Restaurante Cafetería ForoRestaurante Cafetería Foro: «Comidas de empresa»

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«En esta cafetería de polígono ofrecen un menú sin más misterio que el calor de lo casero y la prontitud del servicio»

En esta página somos mucho de bares de polígono. De esos de menú del día, barato, abundante y rápido. El polígono industrial sevillano es algo que se está perdiendo. Curiosamente, al revés que sucedía antes, que se degradaba el casco histórico y crecían los parques empresariales, ahora es el centro el que se conserva bien maqueado y son las áreas industriales las que da pena verlas.

Cuando no están semiabandonadas, llenas de jaramagos y bártulos abandonados, están copadas por almacenes de baratijas orientales o lo que es peor, poblados de señoras (o similares) de mala nota que venden su mercancía al portador dentro de locales de colores o en la misma calle.

Uno de los pocos recintos de naves que se mantienen en forma es el de La Isla, en Dos Hermanas.

Hasta allí fueron a poner la era Luis y Rosana, para quitar el ayuno bien temprano, dar el almuerzo reponedor o el café y la copa antes de volver cada cual a su casa. Dicen que donde hay camiones aparcados se come bien, pero en este caso también hay corbatas al reclamo de un menú sin mas misterio que el calor de lo casero y la prontitud del servicio. Los camareros son balas porque el tiempo en el trabajo es oro y esa es la baza que juega Luis, que conoce el oficio por su padre, Emilio, el del bar de la calle Asunción. Todo lo hacen ellos, hasta la masa de las pizzas, pero donde destacan es en el cuchareo. Un puchero con fideos de excepción como sus lentejas estofadas, la sopa de picadillo o la crema de calabacín con migas de pastor. El menú es muy variado para impedir el cansancio entre los empleados de alrededor: un primero, un segundo y un postre con bebida incluida que no baja de los siete euros ni sube de los diez. Patatas fritas de cuchillo y el camarero con un ojo puesto en el comensal para ir marchando el segundo plato sin dar lugar a la espera nerviosa.

Una buena Cruzcampo con cola de toro estofada, carrillada, bacalao al ajo, solomillo empanado con alioli casero, rosada, croquetas, pollo asado, churrasco, sanjacobo…qué sé yo la de cosas que ponen y quitan a diario en un menú que, por sí mismo, se hace merecedor de venir hasta aquí con algún mandado por hacer a la hora de comer.

Lleno a diario, algo ruidoso pero fácil de aparcar. Si usted es de los que aun tiene trabajo, pásese alguna vez y si no, también, que es más barato que comer en casa y a veces casi mejor.

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