
Alfombras Aguamarina es una tienda de decoración ubicada en la calle Rivero 4 que mezcla el estilo conservador con vanguardias atrevidas
Todo empezó hace más de treinta años en San Sebastián, en un establecimiento con vistas a la Concha. El salto a Sevilla supuso todo un reto que afrontar, para Patxi y su familia, puesto que el estilo y las necesidades del público eran completamente distintas. «La luz de Sevilla es distinta y la ciudad muy acogedora. Todo eso influye, hasta los colores son más vivos». Ahora los tiempos han cambiado, todo está en continuo movimiento y saben que es necesario adaptarse. Nuevos conceptos de alfombras han comenzado a salir al mercado, vinilo, kilims… Sin embargo, han permanecido al pie del cañón para traer al público sevillano todas estas nuevas formas de trabajo.
En cada rincón de la tienda hay una alfombra distinta elegida minuciosamente desde lugares tan remotos como Oriente Medio. «Nuestras alfombras, son un reflejo de nuestra vida», nos contaban. Una vida cargada de viajes y aventuras que Patxi y su mujer recuerdan con cariño. Con cada experiencia que narran se hace más patente la existencia de una conexión muy especial entre este matrimonio y cada objeto que ocupa lugar en su tienda, sobre todo con las alfombras que ellos mismos diseñan. La veteranía en el género les ha proporcionado unos conocimientos en cuanto a tejidos, formas y colores, que han trasladado a sus producciones como diseñadores, por lo que, si se dejan caer por la calle Rivero, pregunten por ellas.
Con el paso de los años el público de Aguamarina se ha diversificado, teniendo una gran aceptación entre las nuevas generaciones y los amantes de la decoración de vanguardia. Y eso les encanta. Por ello han incorporado valientemente a su oferta, piezas exclusivas de decoración que siguen tendencias como el Pop-Art, el animal print, o los colores neón. En definitiva, estos objetos que son de lo más curiosos y divertidos pueden llenar de estilo una habitación corriente. Por ejemplo, conejos de colores, caballos alados, espejos asimétricos… «Hemos llegado a tener hasta caballos de colores a tamaño real».
Como broche final, también han querido dedicar una sección en concreto a la bisutería y los complementos, realizados artesanalmente como el resto de productos que encontramos en la tienda, como muestra de su esfuerzo en adaptarse a lo que el público demanda hoy en día. Esta semana queda demostrado que detrás de una fachada humilde e incluso sobria, se puede esconder la belleza de mil colores, formas y tejidos, que es lo que en definitiva llena de vida a Alfombras Aguamarina.









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Fotos: Rocío Ruz