Fernando Claro dejó este jueves a Sevilla con ganas de más. De más moda, de más cultura, de más fotografía, de más estilo. La presentación-performance que realizó con parte de su nueva colección de novias, «Auroras», fue un evento único que no quiso perderse nadie. La cita fue a las 18.30 horas en el Museo de Artes y Costumbres, donde desde por la mañana estuvieron celebrando una sesión de fotos de moda abierta al público. La mezcla de disciplinas artísticas en este singular espacio ofreció una experiencia única y refrescante en el clásico y predecible panorama de la moda sevillana.
Al entrar en la sala, nos recibe una exposición efímera con algunos de los diseños icónicos de la firma, también cuelgan de la pared los bocetos de la nueva colección que veremos desfilar con las muestras de tejido. Y orgullosas y visibles las zonas de shooting, look-book y mesas de trabajo y área de maquillaje y peluquería. Los focos, las cortinas y el ambiente sugerían que aquello era no era un desfile al uso, pero tampoco una sesión de fotos corriente. En ese espacio de trabajo (en el que nada se había dejado a la improvisación) se colaron más 120 personas que disfrutaron del trabajo en directo de los fotógrafos Andrew Jim y Jesús Aldebarán, de la dirección creativa de Fernando y Beatriz Claro y de las modelos que posaban y desfilaban.
Mezcla de disciplinas
«Todo esto ha sido idea de Fer, el brand manager. Hacía mucho tiempo que no hacíamos nada en Sevilla y queríamos, teníamos la colección ya terminada y para fotografiar y me propuso esta idea de hacer un shooting abierto al público con una mini presentación», cuenta Beatriz Claro a Bulevar Sur. Los hijos de Fernando Claro (Bea y Fer) están, junto a su padre, al frente de una de las firmas sevillanas con mayor potencial. Es, de hecho, una de las imprescindibles de la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid -donde volverá a desfilar el 18 de febrero- y de las alfombras rojas y eventos más importantes de nuestro país.
Fernando Claro, más de tres décadas de trabajo incansable después, sigue al frente de su taller en Sevilla y una vez en semana viaja hasta Madrid para atender a las clientas del atelier-showroom que tiene en la capital. «En estos años hemos ido evolucionando de una manera orgánica, el equipo ha tenido que duplicarse porque antes lo hacíamos todo entre unos pocos y ahora sí que hay varios departamentos para poder hacer todo lo que hacemos de forma simultánea en Sevilla y en Madrid», asegura la diseñadora.
¿Cómo nace una de sus colecciones? «Mi padre y yo nos reunimos constantemente y cuando vamos a diseñar, lo primero es montar un moodboard, hablar de la inspiración y vamos diseñando entre los dos, algunos los descartamos, otros nos los qudamos…», nos cuenta. De su nueva colección de novias, Beatriz apunta que tiene tres líneas muy definidas. «Una se llama ‘Fancy’ con vestidos de novia con más volúmenes, es más atrevida… un poco show. Luego, ‘Claro’, con diseños que tienen la esencia de la casa, vestidos elegantes y sexy sin enseñar demasiado. Y también una parte se pondrá en la web, como el esmoquin blanco o un vestido corto con plumas… Aquellos con cortes que sientan bien se podrán comprar online a un precio más económico», explica.
Hoy en día, las novias suponen el 60% de las clientas de Fernando Claro, mientras que el 40% restante es del mundo de la invitada, han vestido a las artistas internacionales Shakira y Tini, a influencers como Paula Ordovás, Carla Hinojosa o María Pombo y actrices de las más alabadas por su estilo como Paula Echevarría y Juana Acosta, entre muchas otras.
Fernando Claro es, sin duda, una de las marcas sevillanas que mejor se ha adaptado a los nuevos tiempos y exigencias de la industria de la moda renovándose ágilmente e innovando frente a los cambios. Su modelo aspiracional combina los conceptos de la moda artesanal y a medida con el prêt-à-porter más accesible y el apoyo de las redes sociales y la comunicación. «Mi padre es una persona súper inteligente y para mí lo fundamental era que supiera delegar y avanzar en una dirección que desconocía entonces. Para eso, tenía que confiar en nosotros y la verdad es que casi nunca nos dice que no, si se lo argumentamos bien siempre accede y trabajar con él es un gusto», dijo.