Aunque a priori parezcan más comunes, no son tan fáciles de encontrar y encajan muy bien con multitud de tonos, al igual que los ojos marrones.
- Colores que funcionan: marrones, negros ahumados, rosas y grises.
- Colores que contrastan: dorados, plateados, bronces y morados.
- Colores difíciles: verdes y azules, intensos o pastel.