. En la producción, es cierto que cada uno tiene más habilidades y hace que sea más rápida, pero los dos pintamos, modelamos… hemos aprendido el uno del otro y hemos dejado atrás los egos para hacerlo todo. Lo importante es The Exvotos que somos los dos. Es una marca, pero algo artístico y ahí llegas a un punto de inflexión importante en el que dejas la individualidad propia del artista para formar un dúo, apartas tu nombre en pro de un proyecto por el que lo hemos dado todo».
Más de dos décadas de trabajo
¿En qué habéis cambiado y evolucionado en estos 22 años de The Exvotos?
«La seguridad en el trabajo. Empiezas algo más inseguro, pero ahora podemos elegir los trabajos que más nos gustan y podemos llevarlos a nuestro terreno. Siempre llevamos el diseño a lo que nos gusta cuando el cliente confía en nosotros. Es tan bonito que te den libertad que es brutal cuando ves que luego decoran una estancia entera alrededor de nuestra pieza o trabajo. Acaba siendo una pieza artística».
Vuestras cabezas se han convertido en icónicas y representativas. ¿Cómo surgió la idea?
«Es nuestro best seller y la idea de surgió durante un viaje que hicimos a Roma poco después de conocernos. Entramos en una sala algo desconocida para el gran público de los Museos Vaticanos y estaba llena de, entre otras piezas, exvotos del imperio romano y ofrendas para los dioses en cabezas. Al verlo nos morimos, el concepto nos gustó mucho y lo hemos adaptado. Cuando hablamos de religiosidad popular se piensa solo en lo católico, pero nosotros nos vamos a muchas religiones más… Todas las que han pasado por el Mediterráneo con ese tipo de arte funerario y de ofrendas lo hemos hecho nuestro. Muchos nos dicen que las cabezas les recuerdan a la Virgen del Rocío, pero no hay intención en ello. Lo cierto es que he hecho muchas vírgenes en mi vida y no digo que inconscientemente haya influencia de la del Rocío y de muchas otras cosas».
¿Qué se siente cuando creáis piezas que serán heredadas?
«Nos encantan las antigüedades. Una clienta y amiga nos dijo que serían las antigüedades del futuro. Ya nos ocurre con clientes que compran más porque han regalado las que tienen a sus hijos. Lo más bonito es que aunque usemos un lenguaje del sur ha sido exportable a muchísimos países. Vendemos en EE.UU, pero también en Taiwán, Australia, Francia y muchos lugares de Europa… A todo el mundo le llega lo que hacemos».
¿Sois artesanos, artistas o ambas cosas?
«Consideramos que nuestra historia trasciende la artesanía. Un artesano reproduce un patrón establecido y en nuestras piezas de cerámica, por eso hablamos de artesanía, hay un plus de intención, diálogo y mensaje y eso hace que pase a convertirse en arte. Ninguna cabeza es igual a otra. No nos sentimos artesanos, somos artistas que diseñamos nuestra pieza y también la ejecutamos con las técnicas artesanales que hemos aprendido para no derivarlas a un tercero. Es un discurso profundo porque la cerámica está considerada como arte decorativa, puedes comer o ponerle flores o colgarlo en la pared, pero si te compras un cuadro también lo cuelgas para admirarlo. Nuestro empeño es que las artes decorativas se revaloricen y estén a la altura de otras artes porque en sí mismas llevan escultura, pintura, bordados…».
De Sevilla al mundo
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de THE EXVOTOS ORA ET LABORA (@theexvotos)
¿Instagram ha sido vuestro gran escaparate al mundo?
«Totalmente. Aunque tenemos tenemos dos, uno es Instagram y el otro el propio cliente. No hay un cliente que no haya traído otro y es bonito. Tratamos de hacerlo tan de verdad que queden encantados y si alguien no está feliz, prefiero que no se lo lleve porque ellos hacen la mejor publicidad con las piezas en sus casas».
Dicen que tenéis lista de espera…
«Sí, desgraciadamente. Tenemos muchos encargos, no debería ser tan larga pero se nos ha retrasado por la obra que hemos tenido que hacer en la casa-taller. Estamos intentando corregirlo, pero trabajamos todo lo que podemos».
¿Qué tiempo se tarda en hacer una de vuestras cabezas?
«Es un trabajo que se va haciendo por fases, pero si te dedicas solo a una entre modelado, secado, horno, esmaltado, decoración con oxido, horno… pueden pasar perfectamente unas tres semanas».
¿Dónde os imagináis dentro de otros 20 años?
«En el mismo sitio y creando. En activo, espero que con fuerza física porque hace 20 años no estábamos como ahora…» (Se ríen).
Fotos: Tomás Muruaga