Como el hombre, la mujer también se viste por los pies. Y en Sevilla tienen desde hace más de 15 años a una mujer que viene de familia zapatera y que no imagina una vida si no es rodeada de tacones, moda y buen gusto. Nuria Cobo tiene esa elegancia innata que caracteriza a no muchas personas, su look siempre perfecto y la constante sabiduría con la que atiende a sus clientas consigue que salgan de su tienda con la bolsa en la mano.
En plena época de eventos, nada como acercarse hasta su tienda de la calle Rosario, 16 para conocer en profundidad la historia de esta firma de calzado sevillana que produce en Elda y Elche.
¿Por qué vivir de y por el calzado?
Mi familia son zapateros de toda la vida. Mi padre es un andaluz que emigró a Elche, la cuna del zapato, y comenzó a trabajar en una gran empresa, después viajó por toda Andalucía y al final se vino a Sevilla para montar su propia empresa de zapatos. Cuando cumplí 18 años, a la vez que estudiaba me puse a trabajar con él y finalmente, hace unos 16 años, decidí crear la firma Nuria Cobo junto a mi hermano. Después nos separamos, él tiene algunas tiendas con otro tipo calzado, y yo tengo con mi propia marca la tienda de Sevilla y la tienda online con la que ya vendemos hasta en la comunidad económica europea.
¿Te has formado en algo concreto para el diseño y la venta de zapatos?
Me formé en la práctica de vivir como empresaria y de tenerlo en casa desde pequeña, de las conversaciones, de trabajar con mi padre… Cuando creamos la marca propia lo he aprendí todo acertando y pegándome batacazos.
¿En qué piensas, qué te inspira cuando diseñas?
Básica y fundamentalmente me inspiro en la gente que viene, en mis clientas. Siempre estoy de cara al público, tanto en tienda como en la página web y redes sociales y eso me hace ver qué necesitan o pueden necesitar, qué es lo que no encuentran y yo les quiero dar y, por supuesto, lo que a mi me gusta. No puedo vender nada convencida si a mi no me gusta.
¿Hay algún modelo estrella en estos años de vida de Nuria Cobo?
Hay muchos modelos de hace muchos años que las clientas más fieles aún recuerdan. En esta colección hay sandalias que llevan más de cinco años y que no las quito porque ya se han convertido en básicos.
¿Cómo ha ido evolucionando la venta online de calzado?
Empecé hace unos nueve años y lo hice como prueba, a ver qué pasaba y vimos que se vendían y con pocas devoluciones. Ahora el mundo se ha vuelto online y ya no hay miedo, además el tener una tienda física y el tener contacto directo conmigo da mucha confianza al comprador… Ven que es un negocio real, que no es ninguna mentira. Aún es un porcentaje pequeño pero no dejan de crecer las ventas a través de nuestra tienda online.
¿Cómo y dónde se fabrican tus diseños?
Todo se fabrica y los tejidos también son de Elche y Elda. Cuando me preguntan por qué no hay en Sevilla o Andalucía una fuerte industria zapatera (quitando a Valverde del Camino) y es porque fabricar un zapato es algo muy complicado porque tiene muchos componentes: tacones, tapas, pieles, hebillas… No son solo las fábricas, es el sitio donde están todos los componentes complementarios para salir de allí con una caja con el zapato terminado. Todo en el mismo sitio, y lo fácil es seguir haciéndolo allí, además de la profesionalidad que tantos años de trabajo les ha dado.
A una persona que se pasa la vida viendo zapatos… ¿Qué le dice el calzado sobre la persona que lo lleva?
Me dice si es una persona cuidadosa con su imagen o no. Llevarlo, tanto el zapato como el pie, demasiado descuidado o viejo da una fatal impresión, por muy bonita que sea la ropa, lo estropea totalmente. Al final, los detalles son muy importantes para una imagen convincente. Si ves a alguien bien vestido y remata con un pie cuidado y un zapato en condiciones dices, me fío, es alguien ordenado, limpio…
¿Cuáles son las principales preocupaciones y exigencias de las clientas?
