La Pajarita: «Comer como en casa»La Pajarita: «Comer como en casa»

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La Pajarita es de esos bares que fueron tienda y bar a la vez y de los que ya tan pocos quedan (Casa Palacios en el Porvenir, Casa Moreno en Gamazo…). Y aunque ya no sea tienda-bar, aún mantiene la estética de esos establecimientos donde te imaginas los estantes llenos de latas y conservas. La parte buena es que se ha transformado en Casa de Comidas de la antigua, sin por ello renunciar a una estupenda oferta de tapas. Nos explicamos: de lunes a viernes a mediodía hay un “menú del día” de 8,50 euros de primer plato, segundo plato, bebida y postre. Los platos ya se los pueden imaginar: guisos, huevos fritos con papas, revueltos, etc…

Pero, aparte, tienen una oferta espléndida de tapas caseras para tomar en barra o en el comedor.

Por sus generosas tapas, que te limitan a una o dos las que te puedes tomar de una sentada, hemos tenido que ir varias veces para probar su oferta.

Si empezamos por los fritos tienen unas pechuguitas (o, más bien dicho, pechugonas) bechamel francamente buenas y bien fritas. Las croquetas de puchero siendo jugosas tienen poco puchero dentro.

Seguimos con buen chipirón plancha y un atún blanco -sí, blanco, ¿pasa algo?- que sirven con una salsa a la mostaza antigua sabrosísima. Recomendable. Como recomendabilísimo son sus higaditos de pollo con buenas patatas fritas, de los mejores que hemos probado en la ciudad y sus espinacas, con unos garbanzos pequeñitos y tiernos, que bien valen un quinario en la cercana Vera Cruz. Su revuelto de judías verdes y setas es resaltable, no tanto así sus papas con choco que no las hemos terminado de entender. Pero que volveremos para aprobar. Todos podemos tener un día regular.

Y dejamos para el final el gran hallazgo, un San Jacobo casero de un tamaño increíble (olvídese de tomar nada más ese día), con un empanado de los que alimentan por sí solo sin necesidad de la carne ni casi de las patatas que lo acompañan. Y por solo 5,5 euros el plato. Lo que se nos queda rondando en la cabeza es de qué tamaño será el flamenquín que anuncian por 7,5. Lo dejaremos para cuando terminemos alguna promesa.

A estas alturas ya nos habrá notados encantados con la novedad, y es que sus nuevos gestores han conseguido lo extraño hoy en día: un bar de los de siempre, lleno de tapas de siempre, que no pretende otra cosa que dar de comer bien y en cantidad. Y un servicio eficiente pero sin aspavientos redondean la fórmula.

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