De tiendas por Sevilla: na De na

Rocío, Cuca para los amigos desde antes de nacer, está al mando de esta tienda desbordante de fantasía de la calle San Luis, número 78

Todo comenzó en 2007 cuando Cuca decidió darle color a su vida. «Yo soy una mujer a la que le gusta llevar a su niña por fuera, pero sobre todo, lo que más me gusta es divertirme». Descubrió que la mejor manera de expresarlo era haciendo realidad sus creaciones y empezó a aprender técnicas de corte, confección y pintura en textil para poder dar forma a su primera línea de ropa infantil divertida.

Su estilo vivaz se ha mantenido, e incluso su repertorio ha ido in crecento con la llegada de su nueva tienda na De na a la calle San Luis. Además de sus colecciones propias, cuenta con camisetas para los más peques de las casa, que se colorean solas con la luz del sol, o que brillan en la oscuridad. Incluso para los más creativos, también tienen camisetas con rotuladores para pintar y decorar sus bolsillos.

Actualmente, tiene su propio taller de patronaje en el que sigue trabajando, a la vez que investiga cómo transmitir esa alegría a la moda adulta. De hecho, ya cuenta con colecciones que siguen una línea diferente y atrevida, como sus camisetas pizarra con mensajes divertidos. También confecciona carteras, riñoneras y monederos con tejidos asiáticos y distintos estampados.

Todo esto se engloba en un contexto de moda sostenible, reflejo de la propia forma de vida de Cuca, que apuesta por la artesanía, los tejidos naturales y el reciclaje. Cuca siempre está imaginando vidas extraordinarias para objetos cotidianos que aparentemente, ya no sirven. La máxima expresión de esto lo encontramos en Cucaland, un paraíso de fantasía que se esconde tras el escaparate de na De na y que embelesa a turistas, vecinos, niños y mayores.

¿Y qué es Cucaland? Otro de los iconos más importantes de esta tienda. Cuca, transforma tarros de cristal normales y corrientes, en lámparas de luz que se iluminan -con una bombilla led- dando la apariencia de hogar de algún ser fantástico. Detrás de cada pieza hay un trabajo impresionante. De hecho, nos asegura que dedica como mínimo dos días de trabajo al completo, y eso solo a las más sencillas.

Todos los detalles cuentan, desde las vidrieras al césped del suelo, pasando por cada punto de cada seta, que por supuesto, brillan en la oscuridad. Además, al ser un trabajo handmade son completamente personalizables, llegando incluso a trasladar estos diseños de casa-seta a broches, colgantes, imanes… ¡Lo que queramos imaginar!

Así es na De na el rincón donde cada invención de Cuca se hace realidad.