¿Dónde comerse un arroz de 10 en Córdoba?

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Paellas, peroles o risottos. Cualquier fórmula vale siempre que tengan buena forma y aún mejor fondo para degustar el arroz.

No estamos en Valencia pero ¡ni falta! para darnos un homenaje por todo lo alto.

Al grano arroces y más (Plaza de San Pedro, 1) ha sido uno de los últimos en conquistar el paladar del público cordobés. No es un sitio más donde comer arroz pues sorprenden tanto por sus elaboraciones como por su cuidada y sorprendente presentación. En su carta destacan sus arroces de bogavante (disponen de su propio marisquero donde elegirlo), rabo de toro o el arroz negro.

También pertenecen a la nueva hornada los Hermanos Jordán, Sergio y Adrián, que están al frente del sólido Restaurante Cuatromanos

 (Calle San Felipe, 13). Cambian con frecuencia su carta pero siempre suelen incluir algún plato a base de arroz, como el incombustible Risotto de boletus con parmesano y aceite de trufa

Antonio Jiménez, chef de Taberna La Montillana, no tiene límites a la hora de crear suntuosos platos. No se le resiste el arroz de pulpo, el risotto de pato y foie, el de hongos, parmesano 24 meses de curación y nuez de macadamia; o el de boletus. 

Otro de los grandes clásicos de la capital es Arrocería Pepe Sanchís. En su nuevo local de Avenida Aeropuerto, esquina con Avenida Virgen de los Dolores, 2, este valenciano de Manises sigue preparando con esmero casi 40 tipos de arroces entre secos y caldosos.

Ya son un clásico el arroz meloso de pato con cigalas y verduras, el arroz al horno, el arroz con presa ibérica o el meloso con costillas, manitas de cerdo y verduras. Y entre sus arroces secos, no falta la paella valenciana, la de bacalao y coliflor, la de rape con langostinos, o la de conejo y caracoles, entre otras.

Pueden presumir de que su paella valenciana ha sido galardonada  en el certamen Internacional  de Paellas de Sueca 2016,  con el Premio a la Mejor Paella del Mundo. 

En Sociedad de Plateros María Auxiliadora (Calle María Auxiliadora, 25), el chef Manuel Bordallo le da un punto extraordinario al arroz con bacalao y chorizo. Y además es uno de los pocos establecimientos donde poder acompañarlo de una copa de vino de su propio despacho de vinos. O incluso atreverse con un vermut artesano.

Digno integrante de este grupo de elegidos es Bodegas Campos(Calle Lineros, 32). Llevan años haciendo un arroz de rabo de toro que es antológico. Lo mismo ocurre con el que su equipo de cocina elabora a base de marisco. Su carta y la ambientación de este espacio singular están impregnados de la misma filosofía: tradición renovada y autenticidad. ¡Un motivo más para no perdérselo!

En el otro extremo de la ciudad está DMercado Casa Salvador (Calle Manue Cuéllar Ramos s/n).  Disponen de una carta amplia y variada en su justa medida. DMercado da la posibilidad de disfrutar de entrantes como salmorejo o tostas variadas, o tirar de mesa y mantel en serio y degustar uno de sus sabrosos arroces (marinero, ibérico con verdura, negro con alioli) o sus magistrales fideuas. 

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