Más de 5.000 personas se «comen» Califato «In the Street»

Si por algo estuvo marcada la cuarta edición de Califato «In the Street», a diferencia de otras anteriores, fue por la constante amenaza de lluvia sobre el Bulevar del Gran Capitán. Sin embargo, esta circunstancia no influyó en absoluto en la afluencia del público. Según la organización, más de 5.000 personas, superando los datos del año pasado, abarrotaron el centro de Córdoba y acabaron con las decenas y decenas tapas que había preparadas. Algunos de los primeros en llegar fueron José María Bellido, alcalde de Córdoba, e Isabel Albás, primera teniente de alcalde y delegada de Turismo y Desarrollo Económico.

Bellido no dudó en declarar que «este evento gastronómico es una maravilla, una idea que lleva años perfilándose y que está adquiriendo un desarrollo extraordinario.

La unión perfecta del talento local y nacional». También manifestó «el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba a esta iniciativa que convierte a nuestra ciudad en el centro de la gastronomía nacional durante dos días». Igualmente confesó en qué se basa a la hora de decantarse por una u otra tapa: «Creo que debes sentirte atraído por todos los sentidos pero personalmente me dejo llevar por el olfato. Y sí, este año ya tengo una clara favorita».

También se mostraron entusiasmados los miembros del jurado profesional, que volvió a reunir esta año a chefs cordobeses de la talla de Paco Morales (Noor Restaurant), Celia Jiménez (CJ Restaurante) y Kisko García (Choco). A ellos se unieron el conocido panadero y repostero José Roldán y otros cocineros Estrella Michelín: Pedro Sánchez (Restaurante Bagá) Benito Gómez (Restaurante Bardal) Juanlu Fernández (Lú, Cocina y Alma), Óscar Calleja (Restaurante Annua), Jesús Segura (Restaurante Trivio) y David García (Corral de la Morería).

A su paso por los 20 puestos, intercambiaron impresiones y coincidían en «el magnífico nivel gastronómico del evento» y en lo que les había gustado «la tapa preparada por Bar Moriles: mazamorra con uvas y sardinas ahumadas». Los chefs Estrella Michelín elegirán las tres tapas ganadoras. De las votaciones del público saldrán las tres mejores tapas populares. Las seis tapas ganadoras tendrán derecho a participar en el showcooking oficial del 2020, junto a los chefs Estrella Michelín de la séptima edición de Córdoba Califato Gourmet.

Pero, ¿qué criterios tienen los expertos para premiar a estas tentadoras elaboraciones? El chef Pedro Sánchez nos responde: «Para que una tapa sea buena no debe romper el concepto de tapa. Esto quiere decir que debe ser fácil de tomar, no más de dos bocados, gustosa y apetecible. Se trata de un acompañamiento a la comida y a veces las tapas se desvirtúan convirtiéndose en auténticos platos por sus dimensiones».

Sabor a primera vista

Los asistentes a Califato «In The Street» lo tenían claro: se dejan conquistar por la presentación de la tapa y la posterior explicación del cocinero. Así lo refrendan Marcos Relaño y Rafael Castillo, que desde el puesto del Patio de la Judería, afirmaban: «Es la primera vez que venimos pero nos ha sorprendido el nivel de las creaciones, que han superado nuestras expectativas».

Por su parte, las hermanas Marisol y Rosa Jurado, directamente vinculadas con los embutidos cordobeses del mismo apellido apuntaban: «Nos ha encantado pero creemos que aún sorprenderá más a los visitantes por el sabor, originalidad y complejidad de las tapas. Se trata de alta cocina».

Y es que las razones para conquistar el paladar de los consumidores son muchas y muy variadas, y no sólo dependen de la tapa en sí. Así lo explica José Salamanca, dueño de La Cazuela de la Espartería, y veterano de la versión callejera de Córdoba Califato Gourmet: «El hecho de que vendamos más o menos cantidad de tapas no sólo depende de que estén mejor o peor ejecutadas. Es determinante que los ingredientes sean atrayentes para quienes vienen. Por supuesto que la climatolgía también influye a la hora de acercarte hasta aquí y decantarte por la oferta de uno u otro puesto».

Al calor de un buen guiso

Si bien en otras ediciones, los tartares, carpaccios y demás tapas frías se han impuesto, este año abundaban las que se basan en guisos. Para muestra, el solomillo de venado en salsa de chocolate, crema de castañas y frutos del bosque de Taberna La Alquería; las albóndigas de ternera mozárabe de Norte y Sur Taberna Selecta; el derrape de Gastro-Flamenco Patio de la Judería; o las habichuelas con perdiz de La Cazuela de la Espartería.

También hubo espacio para otras más frescas como el hummus con pan de pita de bocaíto andalusí o la tosta de sardina ahumada sobre salmorejo tradicional de la abuela y sal Maldom de la Taberna Entrecalles.

¿Y el sempiterno atún tan presente en años anteriores? Seguía estando pero en forma de taco de atún tempurizado y pico de gallo con chupito para acompañar. Lo ofrecieron en el puesto de Equis Neo Tasca, uno de los más concurridos . Otro de los más visitados por el público fue El Invernadero, donde el chef Jesús Barranco no dio a basto a preprar mini hamburguesas bautizadas como «Nuestra dehesa».