Una de las prendas de las que más me alegro de haber invertido cada temporada desde que llegó a mi armario es este vestido banco. Cada vez me gusta más y encuentro más combinaciones y posibilidades con él como protagonista de mi look.
Al principio pensé que lo usaría un par de veces o para alguna ocasión especial, pero tengo que reconocer que me ha sorprendido su versatilidad, porque al fin y al cabo, no deja de ser un vestido blanco. Me enamoró el brocado de su tela, el largo, el corte a la cintura, los detalles de la espalda… ¡Todo! Tanto es así que lo volví a comprar pero con otro estampado, jeje
Esta vez decidí combinarlo con sandalias de plataforma estilo gladiadoras para darle un toque más informal, aportando un aire más boho al look. Un outfit sencillo pero muy especial.
¿Qué os parece?
Vestido: Zara
Sandalias: Pull & Bear
Fotos: Alberto PR