Yo no quiero flores, dinero ni palmas, cantaba Lola Flores en su Ay pena, penita, pena. Ahora además de formar parte del imaginario colectivo y los recuerdos de generaciones, esta canción es una camiseta súper actual. Nos cruzamos con ella por Instagram y nos preguntamos ¿quiénes son los responsables?
Ester y Sergio son dos malagueños que crearon hace 10 años crearon la marca 40 Grados a la Sombra dedicada a la joyería y bisutería personalizada, pero siempre habían estado tentados de lanzar algo relacionado con el textil. Hace un año, aprovechando unas instalaciones que tenían se lanzamos a crear Que se me paren los pulsos como una vía más de expresión de su creatividad.
Sus bolsos y camisetas para hombres y mujeres con mensajes que no pasan desapercibidos van a llamar tu atención. Frases de canciones que son himnos de la copla, del pop, que se fusionan con un diseño actual e irreverente. Inspiración total. «Hace una década, en la anterior crisis, dejamos atrás el mundo de la educación y los seguros para reinventarnos y ahora lo volvemos a hacer con esta apuesta tan personal que busca unir a los que hablamos igual», explican los creadores de esta marca.
Nuestra manera de reivindicar a las folclóricas es traerlas en forma de camisetas o bolsos y convertir sus letras en aforismos
¿Cómo surge la idea de Que se me paren los pulsos?
Siempre nos había llamado la atención que los mensajes que nos rodean mayoritariamente son en inglés y sobre todo impersonales. No estamos en contra de absolutamente nada, pero siempre nos hemos preguntado si la gente que lleva frases del tipo ‘Summer Vibes’ sabe realmente lo que significa. Es llamativo que teniendo una lengua con más de 400 millones de hablantes los mensajes que nos rodean sean mensajes vacíos de significado. Simplemente reivindicamos como normal lo que no lo es: frases en español que cuando las leas, las entiendas perfectamente. Además, siempre hemos tenido claro que necesitábamos descontextualizar los mensajes y empezar con coplas. Nuestra intención siempre ha sido ser universales, y que puedas ser un surfero y llevar tu camiseta Como una ola que, al fin y al cabo, tiene más sentido que llevar una que ponga Malibú sin tener que caer en la burla o en la típica camiseta “friki”. Reivindicamos la copla por su inmensa carga emocional, esas canciones que todos, seamos de donde seamos, tengamos la edad que tengamos están en nuestro ADN y que consiguieron algo tan difícil como es decir de manera sencilla un mensaje tan complejo.
¿Qué significan para las folclóricas y su legado cultural para las generaciones de los que ahora tienen 40-30 y los más jóvenes?
No tiene sentido el presente, ni se entiende qué somos como sociedad sin entender de dónde venimos. Somos un país en continua crítica consigo mismo y en continuo rechazo a lo que somos. Y ante eso creemos que hace falta reivindicarnos, puede no gustarte Rocío Jurado, pero es un icono cultural incontestable. Puedes ser todo lo millennial que quieras, pero no vas a tener una visión completa de tu entorno si desconoces que Lola Flores era feminismo de verdad en un mundo donde no era fácil serlo. Esas folclóricas, a las que nombramos con una especie de desprecio, eran mujeres que cantaban canciones populares en una España triste. Sus canciones han sido a veces el único consuelo de generaciones que han dado todo porque ahora podamos vivir como lo hacemos. Nuestra manera de reivindicarlas es traerlas en forma de camisetas o bolsos y convertir sus letras en aforismos. Píntate los labios y ponte una camiseta que diga «Ya pueden clavar puñales»… ¡Pura fantasía!
Uno de vuestros lemas es «Sé libre. Vístete con libertad». ¿Por qué creéis que no somos del todo «libres» al vestirnos?
