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El Patio de María

Córdoba Actualizado: Guardar
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El Patio de María no es sólo un lugar pintoresco y lleno de encanto en las inmediaciones de la Mezquita-Catedral de Córdoba. También es un local lleno de encanto y que rezuma el toque personalísimo de su propietaria, María Fernández Pino. Esta casa fue parte de la residencia de un obispo. Con el tiempo el patio se convirtió en casa de vecinos y a finales del siglo XX fue propiedad de un platero, hasta que la compró su actual dueña. Su núcleo de acción, el patio, cumple a la perfección con los cánones del patio cordobés: paredes encaladas, vistosos geranios y sillas de enea. Además, tres simpáticos habitantes alegran las comidas de sus clientes: la gata Piu, el jilgero Joselito y la tortuga Blanca.

Al margen de todas estas singularidades y atractivos, disponen de una carta amplia y variada que han segmentado en cuatro apartados (Del Corral, Del Campo, Del Mar y Postres)  que ilustran a la perfección la gastronomía cordobesa. En efecto, su oferta gastronómica,está basada en la cocina actual pero aglutinando los sabores y técnicas esenciales aplicados a suculentas piezas de carne, platos veganos,, o el mejor pescado fresco.

En su día a día, se llena de visitantes y locales que acuden en busca de su rabo de toro, solomillo de ternera con salsa de frutos rojos y queso de cabra, salmorejo, gazpacho, ensaladas, tortillitas de camarones o bacalao o su mítico bacalao frito con pisto. Para rematar una buena comida, apuestan por elaboraciones de corte clásico, como la Tarta imperial del Puerto a base de mantequilla, almendras y obleas, el tocino de cielo o el arroz con leche.

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