Descubrimos St. Marc, una firma sevillana de bolsos que se solidariza con Haití

En Bulevar Sur celebramos el Día de la Mujer con una entrevista a una mujer emprendedora que se ha formado para conseguir un sueño. Paso a paso, trabajando duro y apostando por ella misma y sus ideas Natalia Calixte lanzó hace cinco meses su firma de complementos, St. Marc. La sevillana, que puede sonaros también por su faceta como modelo, estudió Publicidad y Relaciones Públicas y además realizó un MBA en Dirección de empresas de moda. "Trabajé para L'Oréal lujo, en cosmética y también para firmas de moda. Ahí me surge el gusanillo de querer emprender algo mío. Pensé que quería esperar un tiempo, seguir aprendiendo de grandes y después montarlo. Casualmente me fui a Italia para una entrevista con Ferragamo y allí empecé a hablar con proveedores, entonces mi hermano Estefan me dijo que era el momento de que lanzáramos una marca", nos cuenta. St. Marc es una firma de bolsos y cinturones de piel que además de apostar por la calidad, la artesanía y el diseño tiene un trasfondo social muy importante. Es la filosofía de la firma. "Desde el primer momento quisimos que esto existiese por algo más que nuestro propio beneficio. Nuestro padre es de Haití, de hecho el nombre de la marca es el de un pueblo de la costa de Haití, donde tenemos familiares". "Ahora mismo colaboramos con dos ONGs pequeñitas que trabajan allí, Flores de Kyskeya y AYMY. Yo aún no he podido ir, pero tengo muchísimas ganas. Queremos intentar ir cuanto antes para ver qué están haciendo", dice Natalia. La joven comprende que la responsabilidad social no es hoy un motivo de compra definitivo, pero considera que tienen que "devolvérselo a la sociedad". "Por ahora donamos 1 euro de cada venta, pero nuestra idea es que en el futuro vaya a más porque queremos involucrar a la gente de allí. Si todo nos va bien podríamos ayudar más, enseñarles a coser y que pudieran hacernos etiquetas para los bolsos… Ir más allá de la mera donación, que eso puede hacerlo cualquiera. Haití es uno de los países más pobres del mundo, debemos darles medios que les ayuden a avanzar y desarrollarse", explica la empresaria. St. Marc ha lanzado dos minicolecciones en sus cinco meses de vida. Es el modelo de negocio por el que apuesta Natalia. "No me rijo por temporadas, prefiero hacer estas pequeñas colecciones de unidades limitadas -por ahora 30 o 25 unidades- y ofrecer esa exclusividad", asegura. La primera, "Candy", fue un modelo de cartera tipo "wrap" con cadena en tres colores; la segunda se llama "1993", su año de nacimiento. "También lo elegimos porque fue la época en la que las riñoneras estaban de moda es un tipo de bolso un pelín más clásico, pero que se puede colocar como riñonera, tiene una correa que puedes quitar y poner y unas hebillas que te permiten llevarlo unido a tu propio cinturón o a los que también hemos creado nosotros de los mismos colores y tejidos", responde la diseñadora. Lo que tienen en común estas dos primeras colecciones es el tipo de tejido, piel vacuna fantasía de alta calidad ("del mismo proveedor de Loewe", apunta la joven). "Es una piel metalizada, que investigamos y vimos que es muy difícil de encontrar en España y así hemos querido distinguirnos", nos asegura. La primera colección de St. Marc se fabricó en Italia, pero la segunda se ha trasladado hasta Ubrique. "Emprender un negocio es prueba y error y así aprendes. Empezamos en Florencia porque investigando nos dimos cuenta de que tristemente el 'Made in Italy' tiene más prestigio que el 'Made in Spain'. Como nuestra idea a largo a plazo siempre ha sido trabajar a nivel internacional, tomamos esa decisión al principio, pero después nos dimos cuenta de que era complicado trabajar a distancia y sabiendo que teníamos Ubrique tan cerca fui y visité talleres", explica a Bulevar Sur. Se decidieron y probaron con esta segunda minicolección. Las pieles son españolas y la fabricación en un taller de Ubrique. "Para mí es más fácil poder ir al taller, revisar, pedir cambios… Estoy contenta con cómo se hacen las producciones aquí y seguiremos fabricando en España", asegura Natalia. St. Marc vende sus productos a través de su shop online, aunque comienza a pensar en ir probando en algún showroom de Madrid ("por cuestiones de imagen") e ir pensando en su inclusión en algunos espacios multimarca. "Me he dado cuenta de lo difícil que es vender, siempre he estado detrás, en marketing, como imagen... pero no sabía lo que costaba vender. Después de Navidad hemos notado que han subido las ventas, notamos una muy buena acogida", nos cuenta. Por ahora puedes comprar bolsos y cinturones, pero St. Marc tiene vocación de crecimiento desde sus inicios. "En un futuro queremos ampliar la cartera de productos, ya tenemos en mente la posibilidad de meter moda. Trabajando la piel podemos pensar en zapatos, chaquetas, monederos…", asegura Natalia. Incluso ya nos habla de la próxima colección que apunta a un bolso para el día a día y con posibilidad de ser personalizado. Para Natalia Calixte, St. Marc es ahora lo más importante y se dedica a ello de forma intensa. Además de mantener su carrera como modelo con una agencia madrileña, el resto del tiempo lo tiene libre para seguir desarrollando su negocio. "He apostado por esto y me lanzo del todo. Soy joven y si no sale bien, pues siempre está el mundo de la empresa ahí. La realidad es que hemos empezado con un plan de negocio de cinco años, con todo calculado, no ha sido a lo loco. Vamos poco a poco y midiendo cada detalle".