Puntadas para toda la vida: las novias de Fernando Claro

Asistimos a una prueba real con el diseñador sevillano en su estudio para conocer cómo nace y se hace un traje de novia

Inauguramos el Especial de Bodas 2016 de Bulevar Sur compartiendo un experiencia tan íntima y especial como es el momento en el que una novia se prueba el traje con el que contraerá matrimonio. Para formar parte de estos instantes nos colamos en el estudio del diseñador sevillano Fernando Claro, que tras más de 32 años en el oficio, se mantiene como uno de los máximos referentes de la moda no solo en Andalucía si no en todo el país. De su taller de Dos Hermanas, en el que prácticamente vive desde las 6.30 de la mañana y del que solo sale para hacer las pruebas, salen unos 80 trajes de novia al año. Vamos a conocer la historia de uno.

Acompañamos a Victoria Tellado y su familia a la segunda prueba en la que el vestido ya se muestra tal y como será. En esta ocasión, junto a Vicky nos encontramos a su madre, su abuela, su tía y su prima. Viene con el peinado que ha elegido finalmente para el día de su boda, quiere comprobar cómo quedará con el vestido y con las posibles diademas y coronas que le gustan. Y lo más importante, ver el resultado del look completo con la maravillosa mantilla que le ha hecho su madre. Cuando abre la caja y con delicadeza la saca para mostrarla a todos los presentes, ya se nota la emoción que ha puesto en cada una de las flores que la decoran. La hija no puede estar más orgullosa ni sonreír más. Su felicidad y su ilusión son realmente contagiosas.

En las imágenes que ilustran este reportaje no vemos a Vicky, su boda es el 9 de abril y no podemos desvelar su secreto mejor guardado, por eso la que nos posa es María del Villar (encargada de comunicación de Fernando Claro) con uno de los modelos más espectaculares creados por Fernando Claro para esta temporada y con ella recreamos esos momentos de las pruebas con las novias.

«Vi el traje de Beatriz Claro, hija de Fernando, en las redes sociales y quise venir a visitarle», nos cuenta. Y aunque fue a probarse trajes de otras firmas, no podía dejar de pensar en aquel boceto que Fernando le había dibujado en su primera visita, hasta llegó a soñar con él. «Con mis ideas y la conexión que tuvimos llegamos a ese traje, el boceto lo enmarcaré para tenerlo en mi casa», explica Vicky justo antes de entrar en el probador y coger los tacones que le ha regalado su hermano para la boda. Todos los detalles cuentan, incluida la lencería, para esta prueba en la que hay que simular todo como si fuera el día de la boda porque en la próxima, la tercera prueba, el traje estará ya listo y solo se hace algún ajuste (suelen perder algo de peso, comenta Fernando). Cierran las cortinas y nos quedamos hablando con su madre: «Estoy disfrutando de cada tarde junto a ella, de los preparativos… De todo porque luego la boda se pasa muy rápido».

Cuando Vicky sale con su vestido la madre se levanta, los nervios le impiden quedarse en el sofá, la abuela no puede dejar de mirarla y le tira besos con dulzura. Es la primera vez que la ve así y parece no poder creerse lo guapa que está su nieta. La mirada cristalina comienza a convertirse en lágrimas. Repasan el vestido, ajustan detalles, comprueban que el sujetador no se marque… Colocan la mantilla y la madre no consigue aguantar las lágrimas tampoco. Su esfuerzo de horas y horas se ve recompensado en la belleza y el toque especial que aporta al traje de novia de su hija. «Es una obra de arte», le dice Charo, mujer de Fernando Claro. El vestido no deja de recibir piropos por parte de la familia de la novia y ella se mira y se vuelve a mirar, como si no se lo creyera. «Es perfecto. ¡Qué bonito es! ¡Qué emoción después de tantos años pensándolo!».

Es muy importante que la novia se sienta guapa y no disfrazada

¿Es difícil traducir las ideas que traen las novias y convertirlas en un traje? «Suelen saber desde el principio lo que no quieren y traen ideas de cosas que les gustan. Vamos probando y poco a poco llegamos a encontrar lo que inconscientemente querían desde el principio pero que les costaba decirlo al principio», explica Fernando Claro. Le preguntamos qué diferencia hacer un traje de novia de diseñar una de sus colecciones de Demi Couture, como él las califica. Según el diseñador lo más creativo es hacer su colección porque le deja hacer lo que quiere al 100%. «Siempre viene alguna novia, aunque son las menos, con idea de algo fantástico y con esas disfruto muchísimo en ese sentido. De todos modos, la diferencia es que con la novia trabajamos más a nivel emocional por hacer un diseño único y especial para ese momento tan importante de sus vidas».

Beatriz Claro prueba el tocado a la «novia». Foto de Vanessa Gómez

Detrás de ese vestido que lleva Vicky, del que no daremos ningún detalle, está su historia de amor con «su» Rubén, o como ella lo llama «su ángel». Una historia de amor de las que leemos en las novelas o vemos en el cine, un flechazo que surgió en una boda y que tres años después se convierte en otra boda. Nos cuenta, ya vestida de novia, que por él cambió su vida, dejó el trabajo y su ciudad, apostando por una relación que ha demostrado ser lo mejor que le ha pasado.«Lo fácil era enamorarse de él», asegura. Y vuelve a mirarse en el espejo y ya se imagina del brazo de su padre, con su vestido de Fernando Claro y caminando por la iglesia del Convento de Santa Isabel mientras Rubén la espera en el altar.

El de Vicky es un vestido más, una nueva historia de amor y costura que se añade al largo currículum de Fernando Claro, que sigue acumulando de esas puntadas para toda la vida en su estudio de la calle Adriano, 29. Aún recuerda con una sonrisa su primer traje de novia, el que hizo para Charo, su mujer, que fue de largo midi y que lució con botas, y recientemente también ha vestido a su hija Beatriz, que trabaja con él codo con codo en la empresa. En estas tres décadas de carrera ha ido dando forma a su manera de entender la moda y a las novias y, obviamente, adaptándose también a las clientas. Y la clave de ese estilo, nos cuenta, está en los detalles porque los cortes de los vestidos, en general, son sencillos. «Me parece que es muy importante que ella se sienta guapa y no disfrazada, el estilo lo vamos marcando cada vez más y la gente viene buscándolo».

Detalles de este traje de novia de Fernando Claro. Foto de Vanessa Gómez