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La CayetanaLa Cayetana: «O cómo volver a lo auténtico»

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«La Cayetana conquista al comensal y lo hace con una propuesta innovadora»

Sencillez, autenticidad, concisión… hay bares y restaurantes que tienden a hacernos la vida más fácil; no nos la complican ni un solo segundo. Nada de pensar más de la cuenta. Una carta con 15 platos; algunos más fuera de carta, solo dos o tres; una cerveza bien tirada y una reducida pero interesante selección de vinos. Así salimos tras probar la cocina de La Cayetana. Sin la menor duda.

La Cayetana nos recibe en la calle Javier Lasso De la Vega – por si lo recuerdan, en el local donde antes había un Indio. Un espacio pequeño, no más de siete mesas de dos y cuatro comensales y una pequeña barra con, creo recordar, tres taburetes. Se trata de esos lugares que resultan acogedores si no coincides con que hay lleno absoluto, que pasa a un aumento importante de los decibelios.

Tuvimos suerte.

Del servicio sólo podemos destacar la amabilidad y la cercanía con la que tratan al comensal. Y lo más importante, sin agobios. El ritmo entre plato y plato fue pausado, sin excesivas dilataciones, pero advertimos que tan solo estaban ocupadas unas tres mesas. No obstante hay tablas en las personas que lo regentan y eso da ciertas garantías.

La carta evidencia qué tipo de cocina propone la Cayetana y no es otra que la de producto. Buen trato y con elaboraciones tradicionales que van desde la tortilla casera a la cola de toro pasando por su propuesta itinerante de pescados en escabeche. Decimos itinerante porque van aplicando el mismo macerado a los distintos tipos que podemos encontrar principalmente en el litoral andaluz. Buen señuelo para fomentar la recurrencia. Ensaladilla con mayonesa de galeras, la selección de tomates, calamar entero frito o los guisos como la carne con tomate son algunos de los platos que redondean una carta sin grandes pretensiones pero que conquistan a los paladares que buscan una cocina auténtica.

Pues lo dicho. En cinco minutos y mientras tomamos la primera cerveza, Cruzcampo en un vaso de tubo, el gran olvidado de las cristalerías, y acompañado de unas aceitunas, decidimos qué platos probar de la cocina de La Cayetana. Empezamos por su ensaladilla de gambas con mayonesa de galeras. Suave y con un sutil pero reconocible sabor a galeras. Perfecto para integrar todos los ingredientes del plato y cómo podrán ver en la foto, el apellido «con gambas» no solo queda en la carta. Por poner una pega, otro tipo de plato resultaría algo más cómodo. Ahí queda este pequeño consejo.

El pescado en escabeche que tenían en esta ocasión en cocina era el bonito. Nos aventuramos aún asumiendo que se trata de un producto que como quede seco es algo pesado y en nuestro caso no nos convence pero… ¡Qué bonito es arriesgar! El rey de la carta. Jugoso con un escabeche muy bien medido. Un acierto asumir riesgos en la cocina de La Cayetana. Hacía tiempo que no dábamos con un plato de los que recomendaríamos para la selección anual de platos de GURMÉ. ¡Editores! Tomen nota.

¿Tortilla de patatas? Un clásico que vemos en muchas cartas pero que poquísimos consiguen un buen resultado. En La Cayetana parece que lo suyo son los retos y sobre todo, superarlos. ¡Qué tortilla! Con el punto justo de sal y con la esponjosidad que solo se consigue haciéndola al momento. Y así es. Sobre la marcha te sirven una tortilla de patatas en un plato de duralex -advertimos no es apto para nostálgicos- que supera las expectativas. Otro aviso a los editores para una nueva lista de las mejores tortillas.

Decidimos poner el broche con una carne, y entre el taco de vaca y la presa ibérica de bellota nos decidimos por la primera. No sabíamos muy bien a qué nos enfrentábamos pero nos comentaron que era un corte parecido al roast beef. Carne de lomo alto de vacuno que debe quedar limpia, jugosa y tierna. Nos convenció pero en este caso sí vimos margen de mejora. Quedó seca y tuvimos que mezclar demasiado con la salsa que acompañaba al plato para darle un punto más jugoso.

En el apartado de postres sólo podemos decir que son caseros pero salimos tan llenos que ni preguntamos. La próxima vez dejamos hueco. La bodega apuesta por vinos andaluces tanto tintos como blancos y generosos que complementa con otras bodegas habituales como Finca Resalso o José Pariente, entre otros.

Salvo por un pequeño tropiezo perdonable con la carne, La Cayetana conquista al comensal. Y lo hace, como comentamos al inicio, sin dudar. Con una propuesta innovadora. Sí, innovadora porque echábamos de menos una incorporación al mapa de bares y restaurantes en Sevilla que pusiera una pica en Flandes y nos deleitara con una cocina auténtica, de producto y, por qué no, que nos emocione con recetas que nos evocan a la cocina de nuestros abuelos. Ha sido un verdadero placer. ¡Hasta pronto Cayetana!

La Cayetana

Valoración
  • Mala
  • Regular
  • Buena
  • Muy buena
  • Excelente

Muy buena

  • Comida
    4/5
  • Servicio
    4/5
  • Ambiente
    3/5
Precio
  • Bajo
  • Medio
  • Alto
  • Muy alto

Bajo

Tipo de cocina
DirecciónCalle Javier Lasso de la Vega, 9, Sevilla, España Ver mapa
HorariosDe lunes a sábado de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:30. Cierra los domingos
Teléfono955925098
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