En el mundo de las novias las tendencias van y vienen, pero hay muchas que se quedan durante temporadas porque conquistan a toda una generación. El estilo de los vestidos de novia ha ido cambiando a lo largo de la historia y sobre todo en la historia más reciente desde que comenzó a vestirse de blanco. Una norma no escrita (y que algunas se saltan) que surgió a raíz del vestido de la Reina Victoria de Inglaterra, que también inició la tradición de que nadie vistiera de blanco más que la novia.
«Como diseñadora, es fascinante ver cómo evolucionan las tendencias en el sector nupcial», afirma Alessandra Rinaudo, directora Artística de Pronovias Group. «La moda es más diversa que nunca, y esto está dando forma a las tendencias nupciales también. No todas las mujeres quieren casarse con un vestido blanco largo tradicional. Y muchas novias modernas quieren disfrutar de su recepción con un look que sea sexy, coqueto y divertido», explica.
De ahí que Pronovias haya lanzado su primera colección de vestidos y prendas para poder lucir como segundos vestidos nupciales, «Unconventional» está diseñada especialmente para aquellas novias que quieren tener varios cambios en su día más especial.
Vestidos sexys, monos amplios, tops, chaquetas, pantalones… Todo para novias que buscan impactar a sus invitados y a su marido con, al menos, dos looks durante su boda. «La tendencia del ‘segundo vestido’ se basa en la adaptabilidad, continúa Rinaudo. «A veces las novias necesitan pasar de una ceremonia en el interior a una fiesta al aire libre, o incluso celebrar varias fiestas a lo largo de un fin de semana. Para esta idea son esenciales las americanas y sobretodos chic que transforman su look en un instante». Esta nueva colección se ajusta al espíritu de la «moda nupcial moderna» y permite a las mujeres elegir un segundo look que tenga «la misma calidad y artesanía de lujo que el vestido con el que dan el “sí, quiero”».
Tendencia de novias con dos looks
Y aunque entre famosas e influencers los vestidos de novia van de tres en tres (recordamos recientemente los casos de la estrella internacional Jennifer López y de las influencers españolas Marta Lozano y Teresa Andrés), en el mundo ‘real’ las opciones de las novias disminuyen considerablemente. Eso no quiere decir que sean cada vez más las que optan por llevar un primer vestido desmontable o que incluso se compren dos vestidos de novia.
Bulevar Sur ha preguntado por esta tendencia de la novia con dos looks o de segundo vestido a algunas de las firmas de moda nupcial sevillanas más conocidas. Diseñadores de largas trayectorias, otros consolidados y un nuevo valor que nos comentan cómo se viven en sus estudios las peticiones de las novias que quieren varios looks para el día de su boda.
«Veo una moda en auge y es que todas quieren llevar un segundo vestido y si por cuestiones económicas no se lo pueden permitir, quieren un ‘vestido transformer’», nos cuenta el joven diseñador Nicolás Montenegro. «Primero lo vemos en una versión más tapadito y luego terminan con faldas con raja, espaldas descubiertas, sin mangas… Estoy muy a favor de esta tendencia, en Montenegro estamos teniendo la experiencia principalmente de hacerles a nuestras novias dos vestidos», confiesa.
Cada vez son más las novias que te piden un segundo vestido y esto tiene solo una explicación, nos asegura Iván Campaña. «El concepto de bodas está cambiando y las parejas le dan tal protagonismo a la fiesta que está convirtiéndose en las horas más importantes del evento. Y cómo no, para ese momento tan importante la novia quiere sentirse la estrella de la fiesta, la diva de la disco y la reina de la noche. Es cuando aparecen vestidos que llevan esencias de locura, descaro, picardía y lujo… Las pedrerías, las plumas, los flecos, las cortes mini, escotazos y grandes aberturas en la falda aparecen sin límites…», explica.
El diseñador, con atelier en Sevilla y Madrid, asegura que para él la tendencia del segundo vestido o segundo look es divertida y le permite llevar su imaginación «hasta límites extravagantes y más sexis, pero siempre con la base de la elegancia y la sofisticación». Ese punto de equilibrio, asegura, es la clave del éxito de un buen look de novia en su fiesta.
«Yo apuesto por un digno vestido de novia espectacular para la ceremonia protocolaria, con metros de cola y velos que corten el hipo. Y para cuando cae la tarde/noche, que la novia apueste por ese descontrol más controlado de la moda…y por la diversión», añade.
Vestido de novia ‘transformer’
«Las novias quieren sorprender a sus invitados, quieren llegar a la iglesia con el concepto de vestido elegante, soñado y de princesa con larga cola … Y luego ‘¡Chas!’ sorprender con otro look. Para conseguir ese factor sorpresa necesita dos vestidos o que el primero permita una modificación. Buscamos esa esencia de cambio a través de faldas desmontables, colas postizas, capas de cuento de hadas o abrigos suaves que dejan luego a la vista un vestido sexy», apunta Iván Campaña.
«La mayoría de las novias, casi el 90%, nos piden dos looks. Es verdad que suelen buscar un look desmontable para una segunda imagen más sofisticada, es decir, menos novia y más fiesta. Esto ocurre porque quieren sentirse cómodas en la fiesta, algo que es es importante para todas. Muchas cogen directamente dos vestidos algo que me parece genial y algunas hasta tres, aunque eso me parece algo excesivo porque no da tiempo ni a disfrutarlos», nos cuenta Bea Claro, diseñadora (junto a su padre) de la firma Fernando Claro.
Para Bea, ese «efecto WOW debe ser en la ceremonia» lo que conlleva un vestido más pesado, con más o menos volumen, pero con algo especial que no se puede mantener durante toda la fiesta… «Por eso, nos gusta que haya vestidos desmontables o un segundo vestido diferente», apuntan desde Fernando Claro, una de las firmas sevillanas que participa en la Semana de la Moda de Madrid y de las preferidas por famosas e influencers para las alfombras rojas y eventos especiales.
Antonio García cuenta que entre sus clientas triunfa la idea de un vestido interior base, que muchas veces es de inspiración lencera (con cortes al bies, tejidos fluidos y partes de arriba muy escotadas y enseñando mucha piel) y que cuando la novia se quita la parte superior se queda con un look más festivo. En este punto nos habla de opciones que van desde un «abrigo a un sobrevestido en gasa natural transparente que consigue un efecto de opacidad precioso, también abrigos encajados con faldas de vuelo, blusones de organza de seda con cierto volumen y colas postizas, top tipo chaleco en tul con cola que sale de la espalda…».
El segundo vestido de la novia
¿Cómo es el segundo vestido que piden las novias? «Los segundos vestidos se diferencian de los primeros es que son rompedores, cortos, de pedrerías, transparencias, escotes en la espalda, lazadas enormes… Los primeros son más sobrios y austeros, con pequeños matices de puntilla francesa, velo largo… Son novias muy divertidas que sacan sus dos personalidades, la más clásica y la más alocada», responde Nicolás Montenegro.
Por su parte, Antonio García nos cuenta que su atelier más que segundos vestidos diseñan «looks que se componen de varias piezas susceptibles de que en algún momento se quiten y así son completamente diferentes». «Es una tendencia que notamos desde hace tres años y que continúa estando muy vigente. A mí, personalmente, este ejercicio de una prenda sobre otra me resulta elegante, pero esos looks finales transformer con mucho movimiento de quita y pon no me seducen demasiado. Una boda son pocas horas y tener esa necesidad continua de cambiar y sorprender no es mucho de mi mundo, aunque sí me gusta esa idea de hacer algún cambio», añade.
Foto principal: Colección Unconventional de Pronovias.