Cuando Yves Saint Laurent creó Opium en 1977, que estuvo prohibido en muchos países, la polémica salpicó al diseñador, quien llegó a decir que este perfume era el opio para quienes admiraban su trabajo. A pesar de ello, su inconfundible perfume a clavel, pimienta, jazmín y vainilla sea inconfundible.