La presión es muy fuerte. En un mundo tan globalizado al final todos terminamos siendo un poco robots. Y si nos pasa en nuestro ámbito laboral o social, cómo no va a condicionar también nuestra ropa. Es difícil ir a la contra, y caro, seamos realistas. Al final en un mundo donde se nos exige tanto, lo más cómodo es ir a megatiendas donde una camiseta hecha en masa te cuesta 5€ y puedes cambiarla a las 3 o 4 puestas. Ahora bien, todos tenemos una responsabilidad y tenemos que ser conscientes que la libertad hay que lucharla cada uno. Ser libre puede ser renunciar a tener 20 modelos de camisetas y elegir tener 5. Más caras, quizás, pero con un trasfondo. Se puede ser muy libre con un acto tan pequeño como romper un poco la cadena de la producción en masa y poner en valor lo pequeño. Cada vez somos más conscientes de que nuestra libertad pasa por pequeños gestos.
¿Cuáles son los «best seller» de la marca?
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«Ahora es tarde señora» o «Jamás duró una flor dos primaveras» son camisetas que mandan un mensaje muy potente. «Son ilusiones», «Djobi Djoba» o nuestra versión de «Ojos Verdes» son de las más vendidas. Pero todo nuestro catálogo está teniendo una aceptación que no nos esperábamos, la verdad.
También tenéis unas mascarillas 100% únicas…
Desde hace 10 años nuestra máxima siempre ha sido intentar hacer un poco más bonitos los objetos cotidianos. Y ahora que todos vamos con ellas, observábamos como la tendencia iba hacia lo que nosotros llamamos el “patrón universal”. Todos iguales. De todos modos, queremos dejar muy claro que lo que nosotros vendemos son mascarillas higiénicas, no quirúrgicas y que sirven como cubremascarillas. Estamos muy concienciados con las medidas recomendadas contra esta pandemia y es indispensable que todo el mundo use mascarillas higiénicas como avala el ministerio de Sanidad. Si además, quieres hacerlas más bonitas puedes ponerte encima una de las nuestras y romper esa imagen tan apocalíptica que vemos en nuestras ciudades.
¿Qué tenéis en cuenta para el diseño de las camisetas y las frases seleccionadas?
Cuando elegimos la copla como referente lo hacíamos siendo conscientes de que están llenas de frases que son pura sabiduría popular. Cogemos aquellas frases que empoderan y las llevamos a otro lugar. Queremos alejarnos de la imagen típica, llena de connotaciones clásicas. No tienes por qué ser un coplero para que lleves una camiseta nuestra. Lo que aportamos como novedad es que lo hacemos en serio. Hasta ahora las camisetas que hemos visto de temática parecida son de marcas que hacen humor con las folclóricas o usan el flamenco como parte de una broma. Nuestra pretensión no es hacer ropa para que se rían tus amigos en una barbacoa, que también si quieres, si no hacer prendas para gente con personalidad con un mensaje directo y entendible. La persona que lleva una camiseta que pone «Pero el invierno llega aunque no quieras» está lanzando un mensaje muy claro a quien lo lea, está adelantando con su ropa sus principios.
¿Quién es el cliente «tipo» de Que se me paren los pulsos?
Ante todo es una persona sin prejuicios que sabe reivindicarse. Hemos conseguido que nuestro cliente sea todo lo variado posible que era algo que nos preocupaba al principio. Somos de Málaga, soñamos en andaluz, pero nunca hemos pensando en local y de hecho vendemos en Euskadi o Cataluña más que en casi cualquier otro territorio. No hacemos camisetas distinguiendo tampoco géneros, pensamos en personas que luchan día a día por no ser un número. Nuestros clientes son chicos y chicas que buscan algo diferente a lo que hasta ahora encontraban. Al final una camiseta nuestra te levanta un look ejecutivo o te da seguridad en un evento informal y así lo vemos cuando la gente nos hace llegar sus fotos con nuestros modelos. Lo fácil sería pensar en mujeres copleras Juradistas o Pantojistas, pero nosotros no vamos por ahí.
¿Planeáis lanzar más productos además de camisetas y bolsos? ¿Nuevas ideas para el futuro?
Ahora mismo estamos desbordados, la verdad. Están siendo unos meses tras el parón del confinamiento que no esperábamos. Es unos momentos tan difíciles como estos estamos centrados en la producción diaria de nuestras camisetas y bolsos y mejorar el servicio que ofrecemos. En invierno queremos ampliar el catálogo con sudaderas y complementos. Siempre decimos con sorna que el mundo de los hules de mesa y del papel regalo necesita una vuelta, pero de momento vamos a centrarnos en lo que está teniendo tanto éxito.