Apertura: Un canto a la "Vidaloca"

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¿De qué establecimiento se trata? Hace un par de semanas ha abierto en la calle Relator VidaLoca, un espacio que llama la atención desde el exterior, ocupando una esquina que lleva meses en obras y en la que nunca antes había existido un negocio de hostelería.

¿Quién lo ha puesto en marcha?

Fotos: Raúl Doblado

Dos socios con una interesante historia detrás. Por un lado, David Ruiz, propietario del local y quien ha imprimido su carácter a un espacio acogedor donde todo tiene personalidad propia. Por otro lado, José María Hernández al frente de la cocina, quien después de cinco años en los fogones de La Azotea ha decidido empezar de nuevo por su cuenta, aunque no es la primera vez que se pone al frente de un negocio propio.

¿Cuál es la filosofía gastronómica del establecimiento? Han arrancado con una carta sencilla donde abundan las recetas del día a día, más próximas a nuestra tradición que a las tendencias culinarias. Unos buenos ibéricos, tostas, pescaíto frito  y recetas familiares son parte de su propuesta.

¿Qué tienen para empezar?

Las chacinas e ibéricos son de Cumbres Mayores y los quesos tan variados como el manchego, de cabra sudao, azul de hoja o mahón curado. Son quesos nacionales que se pueden tomar en formato de tapa o de media y que irán rotando con frecuencia.

Las tostas vienen divididas en cuatro con el fin de compartirlas en la mesa, y destacan algunas como la de foie de pato a la plancha con confitura de higos al oloroso y almendras o la de salmón ahumado, tártara de hinojo y lascas de manchego. También pensadas para compartir ofrecen recetas como tomate aliñado con tronco de bonito en escabeche, ensaladilla de gambas con mayonesa suave, parrillada de verduras con jamón y aceite de carbón, berza de habichuelas y calabaza con su pringá en su vuelco o huevo de ganso con patatas asadas al ajillo y jamón ibérico.

¿Cuáles son los platos principales? Hay un apartado de pescaíto frito con propuestas como salmonetes con rabanitos, pijotitas de Isla Cristina o calamar de potera con mayonesa de oloroso.

También hay pescados como bacalao con tomate y huevo frito o un lomo de merluza salteado con guisantes y jamón con crema de mariscos, mientras que las carnes cuentan con recetas como pluma de bellota de Cumbres Mayores, solomillo de vaca frisona o cachopo de ternera con jamón y queso azul.

¿Cómo son las propuestas dulces? Caseras y hechas por ellos mismos, con postres como tarta de queso al horno con frutos rojos y coulis, sopa de chocolate blanco y sorbete de limón o brownie de chocolate negro con su mousse.

¿Cómo es el maridaje? La carta de vinos está integrada por más de 50 referencias, dando un lugar protagonista a los vinos generosos.

¿Cómo está distribuido el espacio? Convive la zona de barra con la de mesas separadas por un medio tabique de vidrio.

Los ventanales que dan a la calle quedan completamente abiertos los días que el clima lo permite, lo que da una sensación de espacio abierto que aunque no tenga terraza tampoco la necesita.

¿Cómo es la decoración? Completamente industrial y personalizada, donde cada detalle tiene su propia historia, como el cuadro de Camarón inspirado en Ché Guevara que corona la estancia y que ha permanecido años en el estudio de David Ruiz. Los muebles son de madera reciclada y cada uno tiene su propio estilo.

El suelo de la sala es de bajo rasante y está compuesto de ladrillo antiguo recuperado, sobre el que se ha instalado una superficie de metacrilato.

Las lámparas que hay sobre la barra proceden de una antigua torre antiárea que le cedió un amigo a David Ruiz, mientras que los tiradores de la cerveza llevan el sello personal de su firma.

¿Qué horario tiene? Aunque por el momento han comenzado ofreciendo sólo servicio de almuerzo y cena, la intención es que después de Semana Santa comiencen con los desayunos y cocina continuada durante todo el día.

¿Dónde encontrarles? En la calle Relator, 56.

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