María Magdalena, ética y filosofía aplicada a la moda

La lepera Alejandra Jaime que destacó con su primera colección y su mensaje busca su sitio en el mercado de la moda alternativa

La joven diseñadora de Lepe (Huelva) Alejandra Jaime tiene frente a sí el gran reto de hacer su segunda colección de moda tras triunfar con la primera, «We are cattle». Su firma, llamada María Magdalena, sonó con fuerza en 2014 cuando su proyecto de fin de carrera fue seleccionado para desfilar en solitario en el festival South de Cádiz, ganó el Certamen andaluz de jóvenes diseñadores. Desencaja y después participó en la plataforma de nuevos talentos EGO, en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. Un despegue fulgurante para una chica tímida con mucho que contar. Bulevar Sur la entrevista mientras está centrada en su nuevo proyecto. Nos llama la atención el mundo de moda diferente que María Magdalena propone, su estilo alejado de las tendencias y preocupado por el mensaje que envía. Una rara avis por estas tierras a la que debemos cuidar y potenciar.

¿Por qué utilizar el nombre de María Magdalena?

Me vino de repente, estábamos haciendo un trabajo para la universidad de buscar un logotipo, un nombre… Y se me vino. Después lo pensé y me gustó más por la figura de antihéroe dentro de la iglesia, un poco apartada, no se sabe muy bien qué pasó, me llamaba la atención. Mi abuela se llamaba María así que un poco homenaje a ella también.

Hiciste varios cursos de Derecho antes de dejarlo para optar por la Moda…

No me gustaba nada Derecho y de siempre me había llamado la atención el mundo de la moda. Desde pequeña hacía trajes a mis Barbies, acompañaba a mi madre de compras… Me lo había planteado en algún momento, pero nunca de forma seria. En aquel momento me dije que o hacía algo que me gustara o no iba a salir bien, ni me iba a dedicar a nada. Porque para trabajar en algo bien tiene que gustarte, vi mi oportunidad ahí.

El mundo de la moda es duro no, lo siguiente

Pese a que siempre dicen que tiene pocas salidas, que es muy complicado vivir de ello…

Realmente cuando empecé a estudiarlo no sabía bien dónde me metía, era muy cría, entré muy inocente y no tenía muy claro cómo enfocar la vocación. Ya dentro empecé a informarme de todo.

¿Sigues siendo inocente?

Ahora bastante menos, me queda muchísimo por ver, pero es otra historia. He vivido un poquito desde dentro la realidad, estudiar no es la realidad porque todo es bonito, después, cuando sales te das cuenta de que esto es duro no, lo siguiente.

Alejandra Jaime, diseñadora de María Magdalena

¿Qué es «We are cattle»?

Es el proyecto final de carrera, algo totalmente libre, en aquellas fechas tenía en la cabeza la crisis de valores, la crisis económica… Quería hablar de eso y empecé a darle vueltas y me salió «We are cattle» que es una comparación de lo que somos los ciudadanos para el poder en todos los sentidos. Un intento de compartir mi sensación de que tenemos que espabilar, no creernos todo lo que sale en la tele porque nos van predeterminando y al coger ese camino no se es feliz. Transmitir ese cambio que hice de Derecho a Moda, esa valentía, pero entrecomillada porque es más fácil cuando tienes el apoyo de tus padres como yo, pero esa valentía de hacer lo que te apasiona.

¿Cómo transformaste ese pensamiento en prendas? 

Quería una colección estética, en la que predominase el blanco. Escogí la figura del cerdo y de ahí saqué elementos como el color rosa, los hocicos… también los letreros con las frases que eran casi lo más importante para mi porque yo quería hablar con la colección, de hecho me gusta mucho escribir. Cuando escribí la inspiración de la colección disfruté mucho explicándolo y transmitiendo la idea, con la ropa no hablas directamente y por eso añadí esas frases para que la gente las leyera y pensara.

¿Eso cautivó al jurado del Certamen de jóvenes diseñadores de Andalucía que ganaste?

Imagino que sí. No me lo esperaba para nada aunque todo el mundo me decía que yo iba a ganar, pero no era capaz de imaginármelo. Lo que me preocupaba es que si ganaba tenía que dar otra vez la vuelta por el Palacio de la Algaba porque soy súper tímida…

Participar en EGO es la alegría más grande que me he llevado desde que empecé

Y luego conseguir ser seleccionada para EGO en la semana de la moda de Madrid

Esa es la alegría más grande que me he llevado desde que empecé en esto. Es la gran plataforma a nivel nacional, no me lo creía. Fue una locura de principio a fin. Una chica del festival South de Cádiz, que seleccionaba las colecciones me recomendó presentarme a EGO porque me veía con posibilidades, me iba a presentar de todas formas, porque es lo que toca, pero fue un impulso más. Cuando me cogieron no me lo creía. El tema de verte al día siguiente en Vogue es muy fuerte.

¿Se podría decir que es el proyecto fin de carrera mejor explotado de la escuela?

El mejor explotado fue el de Leandro Cano, porque él además se llevó el premio de Marc Jacobs. A Leandro le pasó lo mismo que a mi pero multiplicado por tres. Pero hicimos el desfile en la facultad, MOVE, a los dos días fuimos a SOUTH Cádiz, en noviembre el concurso dentro de Andalucía de Moda y después EGO en Madrid Fashion Week.

Tu estilo se identifica más con diseñadores extranjeros, ¿te sientes diferente aquí?

Un poco, la verdad es que no tengo una referencia clara, me gusta fijarme en todos los detalles de cada cosa que veo, tampoco investigo porque no me gusta del todo que me influya… De España me encanta, Sybilla. Ella dejó de producir hace unos años y ahora ha vuelto y le acaban de dar un premio, además la recuerdo de niña y me encantaba. También Moschino. Mis referencias más grandes vienen porque las conozco desde pequeña y eso te marca más. Colecciones divertidas, por ahí va mi estilo.

Siempre que pueda intentaré apoyar talleres y la moda ética porque son mis ideales

¿Cómo planeas tu nueva colección?

No quiero rebajar el nivel, quiero seguir contando una historia, que llame la atención y que la gente se sorprenda porque si no me aburro y no me emociona lo que hago, pero a la vez quiero que sean prendas ponibles, bien hechas, versátiles…

¿Qué has podido vender de «We are cattle»?

Tengo una edición limitada de sudaderas, la de los rabitos, y también cinco modelos de camisetas unisex, que han funcionado muy bien. Las sudaderas están hechas en la central de moda ética Occhiena, que ayudan a mujeres en peligro de exclusión. Cuando empecé a buscar taller dí con ellos y la verdad es que trabajan muy bien y salí encantada porque además estoy apoyando su causa. Siempre que pueda intentaré apoyar talleres y la moda ética porque son mis ideales y valores y son de los que hablo en «We are cattle». El problema es que los precios suben, pero buscaremos mercado donde la gente sí pague por ese trabajo y calidad a la vez que hacer prendas más vendibles e ir buscando nuestro sitio manteniendo mi estilo.

We Are Cattle – A Fashion Film by Maria Magdalena from María Magdalena on Vimeo.