La actriz Elena Furiase, nieta de Lola Flores e hija de Lolita, se casó el pasado fin de semana en Vejer de la Frontera en una ceremonia civil con Gonzalo Sierra, padre de su hijo. La joven ha compartido el momento de forma exclusiva con la revista ¡Hola! que este miércoles ha desvela todos los detalles de su divertida boda celebrada en Andalucía, la tierra de su abuela al Faraona. El secreto mejor guardado, como en todas las bodas, fue el vestido de novia de Elena Furiase.
La joven actriz, que saltó a la fama por su papel en la serie El Internado, no llevó uno, ni dos (lo más habitual), se cambió hasta en cuatro ocasiones de look nupcial. Y aunque cada uno de los vestidos de novia que lució fue totalmente diferente y sorprendente, nos quedamos con el primero como una auténtica declaración de intenciones y que se mantendrá en el recuerdo de las amantes del mundo de las bodas.
Roberto Diz fue el diseñador encargado de los vestidos de novia de Elena Furiase. El reconocido modisto gallego, afincado en Sevilla es uno de los preferidos por la aristocracia y famosas, firmando looks habitualmente para una de sus musas, Inés Domecq.
El primer vestido de novia de Elena era en realidad un conjunto de dos piezas formado por una camisa y una falda con cola. Lo sorprendente era el tejido, alejada del típico crep que eligen muchas novias, la actriz quiso rendir un homenaje a la flamencura familiar. Para ello apostó por confeccionarlo a partir de cinco mantones de Manila bordados a mano en color crudo de la emblemática firma Foronda. Tanto las mangas de la camisa como la cola de la falda se remataban con flecos.
Pero no resultaba un look clásico ni 100% flamenco porque conseguía cierto toque urbano y actual con el corte al biés, el cinturón que ajustaba su cintura y la silueta ajustada de la falda que marcaba su genial figura. También fueron importantes en este aspecto la elección de joyas, maquillaje y peinado. Una coleta alta muy juvenil, joyas minimalistas y un aspecto natural para su rostro que incidía en su mirada con un ahumado potente. También el elegir no llevar velo y sus sandalias, de color cobre y brillante, de la firma Aquazurra que completaban un look ideal y 100% inspirador para cualquier novia de 2022.
Vestidos de novia transformables
Elena Furiase se unió a una de las tendencias más seguidas por las novias actuales: los vestidos transformables. De este modo pueden conseguir varios cambios de look partiendo del primero. Lo más común es llevar una falda más amplia y con una cola más larga en la ceremonia y quitarla para la celebración quedando con una más ligera y ajustada.
En el caso del diseño de Roberto Diz para Elena Furiase, del primer look pasó a un segundo en el que se desprendió de la camisa para quedar con un bustier de corte lencero del mismo tejido de la falda y la blusa. Un look mucho más sexy y sorprendente que el primero que llevó para el momento de dar el Sí, quiero.
Pero no sería la única sorpresa que tenía guardada bajo la manga. Un tercer cambio llegó al desprenderse de la falda larga con cola y flecos y ponerse otra falda, esta de largo midi y de estilo años 50 con mucho movimiento y con el original detalle de tener bolsillos. A este tercer look añadió de nuevo el cinturón del primero y se cambió de peinado, apostando por un semirrecogido con trenzas muy natural y desenfadado.
Y terminó la fiesta con un slip dress blanco, este ya no era un diseño de Roberto Diz. El slip dress es un tipo de vestido de corte lencero muy cómodo, sencillo y fresco. También cambió las sandalias bronce por unas plateadas de solo una tira y pulsera al tobillo. Así pudo bailar hasta altas horas de la madrugada con su ya marido y toda su familia y amigos.