¿Puede haber mayor magia que la que se produce cuando se unen danza y moda de alta costura sobre un escenario? Que se lo pregunten a los asistentes a la gala inaugural del famoso Ballet de la Ópera de París, que el pasado 20 de septiembre representó la obra «Variations», pieza de Franz Schubert coreografiada originalmente por Serge Lifar, con un exclusivo vestuario diseñado por Chanel. Y es que, por segundo año consecutivo, la casa francesa se ha encargado de diseñar y elaborar artesanalmente el vestuario de gala inaugural del prestigioso ballet.
Fueron las seis bailarinas principales de la compañía las encargadas de lucir delicados vestidos blancos con faldas de tul salpicados por exquisitas flores confeccionadas a mano por el equipo de la «Maison».
Se trataba de apliaciones 3D en tonos morado (violeta y glicina), azul (aciano), blanco (lirio), rosa o amarillo (tulipán), teñidos y cosidos de forma totalmente artesanal en seda de organza y en combinación con pedrería brillante que daba lugar a preciosas composiciones.
Fueron los artesanos de la flor de la Maison Lemarié, perteneciente al Métiers d’Art de Chanel, los encargados de crear bajo la dirección de Virginie Viard, actual directora creativa de la casa, los detalles florales que decoraban de manera asimétrica los atuendos. Tanto las faldas de tul, rematadas con plumas en el bajo, como los corpiños de las artistas principales y los tocados estaban decorados estas delicadas flores de muselina de seda bordadas con perlas.
Todas estas piezas fueron confeccionadas a mano por los artesanos de Lemarié en un trabajo meticuloso y concienzudo. Sin duda, «la precisión de los Métiers d’Art de Chanel refleja el rigor y la exigencia de los bailarines», explica la firma de moda. El resultado fue una bella interpretación del tradicional tutú romántico de la bailarina de ballet, al que se le añadió un sencillo lazo negro que marcaba las cinturas de las protagonistas.
La Maison d’Art Lemarié, encargada de tan delicado trabajo, es un equipo plumajeros y creadores de flores decorativas parisinos con tradición desde 1880. Una división que juega un papel crucial en los diseños de Chanel. Su relación con la firma comenzó en los años 50 cuando la propia Coco Chanel les encargó confeccionar una camelia de tela para su colección, dando lugar a lo que después se convertiría en uno de los símbolos de la firma. En 1996, la relación profesional se consolidó cuando Lemarié se convirtió en socio de Chanel Métiers D’Art.
Pero durante la gala de apertura de la temporada de danza 2019/20 en en la Ópera Garnier de París, no solo las bailarinas vistieron los lujosos diseños de Chanel. También amigos y embajadores de la firma asistieron al evento ataviados con «looks» muy reconocibles de la «Maison». Entre ellos, por supuesto, Virginie Viard, directora artística de Chanel, la modelo francesa Caroline de Maigret, la actriz, modelo y cantante Alma Jodorowsky y la bailarina Aurélie Dupont, antigua «étolie» (bailarina principal) y actual directora del ballet de la Ópera de París.
Con acciones como esta, Chanel continúa con una larga tradición de mecenazgo de la danza que inició su fundadora, la mismísima Gabrielle Chanel, quien, enamorada del ballet, ya se implicó por primera vez en 1920, en la producción de La consagración de la primavera de Los Ballets Rusos en París. Tras ello, la fundadora de la firma se encargó del vestuario de numerosas obras a lo largo de su trayectoria, testigo que recogería el ya desaparecido Karl Lagerfeld. Y es que el «kaiser» diseño el vestuario para varios ballets, incluido el de la Ópera de París.