La moda flamenca reivindica su artesanía como elemento diferenciador

La asociación Qlamenco celebró este martes una mesa redonda con profesionales, la inauguración de una exposición fotográfica y un desfile de moda flamenca en Sevilla

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A la cita con Qlamenco, la asociación presidida por Pedro González, no ha faltado Bulevar Sur. La convocatoria prometía una mesa redonda con profesionales para tratar cuestiones como la de que la moda flamenca es moda, así como los problemas y elementos que la diferencian como sector económico.

Tras la mesa redonda se inauguró la exposición fotográfica «Flamenco en negro» de Inmaculada Puchal y que podrá visitarse en el Hotel Gran Meliá Colón hasta el próximo 18 de diciembre. La jornada de eventos Úniqo Qlamenco culminó a las 20 horas con un desfile muy especial en el hall del hotel con los diseños de los miembros de la asociación Qlamenco. Los diseños que participaron fueron los de Agustín Roig, Alejandro Santizo, Ana Morón, Antonio Gutierrez, Aránega, Atelier Rima, Benjamín Bulnes, Carmen Vega, Francisco Tamaral, Javier García, José Galván, Lina, Loli Vera, Luis Fernández, Patricia Bazarot, Pedro Béjar y Yolanda Ribas.

Este pasado martes en el hotel la mesa redonda contó con la presencia y reflexiones de Pedro González, Juanjo Domínguez (Jefe de Promoción Nacional de Sevilla Turismo), Mª Ángeles Carrasco (directora del Instituto Andaluz del Flamenco), Clara Guzmán (periodista), Raquel Revuelta, empresaria y Rocío Montero (de la firma Lina).

120 millones de euros al año son las cifras que maneja el sector sobre lo que mueve la moda flamenca al año. Solo 13 fabricantes son de fuera de Andalucía, lo que convierte la industria en esencialmente regional. La realidad que preocupa a los profesionales es que en 10 años «se ha triplicado el número de productores de moda flamenca». «Eso lleva a una banalización del sector, incluso a una competencia desleal que hay que combatir», apuntó Pedro González.

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Mesa redonda de Úniqo Qlamenco. Foto: Ernesto Castillo

La periodista Clara Guzmán respondió a la cuestión de que la moda flamenca es moda porque «tiene la esencia de la novedad y se ve cada año con las colecciones de los diseñadores en SIMOF». Asegura que siempre ha sido crítica con la necesidad de no perder la esencia del traje de flamenca pese a las novedades y nuevas tendencias. Por otro lado, puso sobre la mesa lo que supone la artesanía para el sector de la moda flamenca como elemento diferenciador frente a la globalización incombatible de otros tipos de moda.

Raquel Revuelta ha recordado cómo nació la idea de crear SIMOF. En un entorno en el que no existía el sector de la moda flamenca, sino una economía sumergida decidieron apostar por lo único en lo que Andalucía y Sevilla no tenían competencia. «Primero fue un certamen de diseñadores noveles lo principal y poco a poco fuimos consiguiendo que las modistas legalizaran sus negocios para poder participar y desfilar con sus colecciones como profesionales», aseguró la directora de Doble Erre. «Confiamos en las posibilidades de SIMOF desde el principio pero no podíamos ni llegar a imaginar lo que supondría para el sector y lo que después sería la industria de la moda flamenca. Fue su germen», añadió.

Para Raquel Revuelta la moda flamenca es moda y lo debe en gran parte a los jóvenes diseñadores que ahora se forman de forma específica. «Ellos aplican sus conocimientos para la moda flamenca y son los que investigan tejidos, cortes, formas, complementos y se arriesgan. Para que algo evolucione tiene que haber debate y polémica como el que hay en la moda flamenca con los más puristas y los más modernos», explicó.

Rocío Montero, hija de la emblemática Lina, y ahora al frente de la casa de moda flamenca junto a su hermana también quiso poner sobre la mesa el debate sobre la importancia de la creatividad y la seriedad empresarial para que un negocio funcione y tenga futuro. Así como la necesidad de fomentar el trabajo de las artesanas y costureras que actualmente no cuentan con una regeneración del oficio y de la moda flamenca como un «elemento vivo innegable» que vemos en pasarelas y en la propia calle.

Mª Ángeles hizo un bonito paralelismo entre el flamenco y la moda flamenca. «El flamenco, como también podemos decir de la moda flamenca, es una seña identitaria por la que se nos reconoce dentro y fuera de nuestras fronteras. Es universal, pero tiene una cuna que es Andalucía», apuntó. «El flamenco es un arte vivo, rico, variado y contaminado de culturas y eso le pasa también a la moda flamenca. Es plural, con lucha de ortodoxos y heterodoxos y eso nos aporta muy variedad», añadió.

Juanjo Domínguez aseguró en su discurso que la moda flamenca se utiliza como imagen para vender Sevilla en diferentes ciudades del mundo. «Quizá nos sirva más para un turismo de lujo en el que estamos trabajando pero en un turismo de shopping por su exclusividad», apuntó el experto.

Para cerrar el interesante encuentro, Pedro Rodríguez quiso hacer una reflexión: «Las mujeres en la feria son valientes, libres, progresistas, sin mandamientos… Todos esos adjetivos tienen que ver con la moda. La clave está en dejar de juzgar, solo observar los cambios que pertenecen a una sociedad que se mueve. La creatividad y el pensamiento, sin denostar la tradición, forman el camino que debe seguir la moda flamenca».

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