Matilde Coral inspira unos zapatos de baile flamenco

El pasado viernes en el auditorio Box Sevilla se vivió uno de esos momentos mágicos e inolvidables. Los que solo puede conseguir el flamenco, y más si la estrella de la velada no es otra que Matilde Coral. La gala de presentación de los zapatos que la firma de calzado Roberto Garrudo ha creado inspirada por Matilde Coral congregó a muchos amigos y artistas como la bailaora Cristina Hoyos y su marido, la diseñadora de moda flamenca Lina, la delegada del Distrito Triana, Carmen Castreño o la directora del Conservatorio de Danza de Sevilla además de todos los fieles admiradores de esta mujer incombustible. Después de todos los premios y homenajes que ya le han concedido (aunque ella insiste en que le falta la Medalla del Trabajo) a esta leyenda viva del baile flamenco aún le quedaba una cosa más por hacer por las futuras bailaoras... Una línea de zapatos que transmita el ángel con el que ella bailaba, y fuera del escenario una verdadera filosofía de vida. Jesús Vigorra ha sido el encargado de conducir la gala en la que se ha presentado oficialmente la línea de zapatos Matilde Coral diseñada por Roberto Garrudo. "Ahora todas las bailaoras podrán llevar una pizca del arte de Matilde Coral en sus pies", afirmó el periodista mientras contaba la bonita coincidencia que se ha acabado convirtiendo en una realidad. Roberto Garrudo comenzó en la calle Castilla con su negocio de calzado y guarnicionería y Matilde Coral era su vecina, tenía la academia justo al lado. Pronto las alumnas comenzaron a pedirle calzado específico para el baile, en aquella época aún eran muy precarios -poco más de una goma y puntillitas-, explicó. Roberto Garrudo encontró una nueva inspiración para seguir creciendo en el sector y junto a su admiración por Matilde, creó calzado especializados e incluso una tienda con todo lo necesario para los bailaores. Hace un año, Margarita, hija de Roberto Garrudo, se encontró en Triana con Matilde Coral. Hablaron del pasado y con su gracia habitual Matilde le dijo que a sus 81 años lo que faltaba era tener unos zapatos con su nombre. Para Margarita aquello no era solo una broma, se le encendió una bombilla y empezó a trabajar. Un año después nos encontramos con una realidad: una colección con dos modelos creados entre Málaga y Alicante con 23 combinaciones de colores y tejidos y detalles hechos a mano para obtener la mayor calidad posible. Los precios, para las interesadas, comienzan en los 110 euros y llegan hasta los 145 euros. Estos zapatos van a dar buena suerte La caja, diseñada por Marcos Álvarez, es una obra de arte en sí misma. Una foto de Matilde en los festivales de España de la Plaza España, rezando justo antes de salir. También la firma y un poema que hizo para ella Manuel Palomino en 1975. "Es un zapato maravilloso, yo he llegado a bailar descalza, pero este no pesa y es perfecto para lo que hacen hoy las muchachas. Estos zapatos les van a traer buena suerte porque van con mis oraciones", dijo Matilde Coral. Siguió recordando que cuando ella bailaba tenían que pintar los zapatos con brochas ellas mismas para conseguir los colores que querían. Y los últimos con los que bailó, unos verdes, que llevó en su actuación en la Exposición Universal de 1992 y que Jesús Vigorra sacó por sorpresa. El detalle nostálgico fue conocer que Matilde siempre guarda en sus zapatos un papel con todos los artistas que han actuado junto a ella cuando los ha llevado... "Cuando me acuesto me veo en el escenario con la bata de cola, como las que me hacía Lina... Los artistas que amamos hasta ese extremo nos quedamos sin palabras para agradecer lo que nos hemos encontrado por el camino", dijo Matilde a todos los que la acompañaron en esta emotiva gala. Era el momento de ver aquellos zapatos en movimiento, la encargada de hacerlo fue una promesa del baile, Loles de los Reyes. Después se proyectó el documental "Acariciando el aire" de Paco Ortiz sobre la figura de Matilde Coral y estrenado en la pasada Bienal de Flamenco. Un repaso por la vida y carrera profesional de Matilde, desde sus primeros trabajos en el Cortijo El Guajiro, Triana como barrio único e irrepetible, su historia de amor con Rafael El Negro, su salto a Madrid en El Duende, su admiración por Pastora Imperio, su gira internacional primero con José Greco, después con Los Bolecos (junto a su marido y Farruco) y su batalla por conseguir el reconocimiento del arte flamenco más allá de lo popular. Maestra de maestras, Matilde Coral es la gran defensora e impulsora de la escuela sevillana. "Cuando me dijeron que no podría bailar me entró lo más grande. No bailaré, pero sí que hablaré", recordaba en la cinta. "La escuela sevillana es una forma de bailar distinta por la idiosincrasia de esta tierra, la forma de mover las caderas, de bracear, de mirar... ¿Por qué había que tener eso oculto? Yo lo saqué de un baúl en el que se estaba pudriendo".