La estética es muy importante, pero si no es un zapato cómodo no tienes nada que hacer. Además, la clienta no va a volver. La calidad es importante, que sea cómoda y que se cree esa confianza con el cliente. Enamorar a la clienta es una cuestión, al fin y al cabo, muy personal y la calidad lo confirma. Un tercer punto básico en mi negocio y que todo mi equipo lo lleva a raja tabla es la de asesorar al cliente, ayudar tanto en tienda como a través de la tienda online. A Nuria Cobo no vas a autoabastecerte porque damos una atención personalizada y eso el cliente no lo olvida.
La moda se tiene que someter a los gustos de cada una
¿Cuáles son las características que hacen que un tacón sea lo más cómodo posible?
Si quieres algo muy cómodo la plataforma facilita mucho, además deque la horma no sea demasiado ancha ni demasiado estrecha. También es cierto que se vuelven a llevar los stilettos que son sin plataforma, pero a algunos se les ha metido una suela de goma con la planta acolchadita para que no sea tan costoso llevarlos. Es cierto que hay gente con suerte que lo aguanta todo, pero no es lo normal, la clienta busca la plataforma y por eso no dejamos de hacerlos. La moda se tiene que someter a los gustos de cada una y las clientas no quieren dejar las plataformas de ninguna manera. Además, unas hormas cómodas, pieles suavitas…
¿Cómo afronta la competencia una pequeña empresa contra los gigantes de la moda y el calzado?
Creo que hay que mirar al mercado y la sociedad, por dónde va la economía y el consumidor, quién no lo haga se queda descolgado. El comercio está transformandose mucho y de forma muy rápida, además el mundo online te permite competir dando la imagen de gran empresa contra grandes y pequeños. Si el pequeño no tiene fe en si mismo, no hay más secreto que trabajar trabajar y trabajar y observar qué quieren los consumidores.
¿Cuáles han sido tus referentes en el diseño y estilo?
No tengo referentes concretos, todo lo que me gusta es referente independientemente de cuál sea su firma.
Imagino que ha sido interesante tener un gran diseñadora como Pilar Burgos en la misma ciudad…
Además de una gran empresaria, fue una pionera en el uso de los colores en los zapatos. Todo un ejemplo de empresaria y de entrega a su trabajo.
¿Ha evolucionado el estilo de Nuria Cobo en estos más de 15 años?
Sí, pero mantiene las premisas iniciales de un zapato colorido, perfecto para un evento especial y que tiene un estilo clásico que va evolucionando, pero sin grandes estridencias. No soy hipermoderna, ni tampoco damos zapatos sport porque confundiríamos a mi clientela. Ellas vienen sabiendo lo que tenemos, buscan un zapato bonito, con estilo, dentro de lo clásico y con un toque chic y actual.
¿Y cómo influyen el feedback de las clientas o lo que te van pidiendo?
Trabajamos por temporada, pero metemos muchos modelos nuevos según lo que va pidiendo la clienta o lo que nosotros queramos proponer como moda. Tanto en modelos como en colores y en medio de la temporada lo hacemos mucho.
Además de zapatos, en esta tienda también hay bolsos…
Como estoy volcada en las celebraciones y eventos, tenemos esta colección de carteras y no dejamos de meter modelos nuevos. Es un gran complemento, son muy demandadas ya por sí mismas sin que se compren zapatos. Sirven para una boda, pero también para un look informal al que quieras dar un toque más arreglado.
¿No te lanzarías con la ropa?
De momento no, pero yo no no descarto nada jamás. La verdad es que estoy muy centrada en lo que creo que hago bien, que son los zapatos y los bolsos, y por ahí van los tiros.
Sigue la pugna entre las plataformas y los stilettos
¿Qué se están llevando este verano 2016 y qué habrá para el otoño-invierno 2016-2017?
Ahora las sandalias de plataformas altas con mucho color. Buganvilla, verde, mucho rojo de nuevo y metalizados como siempre. Y la pugna entre plataformas y stilettos que sigue. En otoño veremos más stilettos cerrados y menos plataformas porque el invierno se da menos. Los salones han vuelto con mucha fuerza y con punta fina.
¿Qué imagen del calzado español tienen los extranjeros?
Saben lo bien que se hacen en España. Aquí vienen y compran muchos extranjeros, incluso los italianos lo hacen porque la relación calidad-precio es buenisima (los precios de Nuria se mueven entre los 90 y 120 euros). El sector en general del calzado de piel español ha superado la crisis con nota y exporta muchísimo.