Buñuelos de viento

Esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad

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Ahora os presentamos otro dulce típico de nuestra Semana Santa. Se trata de los buñuelos de viento. La masa de este postre suele tener forma de bola, y al freírse puede llegar a doblar su volumen. Es por esta razón por la que se les denomina con el apelativo «de viento».

Así lo cocinamos

En un recipiente hondo mezclaremos los huevos, el azúcar, la sal la piel de limón rallada y la mantequilla.Ahora mezclamos la harina, la levadura y el vino blanco, e incorporamos esta mezcla a la anterior.Batimos enérgicamente todo el conjunto. La masa debe quedarnos con una textura consistente, sin que llegue a gotear.Preparamos ahora el aceite para la fritura. Para ello nos serviremos de una sartén o cazo hondo. Cuando el aceite esté bien caliente, iremos echando, con la ayuda de una cuchara, pequeñas porciones de masa.

Dejaremos freír hasta que consigamos unos buñuelos bien dorados y redondos.Una vez fritos, rebozaremos los buñuelos por azúcar. Si nos quedasen demasiado aceitosos, los colocaremos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.Recuerda que en Gurmé tienes muchas otras recetas para Semana Santa.

Trucos y Consejos

Cuanto más pequeñas sean las porciones de masa que introduzcamos en el aceite, más redondos nos quedarán los buñuelos.

Información Nutricional

Los ingredientes de los buñuelos aportan hidratos de carbono y grasas procedentes de la mantequilla y la leche. También aportan las proteínas del huevo. Al ir fritos, el contenido graso aumenta, por lo que se recomienda escurrirlos muy bien en papel de cocina. Los aceites esenciales de la canela poseen propiedades beneficiosas para el aparato digestivo.

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